La magia oculta de “El jardín secreto”

Fernando Barrera
El Circulo
Published in
3 min readNov 25, 2020

¡Hola a todos!

Sé que ha pasado mucho tiempo desde la última vez que publiqué algo por Médium. He estado trabajando en un proyecto de novela que me ha absorbido el tiempo de subir historias, pero no quiere decir que no pueda compartirles algo en lo que estoy trabajando. Me gustaría comenzar con algo diferente a lo que están acostumbrados. Voy a compartirles mi opinión sobre “El jardín secreto”, de Frances Hodgson Burnett y sobre algunas adaptaciones.

La premisa es conocida: Mary Lennox, una huérfana de padres ingleses de la India, migra a Inglaterra para vivir en casa del su tío, el señor Archivald Craven. Durante su estancia, Mary pasa a ser de una niña mimada y sin amor a una cariñosa y entregada por hacer algo bueno por los demás. Es a través de la interacción de dos personajes en particular que Mary comienza a cambiar. El encuentro con el petirrojo es la excusa para que Mary explore más allá de lo permitido, indague por la vieja casona, encuentre la llave y se adentre en la profundidad de un jardín abandonado que espera su renacimiento. El segundo personaje que incita el cambio en Mary es la sirvienta Martha: fue ella quien la empuja a salir, jugar y ser una niña normal que disfrute de las cosas simples. La curiosidad de Mary por Martha y por su vida familiar hace que conozca de Dickon y que entable una amistad que la ayuda a reconocer lo malo de su pasado. La narración de la novela juega con la dualidad entre lo sombrío y triste de la mansión en contraste con los cambios paulatinos que tiene el jardín cuando los niños van cultivando las flores poco a poco. También se da cuando Mary conoce a su primo Collin, quien está enfermo, débil y postrado en una cama. La interacción con su prima hace que Collin recobre energía y encuentre un propósito a su existir; se exalta cuando el jardín comienza a florear y la vida resurge entre los escombros.

Las adaptaciones de la novela se han dado ciertas libertades en relación con la trama. En mi opinión, la película de 1993 captura la esencia del material original. La locación, el tiempo histórico, el contraste entre vida, muerte y renacimiento sobrepasan las expectativas del público para sentirse inmersos en la majestuosidad de una mansión y en la magia de tener un secreto y cultivarlo con la promesa de renacer la esperanza. No hubo cambios en general en contra de la obra original: la personalidad de los protagonistas se mantiene en todo momento y existe un arco de transformación en ellos. En contraste con la adaptación de 2020, dicha película se toma libertades creativas para juntar personajes o simplemente reducir la importancia de estos en la trama. En particular, el personaje de Martha, quien funciona como catalizador para hacer que Mary empiece a cambiar, no muestra empatía por ella cuando recién llega al contrario del material original. Todas las demás situaciones parecen aleatorias y el cambio de malcriada a amorosa se da “por arte de magia”.

Me reconecté con mi niñez al releer esta novela y ver la adaptación de 1993. Pude sobrepasar la línea de que ese libro era un clásico y me dediqué a disfrutar la historia por lo que es. Me recordó que la fantasía, el poder de creer y el cambio son posibles si le da la oportunidad a que la gente entre en tu corazón.

--

--

Fernando Barrera
El Circulo

Graduado de economía. Especializado en creación literaria. Amante de la fantasía y ciencia ficción. Todo un litaku: literato y otaku al 100.