Para entender Ayotzinapa
México es Ayotzinapa
Hace casi un año una noticia dio la vuelta al mundo: 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos, fueron víctimas de desaparición forzada y tres personas más fueron asesinadas en Iguala, Guerrero. El simple hecho de que existan desapariciones forzadas y asesinatos es inaceptable. Tristemente, estas noticias se venían escuchando en México, aunque con mayor frecuencia a raíz de la presunta guerra contra el narcotráfico, pero ¿por qué asesinar estudiantes?, ¿por qué este caso llamó la atención de México y del mundo como ninguno de los anteriores?, ¿por qué debe importarnos a un año de acaecido?
Escuelas Normales Rurales
Tradicionalmente, a los normalistas se les ha vinculado con ser “guerrilleros”, “anarquistas” o “vándalos”, sin embargo, muchos desconocen su labor, las razones de sus manifestaciones y sus vidas.
Las Escuelas Normales Rurales forman maestros que llevan el conocimiento a las zonas más marginadas del país. En su paso por las normales rurales, los estudiantes despiertan su sentido crítico — lo que debería suceder con un sistema educativo de calidad-. Comienzan a comprender que la pobreza y la desigualdad social no son condiciones inmutables y mucho menos “naturales”; comprenden que la corrupción y las decisiones que toma el gobierno basadas en los intereses de unos cuantos, dándole la espalda al interés común, son causantes de esta desigualdad.
Al graduarse, son enviados a trabajar a regiones serranas de difícil acceso, donde los servicios y la infraestructura básica son escasos o inexistentes. Los maestros son respetados por los habitantes de las comunidades más no por los gobiernos, ya que la chispa crítica se empieza a esparcir despertando el deseo de las personas de tener una vida digna y de luchar por ella.
Por ello, estas escuelas han sido vistas como semilleros de guerrilleros por los gobiernos. No es la primera vez que hay estudiantes y maestros víctimas de desapariciones forzadas o asesinatos, en Guerrero es algo que se vive desde hace décadas, es una realidad que ocurre desde el gobierno de Díaz Ordaz.
Las escuelas siguen vivas gracias a la perseverancia de sus maestros y estudiantes, no las dejan morir debido a que son uno de los pocos caminos, si no es que el único, para que ellos y las personas de sus comunidades puedan elevar su calidad de vida.
México
Conociendo la historia de las Escuelas Normales, se hacen evidentes algunas de las razones por las cuales policías municipales y estatales, así como el ejército mexicano, fueron cómplices el 26 de septiembre de 2014.
Además de la influencia de los normalistas en las comunidades rurales, el narcotráfico es un elemento central. En Iguala, una ciudad clave en el tráfico de drogas, se hallaron en tan sólo ocho meses de investigaciones más de 60 fosas clandestinas con 129 cuerpos cuya identidad desconocemos. El narcotráfico gobierna en Guerrero, las investigaciones del gobierno revelan como culpables a funcionarios estatales y municipales vinculados con grupos narcotraficantes. El informe del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) encontró evidencias de que los militares, por lo menos, estaban enterados de lo que sucedía.
Por si esto fuera poco, la falta de transparencia en la investigación del gobierno y sus mentiras han sido evidenciadas por el informe presentado por el GIEI, donde se derrumba la “verdad histórica” de Murillo Karam y Peña Nieto.
Ayotzinapa debe importarnos por los momentos aterradores que vivieron los normalistas en manos de narcotraficantes y del gobierno. Debe importarnos porque muestra la realidad descarnada de nuestro país: un país de corrupción y narcogobiernos.
Es esencial que nuestras exigencias estén orientadas hacia un gobierno transparente que revele lo que sucedió en Iguala, que lleve a cabo investigaciones transparentes, que identifique los 129 cuerpos encontrados en las fosas de Iguala y aquellos que se han descubierto o que yacen escondidos en fosas en todo el país, que lleve a cabo investigaciones sobre las desapariciones forzadas y asesinatos que ocurren en nuestro país, que lleve a cabo una lucha sin simulaciones contra el narcotráfico y la delincuencia organizada,.
En México, cualquier ciudadano puede ser desaparecido. Nuestro deber es organizarnos, exigir y solidarizarnos con el dolor inimaginable de los padres, familiares, amigos y compañeros de los desaparecidos, y con los normalistas cuya principal misión es llevar la educación a la gente más pobre.
Ixchel López es miembro del nodo de Wikipolítica BCS.
