Crónicas de la calle

Segundo episodio

“Narrow, cobblestone street at night with street lamps illuminating the road” by Khachik Simonian on Unsplash

Hora: 1:30 a.m.

Aquella noche fue aterradora. No comprendía que estaba pasando en ese momento en la calle. Como cada noche, la calle tenía un momento de mayor actividad y de chavales paseando por allí en dirección a la plaza que está ubicada en el centro de la ciudad.

En ese instante, creí haber escuchado un impacto muy fuerte pero solo era una botella grande de agua rodando calle abajo como si fuese una competición — y parecía ser la ganadora de la noche — , esa noche hacía viento y los contenedores estaban a rebosar. Debe ser la explicación más lógica para explicar ese hecho. La verdad es que asusta ver rodando ese objeto por la noche y sobre todo, el ruido que causa a su paso.

Lo inquietante vino después. Tres hombres de mediana edad hablaban mientras caminaban por la calle. No les veía mucho porque estaba escondido por miedo a que se acercaran hacia mí ventana y me dijesen algo no muy bueno. No entendía lo que estaban hablando pero, conseguí escuchar una frase con mayor nitidez.

Uno de ellos dijo:

— Mañana nos reuniremos aquí.

Estaba agachado desde el principio. Después de escuchar eso, me levanté del suelo de la cocina sin que me vieran a través de la ventana. Me dirigí al baño a lavarme los dientes y me acosté sin decir nada más aquella noche. Esa frase permanece grabada a fuego en mi mente y aún no lo saben muchas personas de mi entorno. Quizá debería contarlo o quizá no sea de gran importancia.

Disfruta también del primer capítulo en «El hendir de la ventana».

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