El rito cadencioso de Hermanos Menores y Chúpame el Dedo en Antípoda

Eduardo Santos Galeano
El Enemigo
Published in
3 min readMar 7, 2019
Foto por Marcela Parra. Cortesía de In-Correcto

“HAY QUE SER MUY BOBO PARA QUE NO LE GUSTE LA FUSIÓN. HOY 2 DE MARZO DE 2019 GRAN EVENTO MULTITUDINARIO JUNTO A HERMANOS MENORES, QUE TAMBIÉN FUSIONAN”. Con esta labia concisa y consciente, los propios esbirros tropicales de satanás, Chúpame el Dedo, invitaron a su primer toque capitalino del 2019 junto a Hermanos Menores el pasado sábado.

Organizado por el Sello In-Correcto, pintaba como la oportunidad ideal para ver a dos poderosos exponentes de la tropicalia y la disonancia bogotana detonando bajo un mismo techo, y así fue. Desde el amplio Antípoda, un venue relativamente nuevo de dos pisos en pleno corazón de Chapinero, decenas de almas asistieron al rito de esta dupleta referente de la noche bogotana que en esta primera parte del año fungirá como la alineación titular del sello presidido por Santiago Álvarez.

De esa manera y con el sitio todavía llenándose de a pocos, Hermanos Menores se subió a tarima con su última alineación: Daniel Piedrahita en guitarra, Alejandro Solano en el bajo y Juan Manuel Jaramillo -integrante de Tristán Alumbra- en batería reemplazando a Sergio Moreno. Lo que convocó este nuevo encuentro con los Hermanos fue una de las primeras presentaciones de su segunda placa, Las Ciudades Devoran Pueblos, que está al aire desde el pasado 27 de febrero y al que se le dedicó esta última fecha en casa antes de sacarlo a pasear por el continente.

Se escuchó la línea de bajo furiosa de “Piélago”, el sabroso tupa tupa de “Mañoco” y la guitarra arrulladora de “La Tola no es Tola”. La potencia de Hermanos Menores comenzó a tope, como nos tienen acostumbrados desde los días del Campoamalia. Su toque en Antípoda se pensó como una presentación de principio a fin de su último álbum que así como sonó esa noche, se grabó de corrido algún miércoles de septiembre del año pasado en el estudio Pirata Mag en Cuatitlán Izcalli, Estado de México, durante su “Gira del Dzulúm” por México.

Más allá de hablar de canciones, las presentaciones de Hermanos Menores son una experiencia que funciona como un todo en el que el trío va de aparentes momentos de calma a un conteo de “¡Un, do’, tre’, cua’!” exclamado por Piedrahita o Solano para de nuevo volver a estallar en la disonancia y los efectos sonoros. Cabeceo desenfrenado, un pequeño pogo inevitable, el corazón a toda velocidad y adiós, una inyección de adrenalina certera, a lo Hermanos Menores.

Después, con la casa a reventar, el bendito y bien maldito Chúpame el Dedo. Un experimento que no podía salir de otra lado que de la genialidad consagrada de Eblis Álvarez y Pedro Ojeda — Romperayo, Los Pirañas, Meridian Brothers — que celebra nuestro legado bastardo metiendo los clichés más arraigados a la tropicalia y el metal en un dueto que lleva dando vueltas desde el 2013.

Foto por Marcela Parra. Cortesía de In-Correcto

Además de ver en acción a la maquinaria de Eblis y a la máquina que es Pedro tras los platos, fue el día para adentrarse en el universo de No te metas con Satán, su nuevo álbum que estará disponible a partir del 8 de marzo. Con la sedosas túnicas satánicas encima, estas leyendas de la tropicalia nacional se fueron de largo con “Metalero”, “Peos” o la propia “No te metas con satán” en medio de conversaciones caricaturescas entre ellos con efectos vocales en las que Pedro representa al metalero rockalparquero emputado y Eblis a un personaje más tropical y desorientado.

Baile, más baile, sudor en el ambiente, cada vez menos ropa y algún pequeño pogo amistoso ocasional. Ver a Chúpame el Dedo debería ser una materia obligatoria para el bogotano de a pie y es la muestra definitiva de que estos monstruos todavía tienen mucha gasolina para seguir encendiendo su nicho en la capital y en el mundo. Diversión asegurada para todas las edades con este mutante infernal.

Fue un rito, fue innegablemente cadencioso, In-Correcto cumplió con lo prometido y todavía les quedan casetos de ambos discos para los entusiastas del formato en cinta.

Escuchen Las Ciudades Devoran Pueblos aquí.

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