El México de Ayotzinapa

Wikipolítica
El hub de Wikipolítica
3 min readSep 24, 2015

--

No todas las tragedias cambian la Historia. Esa es una verdad triste. La sequía puede asolar lo sembrado -y al sembrador-, pero no cambia el orden de las estaciones. El río desbocado no cede ante las lágrimas de las víctimas; se alimenta de ellas para reafirmar su fatalidad.

El 26 de septiembre de 2014 sucedió una tragedia. ¿Qué tragedia? y ¿qué tan trágica?, aún no lo sabemos. La desaparición de los estudiantes de la normal de Ayotzinapa es como una hemorragia interna: primero porque duele terrible pero no se le ve la causa, y segundo, porque si no se averigua la ubicación del sangrado y se atiende pronto sus consecuencias pueden ser terminales.

La historia

El 6 de septiembre del 2015 fue un día de primeros -tardíos- auxilios. El GIEI entregó su informe sobre las primeras conclusiones del caso y de repente todos a mí alrededor eran peritos, investigadores y expertos en la materia. Me han impresionado algunos comentarios que afirman que toda la investigación no dijo nada nuevo, sino lo mismo que ya se decía desde hace meses. Que no los quemaron, que el combustible, que el tiempo necesario, las incongruencias de las confesiones, las lagunas de la investigación. Todo lo que ya sabíamos, pero que no era oficialmente cierto.

Con todo el respeto a mis eminentes conocidos tan expertos, me parece que este informe no trata de confirmar la versión no oficial. El informe del grupo de especialistas de las CIDH fue mucho más que una ratificación.

La tragedia

¿Qué hace que una tragedia se convierta en un parteaguas de la historia? No el número de muertes, ni de pobres, ni de libros; la coyuntura histórica aparece en el momento en el que se rompe el paradigma, una nueva época viene cuando los dogmas y las teorías disponibles se vuelven insuficientes. En el caso de Ayotzinapa se está rompiendo un velo y una verdad histórica.

No nos confundamos. Esa verdad histórica no es la de Murillo Karam. Esa es más bien un bordado de mentiras que el informe del GIEI deshiló en dos horas. Los especialistas en realidad no sólo demostraron que todo estaba mal concluido, sino que replantearon el caso. Lo redimensionaron. No es un caso más del crimen organizado, y sobre todo no es un caso más de una versión oficial impuesta. Si bien, el derecho a la verdad es un concepto mucho más complejo que la simple revisión de las investigaciones realizadas, los esbozos que se vislumbran en estas primeras conclusiones conforman un ensayo sobre el derecho a buscar la verdad. Un derecho que tenemos como pueblo y que hemos empezado a notar.

La verdad rota

Por eso Ayotzinapa es La Tragedia. Sus voces y sobretodo sus silencios están rompiendo la Histórica regla de oro de la comunicación que forma parte de la cultura mexicana: “De política, religión y fútbol no vale la pena discutir porque nunca nos pondremos de acuerdo”

Esa es una mentirota marca Murillo Karam. Hemos sido tan obedientes en seguirla — excepto por lo del fútbol, que temerariamente nos provoca feroces e inútiles debates- que por eso hemos perpetuado nuestros males con tanta comodidad. Este anti-axioma es un veneno que nos tiene muertos en lo interno por no cuestionarnos las verdaderas razones de nuestras creencias y nuestra doble moral; y que nos tiene paralizados en lo externo por no querer preguntarnos por qué es que las cosas nunca cambian en México y porque todos los políticos son siempre iguales. ¿Cuándo le vamos a preguntar a nuestro amigo priista “¿Qué demonios haces ahí?” y lo mismo panista, al emecista y al moren(¿ista?)

Esa es la historia que los 43 normalistas están derrumbando. Ayotzinapa dejó de ser una fosa que no aparecía para ser un camión que despierta curiosidades. Ayotzinapa fue el evento pero hoy también es la reacción, y tiene la fuerza necesaria para romper el México viejo.

Fito Páez dijo un día, cómo con voz de profeta ¿Quién dijo que todo está perdido? yo vengo a ofrecer mi corazón. Tanta sangre que se llevó el río, yo vengo a ofrecer mi corazón. Tal vez la sangre en este río nos lleve al cambio de estación.

Javier Contreras Arreaga es miembro de Wikipolítica Jalisco.

--

--