La hipocresía una vez más al desnudo
Por Domingo Pérez
La actitud de los Estados Unidos y de Occidente ante el incendio de grandes proporciones ocurrido en el depósito de combustibles en la Base de Supertanqueros de Matanzas me recuerda la actitud de los “aliados”, con EE.UU. al frente, en la apertura del segundo frente en la ofensiva final contra el fascismo, en la II Guerra Mundial. Dilataron la operación hasta el punto de que llegaron a constatar que la Unión Soviética por sí sola estaba en capacidad de vencer al fascismo.
Hoy la historia la narran de otra manera y ellos son los libertadores de Europa.
Pero volvamos a Matanzas y la ayuda internacional que se solicitó para sofocar un incendio de grandes proporciones que no tiene precedentes en la Isla. En este contexto, no se contaba con los recursos materiales suficientes para enfrentarlo. Al producirse la convocatoria de ayuda, de forma inmediata respondieron varios pueblos hermanos: Venezuela, México, Rusia, Nicaragua, Argentina y Chile, así como los Estados Unidos.
Hemos visto la colaboración decisiva de México y Venezuela, países con amplia experiencia en el enfrentamiento a este tipo de contingencia.
Se estableció contacto oficial con la parte estadounidense y se confirmó la posibilidad de asistencia técnica, la cual llegó en la forma de algunas llamadas telefónicas. Intentaron crear matrices de opinión culpando al gobierno cubano de no haber respondido a su disposición. ¿Cómo pueden ser tan hipócritas e infames?
Todavía hay gente honesta que cree en una relación civilizada entre ambos países. El Imperio espera pacientemente para destruir a la Revolución. Ese no es un secreto para nadie.
Una vez más sus cálculos fueron erróneos. Cuando esté todo bajo control, intentarán hacer una escena de “lobo vestido de cordero”, para decir al mundo que no estuvieron aquí para apoyar al pueblo cubano porque la “dictadura” no se los permitió, que por esa razón el incendio no se extinguió antes…bla, bla, bla…
Pero los mismos medios dan fe del heroísmo y el titánico esfuerzo de cubanos, venezolanos y mexicanos, similar al de épocas anteriores, en la manigua redentora, peleando hasta la victoria siempre.
