Por qué los bots pronto podrán reemplazar a los poetas

En cultura colectiva por Carolina Romero

La ventana de Alberto
El hendir de la ventana
5 min readAug 12, 2017

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Decía Federico García Lorca que «la poesía es la unión de dos palabras que uno nunca supuso que pudieran juntarse, y que forman algo así como un misterio». Jamás imaginó que casi 100 años más tarde esta frase podría definir el fin de una era en la creación literaria y mucho menos que los poetas podrían ser remplazados… por bots, programas informáticos que imitan la comunicación humana. Se usan en las redes sociales, apps de mensajería y servicios a distancia, como pedir comida, transporte o buscar una ubicación geográfica. También es bien sabido que estas herramientas se están usando con fines bélicos. Los bots se han involucrado tanto en las tareas cotidianas que francamente es imposible imaginarnos sin ellos. ¿Pero será posible emplearlos para hacer poesía? ¿A quién se le ocurriría hacer poesía usando estos algoritmos? La respuesta está en un solo nombre: Horacio Warpola.

La poesía es una prostituta de Birmingham recién maquillada

Con ayuda de sus amigos, estudiantes de sistemas y robótica en el Instituto Tecnológico de Querétaro, el escritor mexicano desarrolló Poesía es bot, un proyecto que busca reflexionar acerca de la idea que la gente tiene sobre la poesía y sus alcances. El Programa de Sistemas Digitales​ y Robótica tenía ya desarrollado el algoritmo para otros proyectos; a eso se agregó una base de datos con 40 PDF de contenido diverso que van desde ciencia, literatura e instructivos para crear muebles.

La poesía es una mujer inteligente de noventa años

─La idea es que las personas tengan una reflexión sobre su percepción de la poesía ─ dijo Horacio en entrevista ─ a veces ni los mismos poetas saben qué es poesía. Tener a esta máquina diciéndonos todo el tiempo qué es la poesía implica que todas las definiciones de poesía son abstractas y ambiguas─. Como un ejercicio de apropiación, el bot concentra las frases al azar y las resignifica, dando como resultado curiosas definiciones acerca del género literario.

Resulta un tanto problemático pensar en cómo un mecanismo inanimado puede “escribir” poesía, siendo ésta una creación profundamente humana. Sin embargo, Warpola ha advertido que en realidad se trata de un producto humano, mas no de uno inanimado.

La poesía es dejar un trabajo para coger otro peor pagado

Para comenzar, todos los tuits están basados en lenguaje humano ─la base de datos que el creador eligió─ y al final quien recibe estos mensajes son también personas. En este sentido, el ejercicio poético sigue siendo de persona a persona, desde quien seleccionó los archivos, hasta quien lee el mensaje final, advirtió el también poeta.

¿Pueden de verdad este tipo de nuevas tecnologías sustituir a los escritores? Sabemos que los debates suscitados por la Inteligencia Artificial son extensos y hasta ahora de conclusión incierta. El hecho de que hasta ahora no exista una independencia completa máquina-hombre, no necesariamente significa que no exista después. Estas interrogantes también son conocidas por el creador del proyecto, quien ante el cuestionamiento, respondió:

«Tal vez el momento más crítico sería cuando los bots se revelen y ellos mismos creen un lenguaje propio y a partir de ahí empiecen a hacer literatura». -Horacio Warpola

Afirmar que por medio de algoritmos los bots pueden crear mensajes con una intención previa parece una realidad que a primera vista parece extremadamente lejana, y aunque nos está alcanzando a pasos agigantados, es para todos desconocido cuáles serán los nuevos desarrollos que este tipo de tecnologías traigan consigo.

La poesía es escalar una montaña con las botas correctas

El proyecto se desarrolló por cerca de 3 meses y medio, no obstante, apenas hace unos días se lanzó por medio de Twitter. Causa una extraña fascinación ver cómo las definiciones expresadas por el bot tienen sentido, coherencia y una sintaxis correcta. Es como si realmente fuera un poeta quien los estuviera creando.

Por ahora ignoramos si los bots podrán sustituir a los poetas. Pese al vertiginoso desarrollo científico, la poesía parece provenir de un lugar al que ningún algoritmo tiene acceso: el espíritu. Sin embargo, es plausible que estos proyectos tomen fuerza y exploren las nuevas posibilidades de expresión que nos expulsan de lo común.

Además de ser el creador de este proyecto, Horacio Warpola es editor de la revista de ilustración y poesía Gus Ultramar y gestiona el proyecto Cine Panorama. Es autor de los libros Neónidas, METADRONES, Triste suerte de los peces voladores, Gestas, 300 versos y otras. Además, ha sido becario del PECDA y el FONCA.

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