Todopoderosx: creando un ecosistema de mujeres en la música.

Eduardo Santos Galeano
El Enemigo
Published in
7 min readMar 8, 2019

En noviembre del año pasado, el colectivo bogotano Todopoderosx publicó una nota en uno de los medios de periodismo musical más reconocidos del país, en el que, por medio de cifras, dieron un panorama certero de la participación femenina en los festivales de música en Colombia en 2018. Uno que todavía no es muy alentador, tomando en cuenta que encontraron que en Rock al Parque y el Festival Estéreo Picnic, los grandes eventos del sector público y privado respectivamente, apenas hubo un 20% de participación femenina en cada cartel.

Con casi un año en el ruedo y un equipo conformado entre mujeres con trayectoria en la música colombiana y nueva sangre interesada en aportar, Todopoderosx aparece en un momento coyuntural en el que otros colectivos feministas han nacido a lo largo del continente para trabajar por un ecosistema incluyente e igualitario en la industria musical latinoamericana. Una industria que histórica y globalmente ha sido manejada por hombres y que necesariamente debe ser cuestionada y repensada.

En este momento el colectivo se encuentra en una fase de recopilar datos acerca de artistas de todos los géneros en el país y, a lo largo del año, presentarán su propia plataforma web con nuevas investigaciones e iniciativas. Para conocer más a fondo a Todopoderosx hablamos con Alejandra Gómez, directora del sello musical Biche y una de las cabezas más visibles del colectivo.

Indiscutiblemente la industria musical en Colombia y en gran parte del mundo pasa por un dominio patriarcal. ¿De qué manera leen esa realidad desde nuestro contexto?

Siento que es una realidad no solo de la escena ni de Colombia sino de nuestra historia social. Eso es lo que tenemos y la leemos desde un punto de vista de inconformidad. No queremos que continúe siendo así y esa es una de las necesidades por las que nace el proyecto de Todopoderosx. Creemos, además, que eso corresponde a unas dinámicas históricas mucho más grandes de lo que podamos nosotras cambiar o por lo pronto tratar de entender. En este momento justo, lo que estamos haciendo es un proceso de diagnóstico que nos va a permitir tener esa lectura que estás preguntando.

También lo leemos en las experiencias que nos tocan vivir en el día a día. Una de las cosas que más notamos es justamente esa falta de información y de formalización de esas estadísticas. La manera en la que la leemos todavía es muy informal y de experiencias personales, muy desde un lado emocional que también corresponde a cosas reales que vivimos, pero aún siguen siendo muy personales, muy privadas. La idea es eventualmente leerlas desde un punto de vista más público y colectivo y de manera más acertada con la información a la mano.

¿Hasta qué punto crees que la invisibilización de las mujeres en la industria se debe a un tema de desconocimiento de sus proyectos?

En la mayoría de los casos, me atrevería a decir, esta brecha no sucede como una cosa intencional. No creo que los programadores, que para empezar en su mayoría son hombres, se sienten a pensar “bueno, ¿qué hombres voy a programar?”. Ellos simplemente se sientan a hacer una programación con unas líneas editoriales o curatoriales específicas y no está muy en mente el género. Creo que pasa que no se conocen muchas mujeres, no están tan presentes y creo que de eso pecamos tanto los hombres como las mujeres: pensamos inmediatamente en el artista hombre. Los proyectos que más visibilidad tienen son masculinos y además, históricamente, no le hemos dado la oportunidad a estos otros proyectos comandados por mujeres o compuestos de mujeres a que se desarrollen porque no hay espacios y por lo tanto no logran formar una trayectoria.

Sin duda no son muchos los proyectos de mujeres con largas trayectorias en Colombia…

Son muy pocas las mujeres de una trayectoria amplia que estén ahí paradas, muchas se aburren. Hay varias cuestiones que no corresponden a la música sino a otras cosas culturales, muchas deciden ser mamás y pocas quedan como Andrea Echeverry que se van de gira o hacen de la maternidad un punto de creatividad. Se vuelve algo más de un plan de vida dentro de las dinámicas de nuestra cultura de ser mamá y quedarse en la casa. Para un hombre es más fácil decirle a la mujer que se queda con los niños e irse de gira.

Con porcentajes, en Todopoderosx han demostrado que en Colombia hay una brecha de género muy grande en la mayoría de festivales, ¿Qué nos dice esa realidad? ¿Cómo han trabajado desde el colectivo para igualar ese panorama?

Llevamos poco tiempo y en ese tiempo lo principal ha sido diagnosticar, tratar de entender en dónde estamos y como mujeres, entender cuál es la situación que tenemos dentro de la escena de la música, eso ha sido lo primero. En eso estamos trabajando, en tener estadísticas reales de los festivales que hay en el país, poner los números en contexto y entender como se diferencian, por ejemplo, los festivales comerciales en las ciudades y los festivales folclóricos de los pueblos.

Y en términos de género, ¿qué han dado cuenta en esa diferenciación?

En los pueblos es donde hay más participación femenina pero normalmente solo son cantaoras y están dirigidas por hombres. Se ha tratado de más allá de los números, entender cuáles son sus valores simbólicos y culturales. Lo otro ha sido visibilizar, lo cual de pronto ha sido más fácil e inmediato, creando una herramienta para que el programador que está sentado haciendo su line up tenga más presente estos proyectos y los pueda incluir.

Entre las iniciativas que hemos escuchado del colectivo, está la de crear esta gran base de datos sobre artistas mujeres no solo en Colombia sino a lo largo de Latinoamérica. ¿Cómo ha sido ese proceso? ¿Cuándo se podrá consultar?

El tema del directorio en principio ha sido muy rudimentario. Literalmente es un Excel que hemos estado nutriendo con toda la gente que hemos conocido de nuestra experiencia en una tarea de sentarse, echar memoria e ir armando. La idea es que esto eventualmente se vaya alimentando de otra gente para incluir más mujeres, lo que va a hacer que se incluya más nombres porque cada quien trae su propia base de datos de la gente que conoce y con la que trabaja.

Lo estamos haciendo con un ojo super abierto a averiguar pero también mucha gente nos escribe y creo que darle visibilidad al proyecto con ese fin del directorio hace que muchas chicas que no conozcamos nos escriban y nos digan “ey yo soy ingeniera de sonido” o “yo soy gaffer” o lo que sea. Eventualmente, tal vez a finales de año, la idea es que el directorio sea una herramienta más pública y que además de prestar ese servicio, podamos hacer parte de la curaduría en ciertos espacios.

Eventos como el Hermoso Ruido, el Totona o el Riotgrrrl Fest han demostrado que desde el sector independiente hay una iniciativa para abrir espacios de representación femenina. ¿Desde el sector público y privado cómo se está viendo esto?

Creo que en lo público si hay pero no lo vemos. También lo que pasa en lo público, desde donde yo lo leo, es que corresponde mucho a cumplir unas cuotas con este discurso de que como es lo público entonces tiene que ser inclusivo, que como es lo público tiene que haber unas políticas de hacer cosas para mujeres y hay unos presupuestos para mujeres, unos ya destinados para la Secretaría de la Mujer. Es casi una obligación del Estado hacer eso entonces se hace pero no es muy visible, es casi otra escena. Aunque tú y yo podamos no darnos cuenta si sucede, porque son políticas que están ahí y todos los años se efectúan presupuestos para eso. El problema es que no entran tanto a los desarrollos de las escenas sino que son cosas que se ejecutan porque se tienen que ejecutar.

Y en el privado…

En cuanto a lo privado, como corresponde a lo comercial y a la venta de boletería, va más hacia que no hay tantas mujeres que vendan. De pronto hay mujeres que venden mucho pero en el pop como Shakira o Martina la Peligrosa, que son figuras comerciales que venderán muchas boletas pero pues, tampoco son muchas. No son tantas comparadas a la cantidad de reggaetoneros o de manes haciendo pop, no hay una Fonseca, una Santiago Cruz y eso básicamente corresponde a una venta de tiquete. Si la mujer no vende tiquetes pues no las incluyen en el line-up y creo que parte de que no hay tantos proyectos femeninos andando, no hay tanto proyectos femeninos con trayectoria.

Además de la representación femenina, otro de los puntos claves en este momento es la inclusión de artistas LGBTIQ en la industria. ¿También hace parte del trabajo de Todopoderosx?

Claro, el nombre lo hicimos completamente pensando en eso y entran temas más profundos y espinosos del significado de ser mujer. Sin entrarme mucho en esos temas, es una parte importante de nosotras: quien se considere mujer, tenga unas afinidades femeninas, quiera explorar eso o sienta que debe pertenecer, pues por supuesto que está invitada. Tenemos aliadas en el sector LGBTIQ que ya están participando y visibilizando eso proyectos trans, queer y demás que también han quedado en el olvido por el dominio patriarcal.

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