Muchacho Berraco, o la esencia del jam

Muchos nacimientos implican muchas muertes y muchas muertes, muchos nacimientos. Es la naturaleza cíclica de la vida, y eso va más allá de lo “natural” para verse reflejado, en últimas, en todo. La incertidumbre, que surge tras cada nacimiento o muerte, por otro lado, es bien importante en esos ciclos, y esto porque sólo hay dos formas de actuar frente a ella para poder sobrellevarlos: esperar o desesperarse.

Sara Sofía Rojas
El Enemigo
10 min readJul 8, 2020

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De izquierda a derecha: Enrique Melgarejo, Andrés “Bongie” Giraldo y Andrés Mira

Si alguien sabe de nacimientos, muertes e incertidumbres, es el Muchacho Berraco: Enrique Melgarejo, Andrés Mira, Andrés Giraldo aka Bongie, y Logan, un bulldog criollo de 10 años que ha estado con ellos desde el primer día. Hoy, el muchacho es un sello discográfico que prefirió esperar antes que desesperarse. Que nace de y por la incertidumbre con el único fin de retribuirle a la música algo de lo que les ha dado.

Pero la esencia del Muchacho, viene de antes de empezar a serlo oficialmente. Cuando se trataba de 5 personas con la necesidad de tener un espacio para hacer proyectos por allá en 2014, y aunque nunca supieron realmente qué hacer, han hecho.

E: Teníamos un espacio de experimentación en la sala de Rattrap, íbamos a escuchar vinilos, a jammear 4 horas y a grabar todo eso.

A: Era una olla, una olla linda.

E: Teníamos un proyecto de improvisación y experimentación, Aparato (el proyecto anterior a Latencia) porque era muy aparatoso.

A: Enrique nos metió a un concurso, así que un día llegó diciéndonos que teníamos una audición al día siguiente y no sabíamos…

- ¿Y qué vamos a hacer?

- Nada. Pues nosotros siempre jammeamos y ya. Pues jameemos

- Bueno…

- ¿¡A lo bien!?

E: Ganamos, y así le abrimos a Gus Gus en el Metropol, jameando. Lo que más hemos hecho en la vida es eso, sentarnos a jammear.

Audición de El Aparato en Hard Rock Café (2015)

Esa esencia del jam, de improvisar y solucionar las cosas en marcha, es la esencia del Muchacho Berraco. Algo que además de mantenerlos enfocados en el presente, cualquiera que sea, y sea que sea lo que eso signifique, les ha dado mucha química.

A: ¿Química?, química eso y tocarlo todo: jazz, ska, rock, salsa, merengue…

B: ¡Hasta champeta! Teníamos una chisga de champeta La Muchampeta.

A: Éramos superestrellas en Armando All Stars.

Los muchachos de La Muchampeta en Armando All Stars (2018)

Con el tiempo, el colectivo de experimentación y todo lo que se tenía en mente, pasó de 5 a 3 cabezas. “Nos echaron de Rattrap porque hacíamos mucho ruido… bueno, y no solamente mucho ruido. No vimos muchos lugares antes de llegar a esta casa”. Una casita de dos pisos en un barrio residencial, con la fortuna de ser esquinera, y en 2 de sus 4 equinas tener de vecinos 2 locales comerciales.

De fondo, la casa. Delante, la nueva imagen a cargo de Diantres Studio

E: Igual nunca tuvimos muy claro qué hacer, queríamos un lugar para toques, talleres…

A: ¡No, nosotros íbamos a hacer un bar en esta casa! Esa fue la primera idea: A ver, las mesas… Imagínese las sillas por acá, jajajaja.

E: Sí, hasta ahora, después de 5 años, lo tenemos claro. O bueno, lo probamos todo y ya sabemos por lo menos qué no vamos a hacer. Por ejemplo, la publicidad nos genera dinero, pero no queremos dedicarnos a eso exclusivamente…

A: ¡Uuuuuy, pero esos proyectos que nos llegan son una chimba!

SS: A ver…

A: Por Bongie teníamos un contacto que hacía proyecciones y ya habíamos hecho un par. Llamaron un día a decirnos “necesitamos YA que nos hagan un camello”, era en la época en la que venía el papa…

E: No sabíamos nada más, además nos dijeron “la referencia es la música de Avatar”

B: Épico, ¡épico!

A: Y el diseño sonoro (todo lo que escucha que no es la música: animales, pasos, océanos, etc…) era igual de épico a la canción, flores, cosas moviéndose, viento, palomas, Colombia creciendo. Ah claro, una publicidad de Avianca porque había venido el papa, pensamos…

E: Es que todo sucedía en un avión, como que le crecían flores al avión y nosotros “veeeeerga, qué raro”…

A: Nos dividimos el trabajo y yo borré todo lo que había hecho Enrique, todo. Fue como “borrar” “guardar”…

E: Yo había pasado derecho, y es que al día siguiente teníamos que mandar la prueba porque tenía que aprobarlo el presidente. “Ah, el presidente de la empresa. Es algo muy importante, es Avianca, tiene que aprobarlo el presidente de la empresa”, y pues no.

A: ¡Juan Manuel Santos!, jajaja

E: ¿¡Juan Manuel Santos, qué!?, jajajajaja

A: El caso es que ganamos, nos pagaron, todo bien, y llegó el día de la presentación. Esto iba a ser para la despedida del papa. Mapearon el avión en el que iba a irse. Después de 40 mapalés. Están sentados al frente del avión: Juan Manuel Santos, el papa, la esposa, y nosotros viéndolo desde la casa en vivo…

B: ¡Síiiii, jueputaaaaaa!

A: ¡Qué chimba, somos famosos!

E: ¡Papás, vean lo que hice!

A: Se quedan 3 minutos viendo el avión

*silencio*

A: Ese silencio que escucha es el que se escucha en la transmisión. Todo el mundo esperando a que pase algo y no pasa ni mierda. Un man se le acerca a Juan Manuel Santos, le dice algo, y él le dice al papa “vámonos, no funcionó”.

E: ¡Nunca sonó nada! La productora fue la que quedó mal, le quedó mal al presidente ¡y al papa!

A: Ese iba a ser nuestro momento del estrellato, y no pasó

E: Y ha habido muchos así, las señales que nos da la vida: “No, por ahí no es”

En marzo de 2015 empiezan a adecuar la casa acústicamente. En el estudio: una mesa cascadísima, un portátil, unos parlantes pequeños y un sofá heredado de Rattrap. Abajo, la batería, un equipo y nada más. 5 años después arriba hay un computador de escritorio, vinilos, discos, instrumentos en las paredes y sobre los muebles, un calendario, y otro sofá. Abajo, más instrumentos, sonido, cables y pedales.

E: La verdad es que el primer año fue pura fiesta, no hicimos ni mierda

B: ¡Hicimos el compilado!

E: Pues como se había acabado el año y no habíamos hecho nada, hicimos el compilado

*risas*

A: Pero porque teníamos otras cosas, fuimos a México, fue lo del Metropol con Aparato… Tampoco, pues, tampoco

E: Sí, pero sí era más fiesta

*risas*

A: Bueno, sí.. Hacíamos asados en el patio. Mauricio (aka el Turco Perro, volcalista de Kokodrilo y ex Muchacho Berraco), se la pasaba haciendo hamburguesas…

B: Nuestra finca en la ciudad…

El 2015 les dejó el Artistas Berracos volumen 1con 3 canciones, cuando solamente se juntaban a hacer música: Burundanga y Papaya (que hoy son de Latencia), y La Línea. Un CD en un empaque de papel que tiene a Logan en el fondo, diseñado por Bongie, que aunque toca (y no sólo en una, dos o tres bandas) también es publicista y diseñador, “gracias a eso que tenemos vainas gráficas decentes y chéveres porque si no, creo que hubiéramos hecho vainas muy horribles”.

Ese año también empezaron a hacer los Remixes Berracos en los que reversionan a Telebit, Los Rolling Ruanas, La Tromba Bacalao, Romperayo, Jaranatambó y Santiago Navas. Todos bien electrónicos, nada para la disco, muy experimentales. “Los hacíamos pensando: ¿Y qué si esta canción de X artista la hubiese hecho otro?, los remixes salen de nosotros poniendo las canciones en otro contexto”. Los terminan en 2016, y acaban reafirmando esa tensión sonora entre lo electrónico y lo tropical, característico de su trabajo.

Remixes Berracos vol. 1 en Bandcamp

Ese mismo año, Andrés sale del país un tiempo y Mauricio, Enrique y Bongie empiezan a darle más fuerza al Muchacho. Se decide comprar equipos para sonido en vivo y usarlos en diferentes eventos. “Cuando yo llego ya puedo decir que esto es algo y sé cómo podemos ofrecerlo. Ellos tres crean una marca y la hacen funcionar dentro de la escena. Y aún sin ser algo en específico, sí es algo útil”. También se piensan todo el primer disco de Latencia (_Puente_), y se convierte en su primera experiencia de hacer un disco de principio a fin, todo eso que implica tener algo físico, que se pueda vender.

Una de las exclusivas de su lanzamiento como sello en Bandcamp, es Bogando (2017) un disco de Iroko, amigo de la casa, en el que metieron mano en algunas grabaciones, parte del diseño, y producción. Según Andrés, uno de los proyectos en los que trabajaron de la manera más organizada posible “’¡con cronograma y todo!”, y que en aquel entonces sólo salió en físico, pero que emana mucho de esa esencia electropical con la que arranca esta nueva etapa. Toda esta experiencia, hoy les permite mirar atrás y reconocer que si bien “Antes lo más difícil era ponerle nombre a las cosas, o más que eso, acabarlas. Hoy es la distribución”.

Los últimos 2 años les dejaron el amor por el vinilo, y por poner música en vivo. Uno de sus mayores aliados fue El Chamán. En sus primeros eventos, eran quienes ponían el sonido, también organizaron fiestas de salsa, de música africana, jams de improvisación de diferentes géneros, y toques. Lo del vinilo, de hecho, venía desde que se juntaban en Rattrap.

A: Primero nos enamorábamos nosotros del vinilo y luego llevábamos a otra gente y la enamorábamos también. Era como “Bueno, vamos a ir escuchar música en vinilo, ¿okey?”. Como avisándoles que era toda una experiencia. Eran sesiones de escucha realmente.

E: Sí, desde ahí estuvo eso, y lo que hablábamos siempre era que qué chimba porque el hecho de que fuera un vinilo hacía que uno se tuviera que sentar a escuchar, no podía adelantar la canción. Tenía que escuchar al menos la mitad del vinilo para saber si seguir o no.

A: Al inicio, sólo teníamos qué, tres vinilos y los repetíamos.

E: Ahí se reflejó también mucho de lo que hacemos porque lo que decíamos era “escuchemos algo y tratemos de jamear como lo que acabamos de escuchar”

Antes de lanzarse como sello, una de las ideas que tenían en mente era la de una página web propia, con tienda de vinilos virtual incluida. Una en la que además de generar un vínculo sentimental con el objeto, se conocía también, y se generaba otro vínculo, con la historia detrás del mismo.

E: Una vez en Buenaventura nos contaron de un man que era una leyenda, que vivía de caminar por ahí en la calle vendiendo vinilos. Volvimos tiempo después pues a echar farra, *risas* pero también a buscarlo, no encontramos nada. Luego volví yo y sólo conseguí el número de un primo. Este año (2020) volvimos y dijimos “bueno, vamos a ir sólo a eso, ya no vamos a echar farra tanto”.

A: Aclaración, tanto…

E: Él estaba enfermo entonces no podía salir de la casa y a nosotros nos tocó ir hasta su barrio que es bien candela, y alumbrábamos, pero igual nos metimos allá. Además de comprarle, le propusimos ordenarle los vinilos que tenía, una montaña gigante de vinilos echados ahí a lo maldita sea. Lo sacamos todo y se lo organizamos en canastas.

A: Creo que es el día que más hemos trabajado en nuestras vidas…

B: El primo era “¡cuidado que por ahí hay una rata!”, y nosotros “jueputaaa” y sí sonaba.

E: Yo me acuerdo que uno corría las cosas y eran cucarachas gigantes o la cola de la rata saliendo.

A: “¡Esa rata parece un gatoooo!”

*risas*

E: Llenamos bolsas de basura con vinilos con los que no se podía hacer nada, porque ni siquiera tenían caja. También hicimos una entrevista porque lo que se nos ocurrió fue que detrás de los vinilos hay una historia la verga y a uno nunca le muestran de dónde vienen ¿no?, ¿dónde se metieron, o quién?

Iroko, el Mello y Muchacho Berraco en Buenaventura (2020)

En Muchacho Berraco se ha hecho de todo, pero ha sido un problema porque a veces también es importante tener algo en lo que enfocarse. “Uno no puede hacer una sola cosa para vivir de la música. Pero ahora que nadie está viviendo de nada, creímos que era un buen momento para hacer el sello. Queremos aportar a la escena, algo, así sea ponerle sonido a alguien, experimentar y hacer vainas raras. Eso estuvo siempre claro, pero nunca enfocado”.

El sello no se había hecho, “por pereza”. Ahora con menos gente, que es más guerrero, decidieron por lo menos hacer lo que realmente querían hacer. “Es nuestro sueño, y ya que estamos en esta situación en la que nos podemos morir todos mañana, pues hagamos un sello”. La idea, en últimas, es convertirse en un espacio en el que una banda que haga parte del sello pueda desde tener un lugar en dónde ensayar, y producir sus cosas, hasta tener un CD, un cassette o un vinilo y una estrategia digital. Crear nuevas sonoridades sin encasillarse en géneros, teniendo la intuición como brújula y el “cacharreo” como estrategia.

A: Buscamos siempre igual tener un componente educativo, el que sea. Siempre tratar de enseñar y de mostrar cosas que sean útiles para que la gente haga música…

E: Es que también hay algo muy real para nosotros y es que, lo único que nos ha logrado mantener es la educación, porque nosotros no vivimos de esto…

Eso, en el fondo, hace que todo el trabajo que se hace en Muchacho sea auténtico. No pensar en la música como en algo de lo que hay que vivir permite libertades que de otra forma serían imposibles. “Es nuestro lugar de experimentación de encontrarnos, no un negocio, si lo fuera estaríamos en la mierda. Como es otra cosa, sobrevive”.

Muchacho Berraco es entonces producto de muchos nacimientos y muertes, de proyectos, de bandas, de canciones, de eventos, de discos, de errores y de aciertos, de amor y de casualidad. Ideas que van y vuelven y otras que han estado ahí desde siempre. Teniendo como bandera al “esperar” de la incertidumbre, y manteniendo siempre, y por sobre todo, la esencia del jam.

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Sara Sofía Rojas
El Enemigo

Periodista Cultural / ¡Bienvenidos a mis textos, y a mi cabeza y corazón porque dejo mucho de eso en ellos! / Cuando pongo salsa, dizque “La Nena Magdalena”.