Patentes, el riesgo de quedarse en lo que

Carlos Barrabés
El Observador Global
5 min readOct 10, 2014

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ya no es.

Por Carlos Barrabés

Quizá podríamos hablar de patentes porque van a integrarse. CPC (Cooperative Patent Classification) es el sistema de clasificación más exhaustivo de los documentos de patentes . Entró en vigor en la Oficina de Patentes y Marcas de Estados Unidos (USPTO) el 1 de enero de 2013 y ya se utiliza en más de 45 oficinas de patentes de todo el mundo. Esto es globalización pura. Este sistema debería significar competición con los mismos estándares para todos.

Aunque hay casos de escasa transparencia ,hay otros que avanzan la accesibilidad como Google Patents, los cuales meten mucha presión, sin embargo, en un par de años el CPC será el estándar global.

Pero para qué lo queremos: para muchísimas cosas. A corto plazo servirá para obligar a China a que abra más su mercado, permita alianzas reales y se controle la carrera alocada de patentes que está eliminando competidores de una forma abusiva y “quizá” coordinada.

Las empresas chinas han dejado de copiar y simplemente han empezado a registrar como patente todo lo que se mueve. De tal modo que hoy, hay que buscar entre cientos de miles de patentes para saber si te están plagiando, algo que casi seguro está ocurriendo.

Lo patentan todo, desde lo más simple a lo más complejo. Sobre todo se centran en lo simple para dificultar el paso a cualquier competidor externo, obligando al acuerdo. Esta es la manera en que se prepara China ante la inminente progresiva apertura de su mercado, una exigencia mundial que le conduce a lo insalvable.

La cuestión es que tal y como se opera en China saber dónde está una patente sobre una invención tuya y quién es propietario de la misma es carísimo. Además, muchas veces no estás seguro de si hay más de un propietario.

La colección de patentes de China se añadió a la base de datos PATENTSCOPE de la OMPI, sin embargo el sistema de búsqueda supera los 32 millones de entradas.

Esto significa ni más ni menos que hay que ir a juicio y, como sabemos, para eso hay que tener abogados. En el caso de China, donde el sistema todavía no es lo suficientemente complejo, no está dotado de la estructura suficiente para enfrentarse al reto de los juzgados de lo mercantil como modo de ayudar a poner orden.

No con todo lo dicho hasta ahora podemos minusvalorar a China. Ya es parte de la cabeza del futuro tecnológico del mundo en pocos años. Es impresionante observar cómo crecen sus datos en este sector y cómo se están convirtiendo en un lugar tecnológico, alucinante.

Todo este lío no es más que parte importante de una estrategia industrial diseñada para ser los mejores.

Las patentes se han convertido en un sistema de librar batallas entre empresas que van más allá de la innovación. Estas se disputan en la mesa de negociación.

Las patentes son básicas para comerciar a lo grande. Patentar es necesario para competir globalmente. Prueba de ello es que en muchos sectores las patentes se han convertido en las dinamizadoras de la innovación porque al expirar permiten el avance del más capaz. De hecho, un gran obstáculo para la innovación es la demora de la concesión de la patente, que muchas veces es forzada y deseada por parte del solicitante como medio de alargar el periodo de su propiedad.

Conviene recordar el papel de los Patent Trolls, que básicamente son ventajistas que atacan para conseguir negocio y, en general, gran “litigiosidad”. Esto lo podemos ver en el enorme juego en el que estamos envueltos.

Como muestra…un botón: el caso Microsoft vs Android (Google). Es muy significativo este enfrentamiento ya que uno de los buenos negocios de Microsoft es que te compres un Android. De hecho, factura más de 1000 millones al año. Parece ser que hay una lista de más de 300 patentes “secretas” que el gobierno Chino ha filtrado, cuando le ha venido bien, y gracias a las cuales los fabricantes de productos Android deben pagar a Microsoft. En un futuro los mejores productos con este sistema van a ser chinos, a lo mejor tiene algo que ver…

Esto es el mundo global señoras y señores, hagan juego pero no olviden traer las cartas de casa, porque los buenos jugadores en está partida las llevan marcadas.

¿Por qué el gobierno de Australia publicará online todos los datos de los derechos de propiedad intelectual?

¿Quizá sea para que las empresas puedan buscar y encontrar socios con facilidad?

Son más de 350 millones de datos, incluidos los derechos a patentes, marcas, diseños y derechos.

El gobierno australiano espera que los datos abiertos (open data) ayuden a las empresas a encontrarse con mayor rapidez, a colaborar, construir su producto y conseguir mercado. Como ellos mismos afirman, “será más fácil para que las empresas se unan para innovar, crear empleos e impulsar nuestra economía”.

Australia es el primer país en publicar online todos los datos de los derechos de propiedad intelectual. Pero…quizá haya otro juego. Este mundo es complejo. No hay una única manera de hacer las cosas. El cómo vivir y construir sin la propiedad intelectual tradicional es algo que ocupa a mucha gente. Tal es así que una gran parte del nuevo talento piensa, trabaja y construye un nuevo mundo nativo en otra manera de ser.

Quizá quien piense en patentar debería pensar más en colaborar, en construir conjuntamente. Quizá quien piense en secuestrar marcas e ideas debería pensar en construir sobre ellas de manera colaborativa, dejando al que viene algo mejor de lo que te dieron.

La base del nuevo mundo no es la del antiguo. Estamos en un momento de transición. Los lugares sobre los que hay que construir no son los mismos que antes. Con mayor frecuencia es más posible construir sobre lugares comunes. Lo cierto es que la propiedad se va haciendo común mientras cambian los modelos de negocio.

Es un hecho que hoy la protección es un cortafuegos que impide el acceso a la innovación y da ventajas competitivas claras a los ya que ya están establecidos y no por ello son los más interesantes. Y no entramos en debate sobre qsi la patente es hoy un producto financiero o comercial.

El caso es que este es un sistema que hace innovar a los de siempre pero con modelos y mentalidades del pasado. Como he dicho, el mundo lo ha cambiado. El software es la referencia ahora. Lo que no es software lo será, al menos en comportamiento. Así que para saber adónde vamos solo hay que ver qué hace el software que funciona y cómo interacciona.

La razón por la cual este sistema no superara la década de los 20 es simplemente porque no permite el acceso y eso en este siglo no es posible. El riesgo es quedarse en lo que ya no es. La habilidad consiste en saber cuándo te toca.

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