Fase de ensoñación 

Encono-cimiento

Angie Parés Garre
El Laboratorio de Letras

--

Respirar se torna utopía al regresar los pasos sordos de una ausencia, los recuerdos guardados en cajas, precintadas con las ganas de hallar la cura, escondidas en armarios malditos. Los más sabios consejeros establecieron los pasos para un olvido eficaz, romper los pensamientos viciados con nuevas rutinas, ilusiones sencillas, accesibles y certeras.

  • - Cuerpo sano no olvida ni en el mil años, fue mi respuesta. -No es olvido lo que ansías, sino perdón. ¿Y cómo consigo un perdón sincero, liberador?- conciencia habló-. Cuando algo imperdonable sucede, el peso de ese recuerdo es sostenido por las almas que lo compartieron, que fueron testigos del naufragio de amistades, confianza, o amor. Perdonar significa armarse de valor, sostener todo el peso de esa carga y permitir que se sume a tu espalda, hasta que desaparezca, volando en el torbellino de nuevas experiencias.

El diálogo interior se apaga, revivo los momentos, las palabras afiladas que surgieron de bocas locas y mentes cerradas, en paisajes hostiles, en playas desiertas, en pavimentos multicolores. Fotografías reflejan la luz de antaño, dibujan y dan fe de la complejidad de los caminos inciertos en los que corrimos, huyendo de la prisa por encontrarnos. Vuelvo.

Recogí la fe, los zapatos, el amor y la ilusión del suelo ardiente, soplé el humo con el oxígeno que solo en tiempo es capaz de regalar. Calcetines estampados destacaban orgullosos en unos débiles gemelos, atrofiados por una espera larga e inútil.

Una sonrisa se dibuja al ser consciente de los pasos logrados, los trofeos invisibles que premian las lágrimas inertes. Han sonado tantas canciones que no podría enumerarlas, han caído tantos muros que retornaron las ganas por correr, hacia delante, con todos los sueños que olvidé prometerme.

Después de volverme loca encontrando las certezas, encontré la duda esperando, me miró y exclamó.

  • -¡ Sigue, tú sigue!

Y seguí.

--

--