El Verdadero Propósito del Tantra: Corrigiendo Narrativas Sociales

Juan Álvarez
Hedonistas
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6 min readAug 7, 2024

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Imagen: Nathan Martins (https://www.pexels.com/)

Cuando movimientos sociales espontáneos buscan incorporar prácticas y filosofías de una manera cotidiana, su simplificación por lo general altera su propósito y forma original. Esto lo vemos claramente en la adopción moderna de filosofías antiguas como el estoicismo y el Tantra. Mientras que el estoicismo es a menudo malinterpretado como una simple herramienta de autoayuda para enfrentar adversidades, el Tantra es frecuentemente reducido a técnicas para mejorar la experiencia sexual. Sin embargo, el verdadero propósito del Tantra es mucho más profundo: no se trata de intensificar el placer sexual, sino de reducir su búsqueda para alcanzar un estado de plenitud y paz interior.

El Tantra y el Celibato: Una Perspectiva Profunda

Es fundamental reconocer que algunas prácticas de Tantra incluyen y promueven el celibato como un medio para alcanzar la trascendencia espiritual. En las tradiciones tántricas más avanzadas, el celibato no es visto como una mera renuncia, sino como una herramienta poderosa para el crecimiento espiritual. Sadhguru, en su obra Inner Engineering, afirma que “El celibato tántrico no se trata de una negación del deseo, sino de utilizar la energía sexual para elevar la conciencia y lograr una unión más profunda con lo divino” (Sadhguru, Inner Engineering). Así, el Tantra auténtico entiende el celibato como una forma de dirigir la energía vital hacia una mayor realización espiritual, en lugar de simplemente evitar el placer físico.

La Búsqueda del Placer y la Naturaleza del Deseo

En nuestra cultura actual, la búsqueda del placer sexual se ha convertido en un objetivo primordial. Publicidad, entretenimiento y redes sociales alimentan constantemente este deseo, haciendo que parezca una parte esencial de la felicidad. Como afirma el filósofo y experto en Tantra, Georg Feuerstein, “El Tantra no busca el placer sexual por sí mismo, sino el despertar espiritual a través del dominio y la comprensión del deseo” (Feuerstein, The Yoga Tradition: Its History, Literature, Philosophy and Practice). El Tantra nos invita a cuestionar esta suposición. En lugar de ver el deseo sexual como algo que debe ser continuamente satisfecho, el Tantra lo considera una distracción que nos aleja de la verdadera paz interior.

El deseo sexual, al igual que otros deseos, tiene la capacidad de dominar nuestra mente y dirigir nuestras acciones. Como señala Swami Sivananda, “El deseo sexual es un fuego que consume el espíritu, y su control es esencial para la realización espiritual” (Sivananda, The Science of Yoga). En el contexto de la meditación y la práctica espiritual, este deseo es visto como un obstáculo. La mente, saturada de pensamientos y deseos, lucha por encontrar la calma y la concentración necesarias para alcanzar estados elevados de consciencia.

Tantra y Meditación: El Uso del Sexo como Herramienta

Una de las grandes malinterpretaciones modernas del Tantra es la idea de que busca intensificar el placer sexual. En realidad, el Tantra utiliza el acto sexual como un “aluman” o soporte para la meditación. Durante el acto sexual, especialmente en el momento del orgasmo, la mente puede entrar en un estado de “no mente”, donde los pensamientos cesan temporalmente. Este estado es comparable al “samadhi”, una forma trascendental de consciencia. Daniel Odier, en su libro Desire: The Tantric Path to Awakening, describe esto claramente: “El objetivo del Tantra no es la búsqueda de placer, sino el uso del placer como una herramienta para alcanzar un estado de meditación más profundo” (Odier, Desire: The Tantric Path to Awakening).

Las técnicas tántricas, como la prolongación del estado de orgasmo y la evitación de la eyaculación, no buscan simplemente prolongar el placer. En cambio, tienen como objetivo mantener el estado de “no mente” por períodos más largos, utilizando este estado como un puente hacia una meditación más profunda. Reinhold Messner, en su estudio sobre prácticas tántricas, afirma: “El Tantra busca transformar el deseo en una experiencia de trascendencia, no en una perpetua gratificación” (Messner, The Art of Tantra). Así, el sexo se convierte en una herramienta para alcanzar la trascendencia espiritual, no un fin en sí mismo.

Tantra en Pareja: Un Proceso Conjunto de Meditación

El Tantra auténtico implica una conexión profunda entre dos personas que buscan meditar juntas. La práctica del Tantra no es simplemente una forma de usar al otro para obtener placer, sino una exploración consciente de la espiritualidad compartida. Si uno de los participantes no está comprometido en esta práctica consciente, el acto sexual se convierte en un uso utilitario del otro, similar a alguien que promete amor a cambio de sexo y al final solo busca satisfacer sus deseos físicos. David Frawley, en Tantric Yoga and the Wisdom Goddesses, apunta: “El Tantra auténtico requiere la participación consciente y comprometida de ambos individuos, pues el verdadero propósito es el crecimiento espiritual mutuo, no la satisfacción egoísta del placer” (Frawley, Tantric Yoga and the Wisdom Goddesses). La autenticidad de la práctica tántrica radica en la intención compartida de alcanzar un estado de unión espiritual, donde el acto sexual se convierte en un medio para la elevación espiritual conjunta y no simplemente una gratificación momentánea.

Perspectiva Hedonista: Placer vs. Desapego

Desde una perspectiva hedonista, el Tantra puede parecer en conflicto con el placer, ya que su enfoque principal es reducir la búsqueda del placer para alcanzar una forma de plenitud que trasciende la gratificación física. El hedonismo, como filosofía que valora el placer y la satisfacción personal como el mayor bien, encuentra en el Tantra una paradoja interesante. Si el Tantra busca reducir la búsqueda del placer, el hedonismo aboga por maximizar el placer y disfrutar del presente.

La crítica hedonista al Tantra podría argumentar que reducir el deseo sexual como un medio para alcanzar la paz interior es una forma de rechazar el placer en lugar de abrazarlo plenamente. En lugar de ver el placer como un obstáculo, el hedonismo lo celebra como una parte integral de la experiencia humana. La búsqueda del placer, en este sentido, no es algo que deba ser superado, sino apreciado y vivido plenamente.

Como señala el filósofo hedonista Michel Onfray, “El hedonismo no se trata de evitar el placer, sino de buscarlo en su máxima expresión, disfrutando de cada aspecto de la existencia con plenitud y sin culpa” (Onfray, The Atheist Manifesto). En contraste con el Tantra, que busca trascender el deseo, el hedonismo ve el placer como una forma de conectar con la vida en su totalidad, sin la necesidad de renunciar a sus aspectos más gratificantes.

Reducción de la Búsqueda: Desapego y Plenitud

Al prolongar el estado de “no mente” y utilizarlo como base para la meditación, el Tantra facilita un desapego natural del deseo sexual. Con la práctica continua, la mente se acostumbra a la paz y la plenitud que provienen de la ausencia de deseo, reduciendo así su búsqueda constante del placer. Ravi Shankar, en su obra The Secrets of Tantra, destaca que “El verdadero propósito del Tantra es liberar la mente del dominio del deseo, promoviendo una forma de plenitud que no depende de la gratificación externa” (Shankar, The Secrets of Tantra). Este desapego no es una negación del sexo, sino una integración consciente que reconoce su lugar y su propósito dentro de una vida espiritual equilibrada.

El objetivo del Tantra, por lo tanto, es liberar a la mente del dominio del deseo sexual, promoviendo un estado de plenitud que no depende de la gratificación física. Al reducir la búsqueda del placer, el individuo encuentra una forma más duradera y profunda de satisfacción, una que nace del interior y no de estímulos externos. Esta perspectiva subraya la importancia de entender el Tantra en su contexto auténtico, en lugar de reducirlo a una serie de técnicas superficiales. El Tantra, cuando se comprende y se practica de manera adecuada, ofrece una vía para trascender el deseo y alcanzar una profunda satisfacción interior, que es la verdadera esencia de esta antigua filosofía.

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Juan Álvarez
Hedonistas

Autor, filósofo y especialista en narrativa, creatividad, pensamiento disruptivo, y líder en servicios creativos. Story-Coach, guionista y marketer digital.