Palabras

Palabras… su mismo nombre evoca naturalidad, sencillez, algo que damos por sentado en el día a día de nuestro existir, olvidando a veces su poder…. El poder de transformar, de cambiar el tono de un día gris, de inspirar, de alegrar, de enamorar… de destruir y volver a formar. Palabras que son recibidas por un corazón ávido de afectos, que hacen nido en el lugar más secreto de nuestra alma, que navegan en el inconsciente de nuestro ser… Que dejan huellas y que desatan los nudos de la imaginación que el tiempo nos ha obligado a encadenar.

Palabras que penetran nuestro espacio, que irrumpen en el silencio como un susurro, pero que retumban como un estruendo. Palabras que derriban las presunciones de inocencia, de inconsciencia, de ignorancia… Palabras que traen al conocimiento la certeza de lo que es, sin dejar un mínimo espacio para soñar, para creer, para imaginar. Pero, ¿quien quiere imaginar después de todo? ¿No es la certeza de saber mejor que la ignorancia de creer? Tontos aquellos los que aun creen, los que dejan de ver por vivir de ilusiones, los que a ciegas caminan en las vanas calles sin salida de lo que nunca será…

Palabras que finalmente dejan un vacío, de lo que se va, de lo que se pierde. Palabras que no pueden regresar al momento y al lugar donde no habían sido pronunciadas… que no pueden modificar la realidad que crean y llevarla a un estado anterior. Palabras que a la vez liberan. Liberan de las cadenas de la incertidumbre, del quizás, del por que. Palabras que dejan el espacio libre para recibir, para perdonar y perdonarte. Para dejar atrás y caminar hacia adelante. Palabras que te permiten apreciar el dulce sonido de la verdad, y la hermosa melodía de la estela de silencio que dejan a su paso.

Palabras que esperan una respuesta, que solo puede ser concedida en el silencio que surge de la acción que provocan.

Originally published at https://eldesvelotienetunombre.wordpress.com on August 30, 2017.