Pasta Colombiana: La Sonora Mazurén y su vinilo de 7 pulgadas
Hablamos con Iván Medellín sobre el vinilo colombiano, fuzz africano y de futuros lanzamientos tropicalistas.
El Disco es Cultura, este lema lo he encontrado en mil portadas empolvadas de mil elepés suramericanos olvidados. Desde los setentas, este mensaje acompañó el arte de los vinilos nacionales hasta el día en que se dejó de prensar en pasta por la llegada del CD. Este invento, introducido por Phillips, no solo hizo que dejáramos de ver prensajes en vinilo de música nacional e internacional, también eliminó todas las maquinas prensadoras de vinilo en Colombia. Poco a poco esta idea de la muerte del vinilo como formato se fue propagando y hoy, aún cuando el número de ventas de discos está en el nivel más alto de su historia, muy pocos artistas se atreven a hacerlo. Aún así, esto parece estar cambiando.
¿Qué tienen en común el Frente Cumbiero, The Kitsch, Margarita Siempre Viva, Monsieur Periné, Carlos Vives, Hermanos Menores, la BOA, Los Sabroders, ChocQuibTown y Oh’laville? ¿Qué cosa puede agrupar en una misma lista a todos estos artistas tan heterogéneos en estilo y público? La respuesta no parece ser evidente hasta que nos remitimos a los formatos en que han desarrollado su discografía: Todos han prensado en vinilo en los últimos diez años. Algunos con ayuda de sellos internacionales como Soundway Records o NYCT. Otros con prensajes a gran escala comandados por las majors, otros en prensas nacionales artesanales, pero todos prensando y eso es lo importante.
He querido desde hace un tiempo empezar a escribir sobre las diferentes experiencias de las bandas nacionales que están sacando su material en vinilo. Puede que unas lo hagan por diversificar su mercancía, otras por los poderes del mercado y la demanda internacional de músicas del mundo y otras por amor al formato, no lo sabré hasta no hablar con ellas. Esta es la primera nota que escribo de “Pasta Colombiana”, una sección dedicada exclusivamente al vinilo nacional, a las bandas que prensan. Finalmente, debo decir que escribo esto por amor al vinilo. No encuentro una mejor forma de devolverle todo lo que me ha dado este formato maravilloso.
La Sonora Mazurén:
Hace unos meses la Sonora Mazurén lanzó en La Roma Records, sucursal del vinilo en Teusaquillo, su primera producción en vinilo. Sacaron trescientas piezas de un disco en 45 rpm que incluía dos canciones que ya habían lanzado y una que no había visto la luz. Hablamos con Ivan Medellín, director musical de La Sonora, sobre el proceso de producción del disco, su lanzamiento y sobre el futuro de La Sonora:
Ya habían lanzado Cumbia de Estrellas y Ceferino. Y en el vinilo hay otro que no conocíamos…
Sí, se llama “La Sobrada” y es de Polibio Mayorga. La idea era sacar un tema raro, psicodélico, sentíamos que complementaba muy bien con “Cumbia de Estrellas” y “Ceferino”. Nos pareció que al lanzamiento le hacía falta psicodelia, una canción un poco más eléctrica, con más efectos. También queríamos impulsar la venta del disco. Hablando de los temas, todos se grabaron en el 2017 en Tambora. Hace rato queríamos sacar un vinilo y terminamos prensando estos, pero nunca se pensaron para salir en vinilo. Cuando se dio la oportunidad de prensar en vinilo, gracias a un contacto en República Checa que amablemente nos dio la Roma, ya teníamos esos temas grabados.
Cuéntenos como sacaron el disco. ¿Cuál es la historia detrás del 7 pulgadas? ¿Intentaron sacarlo con alguien más?
Hubo varios coqueteos, primero intentamos prensarlo en Medellín con los que prensaron a Hermanos Menores, con ellos la producción era más limitada, de mucha menor cuantía: podíamos sacar treinta 7″. Hicimos el test pressing y nos dimos cuenta que era un proceso bien artesanal y que en este proceso terminaba viéndose afectada la mezcla. El corte del disco también era artesanal: si se pasaba el dedo por el borde no se sentía el corte liso, como el de los discos que uno encuentra en el mercado, queríamos un producto que pudiéramos vender por plataformas como Bandcamp. Uno de los requisitos para vender el disco por ahí es un buen corte, nos pareció un poco arriesgado que un coleccionista comprara un vinilo nuevo con un corte diferente al de un disco comercial y con la mezcla diferente y por eso decidimos no hacerlo ahí. Eso sí, sería muy chévere hacer algo así, como un B sides con ellos.
También averiguamos en Estados Unidos, el problema fue el precio. Mandar a hacer los discos allá es bastante costoso y todo el proceso se debe hacer desde un formulario en internet. Finalmente, nos contactamos con La Roma cuando nos enteramos del vinilo que iban a sacar con Hardem. Ellos nos dijeron que nos ayudaban con la intermediación y nos conectaron con las personas en República Checa en donde finalmente se hicieron los discos.
¿No es caro sacar un disco?
Es caro pero lo veo como una inversión. Sacar 300 siete pulgadas cuesta alrededor de 1500 o 2000 dólares. Sacamos estos discos siendo conscientes de que hay que tener compromiso, es definitivamente una inversión alta. Igual creo que sacar un vinilo sirve para irse de gira, para ir al estudio y sacar un álbum o un EP, es una buena oportunidad para contratar un productor que te trame y sacar material para prensar. Sí, es una inversión alta pero vale mucho la pena, vale muchísimo más la pena si uno se compromete a vender sus discos y a encontrar el canal para hacerlo.
¿Y cuál es ese canal?
¡El canal son los toques! En el lanzamiento vendimos varios, en Matik Matik también.
Cambiemos de tema con una pregunta que siempre les he querido hacer… ¿Por qué solo tocan covers?
No lo vemos como covers. Esta banda se creó porque queríamos estudiar unos lenguajes musicales claros, estudiar los sonidos latinos, africanos-caribeño, cumbieros y tropicales, así surgió La Sonora Mazurén. Nos juntamos y nos pusimos a estudiar esa música. Decíamos como: — Qué chimba esta canción de los Mirlos, de Manzanita, y listo, la sacábamos. Le hacíamos arreglos y le sacábamos el gusto por estudiarla. Con La Tromba nos hacía falta estudiar esos sonidos y creo que también por eso sacamos esas versiones.
Una vez en un toque con Romperayo, en el antiguo 9–69, La Tromba no pudo tocar y Pedro (Ojeda) nos dijo que tocáramos, ahí empezó todo. Luego tocamos con La Curaduría y conocimos a Pedro Vergara. Por esos momentos La Sonora sonaba más a garaje, luego nos salió el toque en el Distritofónico con Meridian, el proyecto arrancó y despegó pero no teníamos un repertorio propio.
Ahora tenemos 17 temas grabados, pero al principio el interés era sacar las canciones que nos tramaban y de esa experiencia hemos aprendido un montón. Igual, hacer covers es algo muy normal, es una tradición muy cumbiera, no es un pecado. Entre cumbieros se ayudan. También ha habido una muy buena reacción de los compositores de las canciones con los covers, Ceferino nos dijo buenas cosas, también Polibio y la Poly-Rythmo. Han sido covers bien recibidos por sus compositores y los hacemos con mucho respeto y conciencia de que estamos tocando música increíble de músicos muy tesos. Muchas veces nos dicen que somos los “rescatistas” de la música tropical y no, no es cierto. Hay gente joven haciendo cosas bacanas: Las Muiscas, Los Yoryis, etc., no estamos rescatando nada. Nosotros miramos estas canciones como standards. Miramos la melodía principal, la armonía y de ahí en adelante la canción es nuestra.
¿Qué viene ahora en la discografía de La Sonora? ¿Temas nuevos? ¿Nuevo disco/EP?
Vamos a hacer un EP con temas originales que va a producir Eblis Álvarez. En el toque del Teatro Colsubsidio tocamos dos de esos nuevos temas, también ya está el lanzamiento del EP 23 de agosto. Sacamos un split con la banda holandesa llamada Molino, en donde tocaba Empanada. Grabamos dos canciones para el split: una de la Poly-Rythmo y una de The Elcados y lo lanzamos con Tambora Records. Tiene matices de la producción de Eblis, pero como tal no nos produjo, nos dio ideas de cómo encontrar el sonido que estábamos buscando. Hemos querido ensuciar el sonido de La Sonora porque sonábamos muy limpios y creo que lo logramos con estos temas. También es lo primero que se ha grabado de La Sonora en donde aparecen Las Perlas.
*Pueden escuchar a La Sonora por aquí:
