16

Imaginauta

100 días de escritura

cerohd
El Circulo

--

Dominio público: imagen para 100 días de escritura
Dominio público: imagen para 100 días de escritura

Es entrañable el afecto que siento por las viejas máquinas. Según mi padre, estaban en el sótano mucho antes de que el suyo naciera. Incluso, hay un registro del padre de su padre que atestigua un vínculo entre las máquinas y el linaje del que provengo. Sin embargo, no acudo a la genealogía para sustentar mi admiración por esos cajones de hierro, alojados desde tiempos inmemoriales en el sótano de esta gran mansión sureña. No. Para mí, el sonido de sus mecanismos es lo que me vincula a ellas. Su continuidad es admirable, tanto como su precisión para manifestarse en el instante exacto: el gruñido subterráneo en las mañanas, el rugido al mediodía, o, el aullido sibilante por las noches, son la prueba fehaciente de la armonía celestial. Han estado conmigo desde que cuento con memoria, y, muy seguramente, continuarán emitiendo cuando no me encuentre entre ustedes. Aprendí de mi padre que debo estar preparado para cuando actúen, por lo que la regularidad en mis acciones es fundamental para sobrevivir. Fui advertido, desde que tuve consciencia, de que si no me agarraba a las varandas terminaría estampillado contra el techo — otros han muerto por no seguir esta instrucción — . También se me advirtió de no cruzar la puerta para salir al porche. Mentiría si dijera que ganas no me han faltado…El abismo me disuade. Con el tiempo, he clausurado las ventanas para no contemplar el paisaje inmóvil más allá del cristal. Es tan exasperante como las anomalías detectadas en el funcionamiento de las máquinas: crujidos y chillidos, incluso cierta ralentización en sus procesos me hacen considerar que no son perpetuas. Por las noches, antes de mi reposo, converso brevemente con ellas. Les hablo bajo, en tono quedo, del día concluido. Intento alentarlas para llevar a cabo la tarea que les ha sido encomendada. Sin su esfuerzo, no podré alcanzar lo que, por mí, otros han sacrificado. Pero, sea testigo el desasosiego, de que no creo lo que digo. Cuando estoy a punto de cerrar los ojos, recuerdo que esa corta oralidad, ese soliloquio moroso de palabras carentes de idioma, es la única literatura producida por mí en esta jornada. Una y otra vez deseo que las máquinas anticipen mi clamor y detengan su ruido en algún punto del espacio, mientras me consumo en el olvido, marinero del tiempo infinito.

Publicado en https://listed.to.

--

--

cerohd
El Circulo

★ Creado en 2013, este es el blog del Imaginauta, conocido bajo un anterior avatar como Hijo de la máquina★