Los Seres Feéricos de Susanna Clarke

Jonathan Strange y Mr. Norrell

Luisdadeleon
El Circulo
9 min readNov 30, 2020

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Libros escritos por Susanna Clarke.

Jonathan Strange y Mr. Norrell fue la primera novela de la autora británica Susanna Clarke. Publicada en el año 2004, aunque primero tuvieron que pasar unos 10 años de extenuante planificación para que la obra finalmente viera la luz.

Con más de 800 páginas incluyendo detallados pies de página, la escritora nos presenta una historia alternativa de las guerras napoleónicas del siglo XIX, con una Inglaterra no muy radicalmente opuesta a la que ya conocemos, salvo por un pequeñísimo detalle… aquí la magia es real.

Sobre la construcción del mundo

Este es un libro que debería servir como referencia a todo autor del género de fantasía contemporánea, no solo por contar una premisa cautivadora, las increíbles caracterizaciones de personajes moralmente ambiguos, el uso de figuras retoricas o la delicada narración que imita a la perfección el estilo literario de la época que pretende emular. En realidad, todavía hay mucho más que alabarle.

La Batalla de Waterloo

Quizás la mayor riqueza de la novela va más allá de los increíbles que dotes que demuestra la autora para presentar un complejo argumento literario (cosa que ya es decir mucho), sino también por el nivel de detalle que tienen sus descripciones sobre la época, sumado a todas las referencias y personajes históricos que le dan un sustento y cercanía a su mundo con el de nuestra realidad. No es por casualidad la mención sustancial de figuras como Goya, Lord Wellington, Lord Byron y el Rey George III.

«La gente tiene unas ideas muy raras de los magos. Querían que les hablara de vampiros». — Escribió Jonathan Strange en una carta dirigida a John Murray, después de la legendaria reunión entre Lord Byron, los Shelley y Polidori.

Sentido y Sensibilidad de Jane Austen— Ilustración por Hugh Thomson.

Sin embargo, todo este conocimiento histórico, termina entremezclándose con la mitología del propio constructo imaginario creado por Clarke, cuyos propios hechos ficticios son introducidos desde el primer capítulo, creando así un universo donde lo mundano y lo fantástico coexisten en un fascinante hibrido del que es imposible aburrirse.

El gran acierto de la autora es utilizar los pies de páginas como una herramienta metanarrativa, dándonos un vistazo del funcionamiento y referencias bibliográficas sobre hechos inventados (inspirado en relatos de Jorge Luis Borges). Aportando mucha información que podría no parecer relevante al principio, pero nos mantiene inmersos a medida que va construyendo este universo y da siempre la impresión de que solo estamos viendo la punta del iceberg.

En Madrid, el pintor Francisco de Goya hizo en tiza roja un esbozo de Jonathan Strange rodeado de los napolitanos muertos. En el dibujo, Strange está sentado en el suelo, con la mirada baja y los brazos caídos, en actitud de indefensión y desesperanza. — Fragmento de Jonathan Strange y Mr. Norrell por Susanna Clarke.

Disparate de Miedo — Francisco de Goya

Los temas de la novela son variados y se complementan entre sí, muchas veces para retratar los principios de lo que se define como el clásico “comportamiento inglés”, muy aunado a conceptos relacionados con el honor, la nobleza y los buenos modales, pero al mismo tiempo coexistiendo en la dicotomía de prácticas negativas como la esclavitud, la desigualdad y el exagerado valor que se le da a las apariencias.

El sistema mágico de Clarke

No es una historia donde se nos explican reglas definidas sobre el correcto funcionamiento de la magia, pero aun así hay una infinidad de referencias a la propia historiografía inventada relacionada con ella, abarcando casi un cuarto de todo el libro.

Esto lo hace la autora con el objetivo de darle un mayor significado a la forma que tienen los personajes de interactuar con los fantástico y todo lo que esto deriva, pues se vuelve trascendental en la obra explicar cómo los valores aristocráticos y el estatus social repercuten en lo que es denominado el “uso apropiado de la magia inglesa”.

Ilustración de Jonathan Strange y Mr. Norrell por Portia Rosenberg.

El funcionamiento de la magia no es lo importante en sí, sino la manera en cómo esta afecta y suscita cambios radicales en los protagonistas en la forma que tienen de comportarse o comprender el mundo que les rodea.

— ¿Puede un mago matar a un hombre por arte de magia? — le preguntó Lord Wellington a Strange.

Este frunció el entrecejo. Pareció que no le gustaba la pregunta.

— Supongo que un mago podría — admitió — ; pero un caballero, jamás.

Este es el asunto que hace que sea más interesante la novela, pues utiliza un elemento imaginario para ofrecer una mayor fuente de conflictos, relacionados con las propias debilidades y emociones humanas de los personajes, que, al fin al cabo, pecan de ser simples mortales con los mismos deseos egoístas que cualquier otro tendría en su posición.

The Fairies — Le Villi.

Sobre el mundo de las hadas

Pareciera que hay mucho de la propia mente de Clarke la que le da forma a este universo aparentemente original, pero también hay que considerar que utiliza muchos elementos del propio folclore inglés y creencias arraigadas al paganismo para que haya una perfecta cohesión con el contexto histórico en el que se desarrolla el relato.

El único villano discernible es aquel misterioso individuo referido únicamente como “El Caballero con el pelo como el vilano de cardo”, una entidad sobrenatural de poderes mágicos incalculables que reina en otro plano de la existencia llamado “Tierra de Duendes”, una dimensión paralela conocida por haber tenido en el pasado una conexión con nuestra realidad mediante portales o puentes invisibles.

Ilustración de Jonathan Strange y Mr. Norrell por Portia Rosenberg.

Esta descripción no está muy alejada a la mitología y el saber popular de las hadas o como son llamadas en el inglés original: “faeries”. En la traducción al español del libro son llamados de forma genérica como “duendes”, aunque el término más exacto y comúnmente utilizado en nuestro idioma ha sido siempre el de “hadas”. Tan solo mencionar estos dos nombres producen en nuestra mente una asociación directa con la imagen de ciertos seres mágicos muy conocidos por una amplia variedad de relatos infantiles, que presentan características bien definidas, pero muy dispares entre sí.

El origen del término “fairy” o “faerie” es muy antiguo y no es usado solamente para referirse a solo una clasificación de personajes imaginarios, sino una manera generalizada de hablar sobre un conglomerado de criaturas míticas o entidades sobrenaturales. Las “hadas” que coloquialmente conocemos son también llamadas “Sprite”, que derivan del latín Spiritus (Espíritus). Por lo que sería más apropiado según el contexto del libro de Clarke referirnos a ellos en su totalidad como Seres Feéricos.

Esto iría más acorde a una escena en particular del libro donde vemos a todos los súbditos que conforman la corte de El Caballero con el pelo como el vilano de cardo, en la que presenciamos varias descripciones surrealistas (particularmente una bastante perturbadora sobre un vestido compuesto por bocas humanas) debido las habilidades que tienen esta variedad de seres que escapan de nuestro entendimiento, pero al mismo tiempo, conservan las características comunes de poseer o mantener una apariencia humanoide.

The Dance of the Little People — William Holmes Sullivan.

El misterioso villano de Clarke también guarda la misma personalidad maliciosa tan característica y asociada con los de su especie después de la cristianización,que luego fue perpetuándose en la literatura gracias a la popularidad de icónicos personajes picarescos, sirviéndonos como arquetipo el reconocido Robin Goodfellow (o Puck) representado en una pieza teatral de William Shakespeare.

“Los consejeros del rey Enrique convinieron en que los duendes eran malvados por naturaleza. Eran lascivos, embusteros y ladrones; seducían a jóvenes de uno y otro sexo, extraviaban a los viajeros y robaban niños, ganado y trigo”.

Es interesante también la constante reiteración de la autora en el texto al sugerir que quizás la incapacidad de los humanos por interactuar o llegar a acuerdos satisfactorios con estos seres feéricos, se debe al hecho de tratarse de culturas con un concepto completamente diferente u opuesto a diversas cuestiones morales en nuestra educación.

The Wounded Knight — Jacques Laudy.

Quizás no sean propiamente “malvados” por naturaleza, pero sin duda sus acciones en el mundo conllevan repercusiones no deseadas en los mortales, debido probablemente a un sentido del humor que resulta mucho más sanguinario y retorcido comparado con el nuestro, que en nada se complementa bien con el concepto tan bajo que demuestran por la especie humana en general.

Al igual que nosotros, al referirnos a una gran diversidad de tribus y razas de criaturas sobrenaturales, decimos «duendes», ellos suelen llamarnos «cristianos», independientemente de nuestra religión, raza o era. — Pie de página de Susanna Clarke.

El Caballero con el pelo como el vilano de cardo parece disfrutar también de un hobby bastante descrito en las leyendas populares relacionadas con los llamados “changelins” o “cambiantes”, demostrando esta afición tan común de los seres mágicos de encapricharse con ciertos humanos y buscar diferentes formas de convertirlos en sus esclavos (quizás mascotas) mediante engaños o intercambios simbólicos, como el de sustituir al individuo ya sea con otro ser feérico o con una imitación creada a base de un tronco de madera.

Desde tiempo inmemorial, ellos raptan a hombres y mujeres cristianos para convertirlos en criados, o para obligarlos, como en este caso, a tomar parte en sus tediosos pasatiempos: sus bailes, sus fiestas, sus largas y vanas celebraciones del polvo y la nada. — Fragmento de una carta de Jonathan Strange al reverendo Henry Woodhope.

The dream after the masked ball — John Anster Fitzgerald.

Podemos concluir, que aunque efectivamente Clarke se inspira de diversas fuentes propiamente británicas o del extenso folklore que abarca Reino Unido, su genialidad también recae en darle un giro a un concepto ya conocido en la literatura fantástica, pero dando la impresión de que se trata de una idea complemente original, una habilidad que comparte con otros escritores de gran admiración y popularidad, como Neil Gaiman.

Datos sobre la autora

Susanna Clarke comenzó a escribir su primera novela “Jonathan Strange y Mr. Norrell” en 1993 y tardó diez años en culminarla. Asistió un taller de escritura de fantasía y ciencia ficción impartido por Geoff Ryman y Colin Greendland, el segundo quedo tan impresionado con uno de los relatos de cortos realizados por Clarke que envió una muestra (sin consentimiento de la autora) a su amigo Neil Gaiman, que rápidamente alabo el potencial de la escritora:

“Fue aterrador desde mi punto de vista leer este primer cuento con tanta seguridad… Fue como ver a alguien sentarse a tocar el piano por primera vez y tocar una sonata”. — Neil Gaiman

Susanna Clarke, autora de Jonathan Strange y Mr. Norrell — Foto tomada en el 2004 en Londres.

Varios de sus relatos fueron después publicados en antologías del género de fantasía y ciencia ficción junto con otros autores. Pero el proceso de realizar su primera novela se volvió un tanto tortuoso. La autora confesó que al principio se trataba de un proyecto personal y su método consistió en escribir prácticamente en retazos de manera desorganizada según se le iban ocurriendo las ideas y luego, fue uniendo todas las escenas sueltas para darle un orden cronológico. Era una actividad que hacia en su tiempo libre, intentando mantener un régimen de escritura de por lo menos tres horas diarias, aspecto que no siempre cumplió al pie de la letra.

Finalmente, el manuscrito fue comprado por Bloomsbury, previo a eso fue rechazada por otras dos editoriales que pensaron que seria un libro imposible de marketear. Aunque es referida como una novela de fantasía, es también un pastiche de diferentes fuentes y géneros literarios muy variados, que van desde el relato gótico hasta la comedia de costumbres, imitando además el estilo y lenguaje de autores del periodo, siendo comparada con Charles Dickens y Jane Austen. A pesar de la reticencia editorial, su obra se convirtió en un bestseller y fue adaptado a miniserie por la BBC en el 2015.

Piranesi de Susanna Clarke — Bloomsbury

Su segunda novela, Piranesi, fue publicada finalmente en septiembre del 2020, después de muchos retrasos debido a constantes problemas de salud. Aun así, con una bibliografía bastante corta, Clarke merece ser considerada uno de los mejores talentos de nuestro tiempo.

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© Luis Daniel De León

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