Moscas
Dejas tu mensaje en el posavasos.
Donde un imbécil derramo su azúcar.
Es un número extenso y un puente.
Es la peor trama, para mi duende.
Las maderas crujen debajo del cielo.
El lugar se ha atestado de moscas.
Todas gritando ensimismadas de bronca.
Por el nimio almíbar que hemos dejado.
Nadie contesta del otro lado.
Mientras jugueteo con un dado.
Arranco mis botones negros.
Soñando una mano en tu pelo.
Atiende otra voz, preciosa.
Susurra distancias y sensaciones.
Dibujo un mapa preciso.
Mientras los ventanales crujen.
A borbotones los insectos.
Se dan al escape junto a mi.
Con extrañeza amaneciente.
Frente a tu puerta.
De madera crujiente.
Entre nuestras comisuras.
Todas se alimentan.
Se han cumplido todos los antojos.
Mi amor hoy tiene miles de ojos.