¿Estas deprimido? !Lee esto!
“Todo es temporal y no dejaré que los golpes que me de la vida me lleven a ese estado miserable del que una vez salí”.
Hay muchas situaciones de la vida que nos pueden llevar a un estado grave de depresión donde pensamientos como el suicidio y el abuso del alcohol son frecuentes, siendo el suicidio la segunda causa de muerte entre jóvenes y adultos.
Actualmente podemos encontrar infinidad de vídeos motivacionales por todo Internet. Sobre todo en YouTube donde mucha gente ha empezado a compartir palabras de aliento.
Muy aparte de estos vídeos, lo que yo te vengo a decir es lo que en su momento me sirvió para salir de ese estado miserable en el que me encontraba (Sí, como leíste, un estado MISERABLE, hay que dar nombre a las cosas).
En un momento de mi vida sentía que no podía más, que lo mejor sería que la muerte me lleve a un largo viaje del cual nunca regresar.
No importa cómo llegue a ese estado simplemente estaba ahí, sin ganas de vivir, sin ganas de superarme, sin ganas de nada. Iba por el mundo haciendo lo mínimo.
En mi casa no tenía interés para hablar con nadie además. Ademas estaba sin trabajo (solía trabajar a medio tiempo como mesero para pagar parte de mis estudios). En fin, las cosas no estaban saliendo como me gustaría.
Había días, donde ideas como el suicidio pasaron por mi mente. Pero algo dentro de mi evitaba que esto se materialice. Aveces pienso que era mi hermana (una pequeña hermosa que falleció a los 5 días de nacida, la amaba mucho).
Un día entre idas y vueltas fui a dar con una amiga, conversamos un tiempo. Le conté sobre mi situación y ella me dijo unas palabras que hasta el día de hoy retumban mi cabeza: “Necesitas huevos para superar esto”.
¡Eso me enojo tanto, no con ella, conmigo mismo! Mis latidos empezaron a acelerarse y mis manos apretaban muy fuerte entre si .
Y es que sabía que era verdad, creo que siempre lo supe, pero había llegado a acostumbrarme a ese estado miserable que simplemente no hacía caso a esa voz dentro de mi.
Luego de oír esas palabras una especie de llama se encendió y de pronto quería conquistar el mundo. Quería demostrarme que podía dar más y que llegaría muy lejos.
Y hoy te lo digo lo mismo ¡Necesitas HUEVOS!
Te lo digo para que te enojes contigo mismo, enójate a tal punto de que no quieras volver a ese estado nunca más.
¡Lo que estás viviendo no es para siempre!
Luego de ese encuentro renovador, me centre nuevamente en mi vida.
Al estar en una situación limitada económicamente pedí trabajo a mi tío los fines de semana y me fui a trabajar en su tienda de abarrotes (ganaba 10 dólares el día). No era mucho lo que ganaba pero me servía para cubrir ciertos gastos en la universidad (transporte, cuadernos y uno que otro almuerzo).
En ese entonces, mi madre apenas podía pagar la matrícula de cada nivel (nuestra economía no era muy buena) y yo debía cubrir los gastos restantes. No había dinero para comprar muchas cosas; zapatos y ropa en general debían ser reciclados.
La salidas con mis amigos eran muy limitadas, de hecho nulas. Siempre me inventaba alguna excusa porque no tenía dinero.
Pero tenía claro a donde quería llegar y no me detendría hasta alcanzar todas las metas que me propuse.
Para no hacer más larga esta historia, finalmente me gradué. Luego trabajé por una temporada en mi propia universidad donde conocí a personas maravillosas. Un años después fui estudiar una maestría fuera de mi país y actualmente laboro en una empresa reconocida de mi región.
Hoy en día, cada vez que se presenta alguna situación difícil, me repito a mi mismo y con voz fuerte: “Todo es temporal y no dejaré que los golpes que me de la vida me lleven a ese estado miserable del que una vez salí”.