Una nueva historia — Capítulo 9

Vera Ricerca
El juego del paquete
5 min readOct 15, 2021

Tengo un nivel mil de acelere. Hoy es la gran fiesta gran*.

Festejo mis 40 con cuatro amigas y a las típicas ansiedades como “vendrá gente?”, “el DJ pondrá los temas que le pedimos?”, “los invitados le pondrán onda?”…le sumo la enorme presión de ir con Agus y que sea la primera vez que conoce a mis amigas, sus parejas y los amigos de todos ellos. Es un montón.

Lo gracioso es que yo cargo con todo eso (Ojo, también cargo con una felicidad enorme) y él está como si el plan de hoy fuera tomar un vino en el balcón.

No sé si la procesión le va por dentro o no le parece tan relevante la movida. Le insistí en que invite a algún amigo para que no esté solo pero dice que no hay problema, que si hay cerveza y música él se arregla tranquilo.

También le aclaro que yo tengo que ir temprano para llevar la torta y organizar todo con las chicas, que si quiere vaya más tarde y me dice que no, que obvio que va conmigo y de paso me ayuda.

Qué bueno es estar con alguien que suma tranquilidades y resta ansiedades, es una formula espectacular. Es alguien que está presente y yo todavía no me acostumbro a tanto.

Hace un calor atroz así que me voy a poner un vestido negro re liviano que tiene un bordado medio brilloso en la espalda, unos aros grandes y sandalias también negras. Agus trajo para cambiarse en casa un jean y una camisa rosa con estampado chiquitito.

Esto está pasando en serio? Nos estamos preparando con mi NOVIO para ir a mi cumple y que lo conozcan TODOS? Si, está pasando y sé que a los 40 años no debería ser algo que me llame tanto la atención pero es lo que me pasa y lo que siento así que porqué no vivirlo así?

Mientras me estoy maquillando toca el timbre Jose que va a venir con nosotros a la fiesta.

Bajo a abrirle y hacemos ese saltito acompañado de un grito agudo que no significa nada y resume todo. En el ascensor chusmeamos rápido sobre nervios mutuos y sobre sus ganas de conocer a Agus.

Cuando abro la puerta él nos espera con una sonrisa y a los 10 minutos ya estamos brindando y comiendo algo “para hacer base” antes del gran festejo gran.

Yo vuelvo al baño a terminar de maquillarme y ellos se quedan hablando sin parar en el living. Jose propone que nos saquemos una foto para mandarle al resto de las chicas y al momento del “click” Agus se tapa la cara con una revista, “para mantener el misterio hasta último momento”, dice y nos reímos.

Ya estamos listos. Vamos camino a celebrar nuestros 200.

El festejo es en un bar tipo casona vieja en un pasaje con adoquines y luces bajas. Llegar ahí y esperar al resto de las chicas en la vereda me genera una sensación re linda.

Agus se banca la chocotorta en la mano los 40 minutos que tenemos que esperar para que terminen de organizar el lugar y poder entrar.

Llegan Elo, Lau y mi prima Renata con sus parejas y pasamos a terminar de decorar las tortas y ver que esté todo listo para nuestra gran noche.

Agus habla con maridos, novios y cualquier ser humano que se le cruce en el camino.

Para mi es mucha exposición este evento, por un lado me siento muy en confianza con él y muy cómoda pero por otro lado hace menos de dos meses que salimos y además hace SIGLOS que no estoy en público con una pareja…. y menos aún delante de TANTA gente. (Ay,-bueno,-Verita,-ni-que-todos-los-invitados-estuvieran-Pendientes-de-TU-TU-TU-NOVIO!!!).

Empiezan a llegar todos, los que estábamos seguras que venían y los que pensamos que ni de casualidad iban a estar. La fiesta se arma a full, la gente baila, toma, se divierte y también se muere de calor.

Por momentos los invitados se mezclan y por otros se arman rondas separadas con los invitados de cada una.

Yo estoy como en un limbo extraño, feliz de estar compartiendo este momento tan esperado con mis amigas y rara respecto a cómo estar con Agustín. Siento que no le estoy dando mucha bola, que no estoy siendo muy demostrativa.

A medida que va llegando gente que quiero presentarle, lo llevo a saludarlos y siempre tiene alguna palabra cálida o divertida para decirles.

Ahora en la ronda de “mi gente” bailamos bruta,-ciega-sordomuda de Shakira y Marcelo, mi compañero de trabajo, me hace un gesto señalando a Agus y después como haciendo like con la mano, por ahora parece que hay balance positivo de opiniones sobre él.

Con calma, yo quiero ver cómo ella lo menea, Mueve ese poom-poom, girl empieza a sonar y Jose y Agus se hacen un gesto como señalándose los ojos a sí mismos y después girando señalando los del otro y pasan al centro de la ronda a hacer una especie de desafío de baile, el resto quedamos quietos y mudos ante este show que parece haber sido ensayado con anticipación.

Se entrecruzan brazos, se alejan y mueven sus extremidades con ritmo… no entiendo en qué momento arreglaron esto??? Solo los dejé dos minutos solos en el living mientras me maquillaba, habrá sido ahí que decidieron que, sin haberse visto nunca antes, cuando sonara determinada canción iban a desplegar un muestrario de pasos estelares cual duo dinámico? O se habrán dicho “te hago un gesto cuando pinte demostrar nuestros dotes de súper bailarines?”… me parece espectacular esto que estoy viendo.

Llega el momento de soplar las velitas, hay cinco tortas, cada una con un signo o letra gigante hecha de confites de colores: “¡200!”.

Todos nos cantan el feliz cumple y nos sacan fotos, nos sentimos estrellas por un rato. Si había deseos por pedir, hoy ya se cumplieron varios.

Cortamos las tortas para que todos puedan comer. Yo como una porción y tomo algo porque me doy cuenta que hace mil horas que no tomo ni como nada. Lo que estará siendo esta noche que la emoción le ganó a mi gula.

Son las 5 am y la gente se empieza a ir. Nosotras no queremos que termine. Seguimos bailando en el medio de la pista, le pedimos al Dj un tema, otro y otro. Nuestras parejas nos miran con una mezcla de ternura, resignación y cansancio. Saben que hasta que no nos echen no nos vamos.

Solo quedamos nosotras, amigas de la vida, historias compartidas. Hoy felices, sobreexcitadas y transpiradas.

A mí me estalla el corazón de amor y alegría. Fue un momento de celebración total y pude vivirlo además con la compañía de un hombre que me quiere. Que quiere ser parte de mi vida. Y yo quiero ser parte de la suya.

Hoy es un día de fiesta y me da la sensación que vienen muchos más así.

— —

*No te olvides que este relato es de 2019.

¡Te invito a seguirme en instagram para ver más contenido!

Leé la historia anterior aquí

Si querés leer SU versión de la historia, empezá aquí

--

--

Vera Ricerca
El juego del paquete

Soy feliz a pesar de saber que en el mundo hay reptiles, medias sucias y mermelada cítrica. Escribo en el blog El Juego del Paquete. elblogdevera@gmail.com