Uno Mas.

Cristhian Beltran
El Circulo
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2 min readDec 22, 2022
Tomado de Beyond-Creation.com

Una espesa capa de niebla cubre el espacio. Las personas, a lo lejos, parecen diminutas sombras correteando, conspirando contra lo inamovible, evitando lo estático. No hay atisbo alguno del cielo pues el gris uniforme bordea el techo esférico del cielo. Dentro de la niebla esta Jacinto, un niño ¿o niña? La espesura blanca y su pelo largo confunden su sexo ante las miradas de nosotros los caminantes, los observadores del mundo, aquellos que no tomamos acción, sino que tomamos nota de ella.

Sus facciones parecen ser de un niño de seis años pero su mirada confunde su edad con siete u ocho años más, como si por cada tragedia se le sumaran años encima. Se sostiene en sus dos pies agachado, acurrucado con la mirada al frente, no llora, esta impasible, su mirada refleja esencia de vida y un profundo conocimiento de esta por los golpes secos y dolorosos de la vida.

Los caminantes no dejan de caminar y los observadores no dejamos de mirar, todos siguen su rol, la vida continua para todos sin resquicio alguno de empatía. Para él y para mi hay algo diferente, nuestras miradas se entrecruzan, no es ternura ni empatía. siguen las miradas, sin expresión, con sabiduría, con entendimiento profundo de lo que sucede.

La niebla se vuelve mas liviana, el aire mas cálido, el paisaje empieza a despejarse, yo sigo observando.

Un hombre a su lado, tirado en el suelo boca abajo con sus cuatro extremidades desparramadas como en un profundo sueño yace bajo un charco de sangre negra, ya estancada, ya seca.

¿Quién es? ¿su padre? ¿su hermano? ¿nadie? Me mira y entiendo. Asiente a este último interrogante, nadie, al final ninguno es nadie. Todos los cuerpos se vuelven instrumentos de guerra, de intereses, armas de cuatro extremidades, ya no importa, su sabiduría, su mirada y su expresión me tranquiliza porque ese cadáver terroso y frio que yace a su lado ya no es su padre, su hermano, su amigo, quien hubiese sido ya solo pervivirá en la existencia misma a través de los espejos intangibles de la memoria que yacen como escudos de defensa ante la inhóspita velada del olvido.

Lo tangible, lo corpóreo ya no es nada para él, lo aprendió cuando al lado derecho hace años se acurrucó ante el cuerpo de su madre, es solo un cuerpo masacrado despojado de su esencia, uno más.

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Cristhian Beltran
El Circulo

En busca del alivio a través de los intrincados caminos de la escritura cebeltranb21@gmail.com / ig @beltranb21