Metodologías

Aline Téllez
El hendir de la ventana

--

…la espera es algo que he sobrellevado otras veces…

Arriesgarse nunca resulta fácil; mis actos recientes dicen lo contrario, pero es que no puedes saber qué tan difícil es para una persona el arriesgarse y evitar sus temores para no desfallecer y rendirse, no solo ante una circunstancia, sino ante la imposibilidad de habitar en un mundo donde cualquier cosa puede absorberte y devorarte como si tu voluntad no valiera ni existiera.

Comparada con muchos, podría decir que mis miedos se pueden llegar a apoderar de mí en ciertas circunstancias, que, al vencerlos, suelen salir los más puros de mis sentimientos y las verdades que quizá jamás escucharás, pero también las razones por las cuales he fallado y me he rendido ante ciertos obstáculos.

Está por demás decir que en este pequeño camino que hemos recorrido he aprendido muchas más cosas de las que me esperaba, no es que me dé miedo sentir o no sentir, me da miedo que tu sientas o no sientas; hablando hipotéticamente puedo decir que, el que esto esté pasando, es tan usual como yo siendo espontánea, es algo en lo que siempre he fallado y seguiré sin estar preparada para serlo porque metódica es mi tercer nombre.

Aún hay una nube blanquecina frente a mí que me hace pensar que estoy en medio de una especie de visión, de esas que cuando abres los ojos han desaparecido, pero mientras más cierro y abro los ojos, sigues ahí; y eso me hace acelerar el pulso, no sé qué es lo que indica, pero sé que por más que me esfuerzo en hacerlo pasar por una visión, más realidad es.

Realidad como aquella vez que por más que quise evitarlo, tuve que tomar una decisión que jugó completamente a tu favor dejándome desamparada en el camino de la incertidumbre y de la cual dudo arrepentirme, siempre habrá decisiones que me harán arrepentir, pero esta no es una de ellas, es una de las que llevo marcadas en la piel, en los ojos y a cada paso que doy dejo como huella.

Entonces ¿Por qué tanto pavor el arriesgarme en esas bajas índoles de la incertidumbre si mis palabras y mis decisiones dicen lo contrario? Pues porque simplemente y, aunque creía poseer la experiencia necesaria para negarlo, no es así, estoy desprovista de comportamientos y frases para decirte, soy una inexperta en aquellas situaciones que hace un tiempo creí fundamentales. Hay tantas cosas que quisiera decir, pero tan solo pensarlas, recuerdo que aquello no es una visión y tu presencia estruja mi voluntad, que, aunque sabe lo que siente, no tiene una metodología que seguir.

Lo sabes, ser espontánea no es lo mío, ¿Existe un método para hacer estas cosas bien? ¿Existe una forma de paso por paso para hacer que esto funcione? Inmediatamente lo tomaría en mis manos, porque quiero que funcione, que aunque se atraviesen mil obstáculos, aunque el tiempo y la distancia arruinen mi metodología, oh, mi metodología que nunca me ha dejado salir de los rubros de mi conciencia pero que poco a poco, desde el inicio de nuestro pequeño camino ha ido desapareciendo hasta dejarme indefensa, arrumbada en los confines de mi absurda y burda mente que solo piensa una y otra vez en las miles de veces que he intentado decir a alguien lo que diré a continuación sobre ti: las personas que llegan a mi vida de sorpresa son las que más impactan, las que más sobreviven en mi corazón, las que dan una sacudida a mi metodología y a mi constancia, eres una de esas y no planeo dejarte ir, que serás esa complicada elección que hice y que no importa lo que me desvíe del camino, y menos aún que mis ganas de desfallecer lleguen al límite, la espera es algo que he sobrellevado otras veces, a veces ha sido eterna y mi metodología está acostumbrada a ella, cariño, por eso esperaré cuanto tenga que esperar.

--

--

Aline Téllez
El hendir de la ventana

Orgullosamente UNAM, Escritora con cuchillo, lectora sin límite, viajera incansable, comunicadora de lo bueno, soñadora siempre, empedernida fangirl.