SOBRE LA DIVULGACIÓN Y LOS NUEVOS MÉTODOS PARA LLEGAR A LA SOCIEDAD

Maklabi
ARQUEÓLOGA DE NOCHE
4 min readFeb 8, 2018

A la hora de divulgar es imprescindible pensar en quién va a ser el receptor de esta información. La decisión o el análisis de nuestro público condicionará por completo la forma de divulgar nuestro trabajo. Así como se realizan unidades didácticas para enseñar a niños y maquetas visuales para visitantes sin conocimiento de historia y arte, debemos pensar en quién será el consumidor de nuestro trabajo de investigación o trabajo arqueológico.

En mi opinión no se realizan estudios serios sobre el objetivo de dichas divulgaciones. Uno de los casos que más me preocupa es la falta de interés de la gente en la historia. Apostaría a que el problema no es unidireccional. Actualmente existen infinidad de opciones de ocio de lo más interesantes, de fácil acceso e incluso hipnóticos a los que dedicamos muchas veces más tiempo de lo que realmente queremos. La televisión, los videojuegos, las redes sociales, o incluso la simple actividad física de quedar con los amigos nos suena más interesante que ir a un museo o leer un libro histórico.

Vivimos en una sociedad que está evolucionando a lo inmediato y a lo cómodo. Toda aquella actividad que llegar al objetivo nos suponga horas la consideramos un esfuerzo demasiado grande. Un reflejo de esta inmediatez es que lo queremos todo desde el sofá de casa y en el momento, e Internet es el gran aliado de esta nueva sociedad. Por otra parte estamos rodeados de demasiada información y demasiada oferta. Con razón se le llama a esta época la era de la infoxicación. En conclusión, deberíamos buscar una forma diferente de transmitir el conocimiento generado por los arqueólogos e historiadores para llegar a la sociedad y esta debe ser mostrada de forma clara, concisa y en pequeñas píldoras.

Desde hace ya unos años museos, educadores e investigadores especializados están experimentando con herramientas diferentes y actuales. Uno de los ejemplos más significativos de esta actividad es la historia de Leon Vivien (Alpañes, 2013), combatiente de la primera guerra mundial y que narro sus vivencias en Facebook con todo tipo de detalles verídicos. Por supuesto se observará que esto es imposible, y es que Leon Vivien es un personaje ficticio creado por la empresa DDB París para el Museo de la Gran Guerra del Paix de Meaux (París) con el ambicioso objetivo de divulgar sucesos importantes y actividades cotidianas de la no tan conocida I guerra mundial. La empresa DDB, ayudada por especialistas del museo, recrearon fielmente un soldado modelo de la época, se empaparon de las noticias emitidas en los días tan revueltos y crearon una bonita historia de amor donde Madeleine Vivien, su mujer, le recuerda mediante comentarios de Facebook lo mucho que lo quiere.

Muchos puristas podrán decir que esta historia es un despropósito pero lo cierto es que este trabajo de divulgación tiene actualmente la friolera cifra de 63373 seguidores y eso que el 27 de mayo de 2007 el museo comunicó el fallecimiento de Leon Vivien y agradeció a todos los seguidores el interés mostrado y los comentarios dejados. Mientras tanto miles de personas estuvimos pegados a la pantalla pendiente de los movimientos de las tropas, del miedo y la valentía de este soldado. Por cierto, actualmente se puede comprar un bonito libro que recoge las vivencias y las imágenes de Leon Vivien. Esto sí que es una bonita forma de divulgar de forma original, de llegar a mucha gente joven y de financiar parte del proyecto.

Por otra parte, y siguiendo con el formato de ofrecer poquito a poco la información para poder ser digerida, tenemos multitud de cuentas en Instagram y plataformas online de reproducción 3D que, gracias a espectaculares imágenes e información concisa, ganan muchos adeptos (la información no aburre al ser breve e ilustrada). Así cuentas como la de @History_of_the_ancient_worl (Maarit-Johanna, n.d.) con 9916 seguidores enseña al navegante diferentes yacimientos arqueológicos, arte de culturas antiguas y objetos de museos, todos ellos acompañados de referencias para poder seguir indagando sobre el tema.

Si además mezclamos las obras de los museos con nuevas tecnologías que permiten poder mover, girar, explorar e incluso fabricarlas tú mismo, obtenemos un atractivo añadido a poder conocer y aprender sobre nuestro patrimonio. Es el caso de, entre otros, el famoso British Museum de Londres que expone muchas de sus obras como la cabeza de Amenemhat III (British museum, 2015) escaneado en 3D en la plataforma Sketchfab para disfrute de cualquier persona en cualquier parte del mundo. Reales o no lo importante es que enseñan una parte de la historia que muchos desconocíamos.

Ya no hablamos de que esta vía soluciona la imposibilidad de mucha gente de ir en persona al British Museum, sino que estamos facilitando la visita de esta obra a cualquier persona en cualquier parte del mundo y en cualquier momento. Desde luego, está claro que no es lo mismo verlo en persona, pero no podemos negar que estos métodos llegan muy lejos y que, al final, da igual si se realiza una exposición itinerante o si editamos un libro, si digitalizamos una obra para colgarla en Internet o si retransmitimos en streaming una excavación arqueológica.

A fin de cuentas lo que queremos es poner a disposición del público un bien material y hacerlo con rigor científico.

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