Organizamos nuestra primera fiesta y así nos fue

El pasado sábado 9 de marzo, la agrupación de hip hop y R&B Después del Viernes, organizó su primera fiesta. Con sus manos y con sus recursos, presentaron a Synaka Rhymes, Joe Jazz, VHS, Zábaz y Asir. Esteban, cantante de la banda, nos cuenta como les fue.

Esteban García Acevedo
El Enemigo
6 min readMar 12, 2019

--

Muchos no tienen presente lo que hay detrás de un evento. Con Después del Viernes nos lanzamos a la tarea de hacer uno con el apoyo de nuestros amigos y los recursos que teníamos a la mano. Acá les cuento mi experiencia como encargado de la logística general, las cosas positivas y los pormenores que se presentaron en el trayecto de la noche.

Hace tiempo queríamos organizar algo por nuestra cuenta. Habíamos hablado, veníamos pensando lugares, pero Medellín es una plaza difícil cuando se trata de artistas independientes haciendo un evento independiente. Los espacios donde se realizan toques bien hechos son muy complicados de llenar, quedan lejos del epicentro nocturno o simplemente sólo prestan su lugar a quien les parezca. Necesitábamos hacer esta fiesta. Para el crecimiento del proyecto es una necesidad llegar al público bogotano: ir a la capital a tocar es indispensable y esta fiesta estaba prevista para recaudar el dinero para poder viajar.

Estábamos sentados en la puerta de Xplicit a la una y media de la tarde con un sintetizador, dos samplers, una bolsa de cables, decoración y otros equipos necesarios. El dueño del bar no llegaba, el ingeniero venía en camino y la prueba de sonido era a las cuatro. Estábamos estresados pensando en el retraso del día, sin saber que eso no era lo único que nos iba a preocupar. Esperamos una hora más, haciendo llamadas y coordinando los horarios para que los artistas hicieran sus respectivas pruebas.

A las dos y media de la tarde llegaron los responsables del lugar: “La niña que se encarga de la tienda se enfermó y apenas nos avisó.”, nos dijeron. Con un retraso de una hora, comenzamos a subir todo al local. Un espacio amplio que de día es una tienda de ropa e indumentaria para skate y de noche es un club. Un lugar poco conocido y guardado para el público de Medellín, que no busca más allá los eventos que ofrece la vida nocturna. En un tercer piso de Barrio Colombia, todo Después del Viernes estaba lidiando con la organización. Era difícil, el tiempo reducido y las expectativas de que nuestra primera fiesta pudiera pagarnos una pequeña gira a Bogotá eran altas.

Xplicit Club

Al primero que vimos fue a Zábaz, quien llegó en bicicleta y nos contó que trabajaba cerca. Se fue a almorzar y luego volvió para hacer su prueba. Un rato después llegó Asir con una camiseta del Envigado Futbol Club y se parchó en el segundo piso junto a Timeless, O.Paco, Rain Maker y Aedo, que estaban ultimando detalles del sonido.

Antes de que llegaran Joe Jazz y Synaka Rhymes, nos dimos cuenta que nos faltaban dos cosas para comenzar a sonar. Los cables de los equipos no tenían la longitud suficiente, así que no podían conectarse al toma corriente y el monitor principal no tenía cable de poder. Buscamos por todo el lugar esperando encontrar estos dos faltantes pero la solución estuvo en ir a comprarlos. Zábaz se ofreció a ir en su bicicleta con Timeless y compraron la extensión. El cable de poder tuvimos que sacarlo de una de las conexiones fijas de Xplicit, obstaculizando el espacio de los artistas. Teníamos que adaptarnos a la situación así que allí quedó colgando.

Los problemas seguían. Terminando las pruebas de sonido, uno de los monitores tenía un ruido, que los dueños del lugar aseguraban que no había antes. Algo no está bien puesto o estaba interfiriendo con la señal. No se pudo arreglar pero sí aminorar. Esperábamos que la música pudiera enmascararlo un poco.

Las puertas se abrieron, VHS apenas estaba terminando la prueba y las personas comenzaron a entrar. La fiesta dio inicio con una selecta de hip hop por parte de Timeless en los controles. Nuestra primera fiesta, temida y deseada, empezó.

Timeless / Foto por @aconexi.on

Desde hace un mes habíamos comenzado a hacer una selección con las canciones que más nos parecían pertinentes para la fiesta. Todos aportamos con lo que más conocíamos pero debía ir más allá; tenía que ser una investigación. Creamos una playlist en Spotify donde cada quién ponía su recomendación. Funk, disco, house, hip hop, break y G-funk fueron los géneros escogidos para poner la impronta de Después del Viernes. Luego de tener 252 canciones y dieciocho horas de música, lo siguiente fue diseñar la curva para los momentos de la fiesta. Primero, hip hop instrumental mientras las personas entraban, segundo, hip hop y G-funk, tercero, funk suave, cuarto, funk, disco y finalmente, house. Esta curva estaría intervenida por los raperos en dos bloques: Synaka Rhymes, Joe Jazz y VHS y a continuación, Zábaz, Asir y Después del Viernes.

Rain Maker / Foto por @aconexi.on
Synaka Rhymez / Foto por @aconexi.on
Joe Jazz / Foto por @aconexi.on
VHS & Maco Maat / Foto por @aconexi.on
Zábaz & Asir / Foto por @aconexi.on

Después de las presentaciones, quedaba bailar. Hasta las tres y media de la mañana, la selecta estuvo a cargo de O.Paco y Rain Maker, con canciones de Michael Jackson, Kool And The Gang, Kashif y Earth, Wind & Fire. Pasos de baile atemporales, cerveza y luces rojas y azules apuntaron a la pista, donde los artistas, sus invitados y las personas que fueron a verlos hicieron honor al nombre del evento: la fiesta no se acaba. Compartir tarima se convirtió en compartir pista de baile. Nuevas personas, un público que no sólo buscaba alzar las manos y mover la cabeza si no dar la posibilidad de que los diferentes estilos musicales de cada artista se fusionaran en un mismo lugar. Se abrió la mirada hacia nuevas alianzas y espacios entre los diferentes sellos del rap en Medellín.

La fiesta fue un éxtio, sin duda. El público disfrutó y salió contento. Aún así, las metas no se cumplieron. Después de haber hecho inversión en publicidad, flyer, sonido, decoración y la parte correspondida a los artistas invitados, perdimos un poco más de lo que se había destinado. Salir del lugar a las cuatro de la mañana sabiendo que se ha perdido dinero no es una actividad llamativa. Recogimos nuestros equipos, terminamos de arreglar cuentas y nos fuimos.

Foto por @aconexi.on

De todo se aprende y los errores cometidos en el desarrollo de la organización nos dan una muestra tentativa de cómo mejorar. Nadie te dice cómo hacer un evento, quienes te ayudan están ahí con toda la disposición necesaria pero al final es uno el que toma las decisiones que darán marcha al suceso. Se dieron aproximadamente quince cortesías las cuales generaron una pérdida de 300 mil pesos. Los problemas con el sonido del lugar y la falta de planeación afectaron la calidad de la música y las presentaciones. El capricho de no contratar una empresa para que se encargara de todos los equipos necesarios aumentó el tiempo de trabajo y el agotamiento de los organizadores. Los recursos que necesitamos para ir a Bogotá, los seis con todos los equipos no se recogieron.

Por otro lado, ganamos experiencia. Las personas que asistieron salieron felices de una fiesta increíble. Muchos de nuestros amigos insistieron en que todo desde abajo se veía muy bien, que la música y el formato estuvieron buenísimos. Faltó gente, muchos prometieron ir y no llegaron, otros intentaron colarse y algunos se fueron antes de la una. Faltó mucho para que fuera perfecta, pero es claro que no será la última y claro que la fiesta no se acaba.

--

--