“Bananero” de la Tromba Bacalao es un cumbión rebelde y antiimperialista

Sudakas Podcast
El Enemigo
Published in
3 min readAug 30, 2019
Foto por Stephanie Ascanio|Cortesía de la banda

El ensamble punklorico y lisérgicotropical bogotano está de vuelta con una agonizante celebración a la olvidadiza historia de este platanal.

¡Hay parranda muchachos!

Es viernes y hace sol en Bogotá, una rareza por estos días. Las montañas se muestran colosales alrededor y las pocas nubes no alcanzan a hacer ni sombra sobre el asfalto.

¡Hay parranda muchachos!

Un acordeón se despliega y transpira de él un sonido como sabanero, un aire caliente como lejano, una cumbia como de Aníbal Velásquez, pero ejecutada por los dedos de un bogotano de apellido Medellín y de nombre Iván. A su paisaje Caribe se suma una percusión tímida que explota y calla de nuevo cuando se encuentra con una voz carrasposa como ebria que dice, en tono medio desafiante, “alza tu muro bananero, alza tu muro bananero/ que nosotros lo tumbamos al bufar del acordeón”.

Entre una y otra nota de voz, Nicolás Samper, dueño de esa voz como ronca y combativa me cuenta sobre “Bananero”, que al igual que “Chococristo”, canción que lanzaron hace algunas semanas, forma parte del nuevo disco que se ha venido cocinando durante los últimos cinco años en los que las exploraciones musicales de Juan David Lacorazza, Nicolás Eckardt e Iván Medellín — tripulantes también de La Sonora Mazurén — junto con la investigación histórica de Colombia de Sámper, han ido dibujando un panorama que ondula entre el pasado de este platanal y una ficción que nace del mismo.

El Jornal del Volatinero, saldrá por entregas de sencillos entre lo que queda de 2019 y el 2020 y será el latir de historias proporcionadas por la realidad de un país en el que la frustración, la rabia, el desasosiego y la incertidumbre motivan a narrar lo que pasa y ha pasado aquí. “Bananero”, por ejemplo, aunque no entra en un discurso histórico, podría entenderse como una reacción a lo que fue la masacre de las bananeras, aquél sangriento episodio en el que durante el 5 y 6 de diciembre de 1928, tras la huelga de miles de trabajadores de la multinacional estadounidense United Fruit Company en la Ciénaga, Magdalena, que buscaban mejores condiciones de trabajo, el gobierno de Miguel Abadía Méndez decidió poner fin a la huelga de un mes que estaba afectando los intereses de la compañía estadounidense al punto que el gobierno americano amenazó con invadir el país si no se hacía nada por controlar la situación.

El arrullo sutil del acordeón y una guitarra que parece bailar en pequeños saltitos recogen las frases susurradas y contenidas que predicen el fin de la tiranía imperialista. “Celebra bien bananero, celebra bien bananero/ que tus grandes invenciones traerán tu destrucción/ Ten esperanza bananero, ten esperanzas bananero/como princesa de Disney espera por tu eterno amor. Hay parranda muchachos/por el fin de los imperios bailemos este cumbión/ que tus grandes invenciones traerán tu destrucción/ como princesa de Disney espera por tu eterno amor”.

La rabia estalla, se libera, crece y se vuelve algo visceral, una invitación al fin de los imperios y al baile. Hace calor en Bogotá y hay parranda, muchachos.

Escucha “Bananero” aquí abajo

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