dir. Rainer Werner Fassbinder // cp. Antiteater-X-Film
Marcaría el debut en el año 1969 de uno de los iconos alemanes: Rainer Werner Fassbinder, quien forma parte de la “Neuer Deutscher Film” (Nuevo Cine Alemán). Desde sus inicios como director, en un ejercicio prematuro, diagnostica un buen lenguaje cinematográfico, a la par que contiene muchas influencias del “Nouvelle Vague”. La particular cinta de crimen/drama provista de “outcasts”, inicia con el fornido y desenfadado Franz Walsch, personaje carente de emoción y algo acartonado, lo cual de cierta forma se justifica ya que es personificado por el mismo Fassbinder, y que al paso del tiempo mejoraría su vena interpretativa y aparecería en otras obras. Franz es invitado de manera forzosa a pertenecer a un sindicato; junto a él hay un grupo de jóvenes que están ahí para soportar la misma presión violenta que acarrea su iniciación. Entre ellos se encuentra Bruno (Ulli Lommel), un muchacho tímido a quien Franz anima a soportar la tortura. Al pasar los días Walsch es liberado y comunica la dirección de su hogar en Münich a Bruno, quien después de un tiempo es soltado y al parecer, aceptó formar parte del gremio pues luce un porte distinto y altivo. Pronto, emprende un viaje para buscar a Franz a quien encuentra de dos maneras 1) es “el chulo” de su novia Johanna (Hanna Schygulla) a quien dice amar y 2) ocultándose de un matón Turco que lo culpa del asesinato de su hermano. Inmediatamente el trío se embarca en una serie de acontecimientos para planear un asesinato y ello los lleva a robar, adquirir armas, matar, ser interrogados por la policía — dicha escena contiene un magnifico travelling, por cierto; la película posee un par de momentos excelsos que dependen de su fotografía la cual consta de planos fijos, medios, americanos, primeros planos y simétricos — y de forma más personal, compartir novia. Esto último no le agrada a Johanna, pero es tanta la estima de Franz a Bruno que lo defiende vehementemente ante su mujer quien en un momento se burla del amigo, algo que su amante ve mal y por ello le propina una cachetada justificando el acto con un “tú me amas” (alegoría de aprecio, lealtad y misoginia, que acompañarían a Rainer tanto en films como en su vida personal). Los rencores y venganzas surgen, así como las razones de Bruno para dirigirse a Munich, las cuales no son sólo por amistad. ~Paulina Nava
