¿Por qué nos importa a los tucumanos lo que pasa en Buenos Aires?

tuQmano
El pago y la rosca
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6 min readApr 26, 2015

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La clásica expresión “Dios es argentino y tiene sus oficinas en Buenos Aires” se aplica a muchas facetas cotidianas. El hecho de que conozcamos hasta el hartazgo el estado del tránsito o el clima que afecta a los porteños, debido a la penetración comunicacional de lo que se emite desde la ciudad capital de todos los argentinos, fue uno de los argumentos a favor de la implementación de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual hace unos años.

Llevado al plano de la política (partidaria), yo apostaría que la mayoría de nosotros — los tucumanos- tenemos más conocimiento sobre los senadores porteños que los locales, por ejemplo. Creo que si hacemos esta consulta al azar sobre el Senador por la minoría es más probable que se identifique a “Pino” Solanas que su colega de la provincia. Una pista: es pre candidata a intendenta de San Miguel de Tucumán.

Me parece que estas pequeñas anécdotas son reflejo de la tensión presente en el largo proceso que llevó a la consolidación de la ahora Ciudad Autónoma de Buenos Aires (C.A.B.A), cuya evolución fue tantas veces pensada y protagonizada por muchos coterráneos.

El politólogo tucumano Julio Saguir, por ejemplo, produjo una investigación comparada sobre los procesos constituyentes de Argentina y Estados Unidos. Para el caso local destaca cómo los intereses divergentes de las provincias llevaron a un largo camino de negociación (y batallas) — de 1810 a 1862- para generar un marco normativo que incluyera a “las provincias” y a Buenos Aires.

Ezequiel Gallo y Natalio Botana comienzan su trabajo sobre el pasaje de una República posible a una República Verdadera (1880–1910) con un tema central de la organización nacional, que va más allá de lo analizado por Saguir: La federalización de Buenos Aires.

Juan Bautista Alberdi

Este debate tenía en Juan Bautista Alberdi — el autor de las Bases del proceso constitucional- a uno de sus defensores. Como muestran Botana y Gallo, el prócer tucumano señalaba que un “gobierno argentino que no posee a Buenos Aires, no es solamente un gobierno sin capital; es además un gobierno sin estómago, sin abdomen, sin pulmones ni corazón, sin fuerza ni poder vital, en una palabra, sin cabeza”.

En 1880 el entonces presidente Nicolás Avellaneda, también tucumano, anunció le decisión de federalizar la ciudad para que el gobierno nacional dejara de ser un huésped de la Provincia de Buenos Aires. Esto produjo el levantamiento del gobernador Carlos Tejedor — una de las voces contrarias, junto a Bartolomé Mitre-, a las de Alberdi y José Hernández, el autor del Martín Fierro.

El enfrentamiento entre las dos facciones tuvo también como protagonista a otro tucumano: el Gral. Julio Argentino Roca, quien se vio más beneficiado por estos acontecimientos, dado que sucedería a su coprovinciano en la presidencia nacional (ya con casa propia).

Desde entonces, y hasta la reforma constitucional de 1994, la Ciudad de Buenos Aires sería el distrito sede del gobierno federal. La modificación de la carta magna estableció su autonomía — como parte de las negociaciones entre Menem y Alfonsín en el Pacto de Olivos- y así nació la C.A.B.A.

En 1996 los porteños eligieron por primera vez su Jefe de Gobierno. Un año antes el Congreso de la Nación sancionó la norma que “garantiza los intereses del estado nacional en la Ciudad de Buenos Aires”. La Ley Cafiero (Nº 24.588) es la imagen contemporánea de la antigua tensión de la metrópoli con “el interior”.

¿A qué se debe esta larga introducción? A la importancia que pueden tener las elecciones (primarias) de la C.A.B.A. para los tucumanos.

En 2015 se elegirá por sexta vez al jefe del gobierno porteño. Este domingo se configura como un precalentamiento para una posterior victoria del PRO en SU distrito.

Un primer elemento a destacar es que en un sistema político de muchos niveles, como lo es el de Argentina, las dinámicas políticas de cada uno de ellos afectan lo que sucede en los otros. Y, como sostiene buena parte de la biblioteca, nuestro país ha experimentado un proceso de territorialización (o desnacionalización) de su sistema de partidos. Analizar qué sucede en estos niveles de gobierno resulta entonces de gran utilidad.

Más allá de las imágenes del “dios porteño” o de la televisación continua del caos vehicular con la que abrí esta columna, creo que es útil tener presente qué efectos puede producir la política porteña sobre el resto.

En este sentido, me gustaría señalar una serie de elementos a ser tenidos en cuenta a la hora de analizar estas elecciones:

  • Se trata de elecciones Primarias Abiertas Obligatorias y Simultáneas (P.A.S.O), las cuales tienen como objetivo seleccionar los candidatos dentro de cada una de las fuerzas que competirá en las elecciones generales.
  • Las elecciones provinciales — y la de la C.A.B.A- funcionan, según el politólogo Andrés Malamud, como la primera de cuatro vueltas en el calendario electoral nacional. Completan este calendario las P.A.S.O nacionales, la elección general y un potencial balotaje entre las dos fórmulas más votadas en la general. Es por ello que, más allá de que lo que suceda el domingo debe tener una interpretación ligada a la selección de candidaturas, todos los resultados acumulados en las provincias antes de las primarias nacionales del 9 de agosto marcan una tendencia que irá ordenando el sistema político y las estrategias de los candidatos.
  • Las encuestas pre eleccionarias de Buenos Aires de los últimos días muestran que el núcleo de la elección está en la disputa entre dos líneas del PRO: una encabezada por “la gestión” del oficialismo en la C.A.B.A., que lidera Rodriguez Larreta; y otra línea “moral” o principista, cuya figura central es la senadora Gabriela Michetti. Esta definición puede tener costos sobre la estrategia del PRO para llegar a la Presidencia de la Nación, dado que Macri se jugó a pleno por la primera de estas líneas.
  • Por otro lado, vale la pena detenerse en los guarismos que pueda obtener el FPV. Si se confirma el crecimiento que viene teniendo su principal candidato — Mariano Recalde-, así como las aceptables performances de los candidatos más cercanos a la Casa Rosada en las elecciones de Salta, Mendoza y Santa Fe, y la alta imagen positiva presidencial, el tan mentado “fin de ciclo” sería uno de extraña naturaleza.

Extendiendo esto al plano local, podemos destacar que estas dos fuerzas, sumadas al Frente Renovador de Sergio Massa — que no logró apoyarse sobre buenos resultados en las competencias hasta acá desarrolladas-, tienen sus correlatos en la provincia. Y es quizás uno de los distritos que mejor refleja la complejidad de las alianzas entre quienes aspiran por la presidencia y quienes quieren salir victoriosos de la contienda provincial –en sus distintos niveles de gobierno:

El macrismo presentó candidatos propios aunque todavía no cierra la posibilidad de acordar con el Acuerdo Cívico y Social. Los acercamientos de esta semana parecen acompañar esta idea de realineamientos de “primera vuelta” que señala Malamud. Hasta ahora esa posibilidad chocaba con el preacuerdo que Cano sostenía con el Frente Renovador, detrás de la figura de Gerónimo Vargas Aignasse, y un potencial acuerdo con el intendente Amaya. El kirchnerismo tucumano se encuentra partido entre alperovichistas y amayistas; situación que pone en riesgo la continuidad del oficialismo local, aunque el “regreso” de los renovadores Orellana y Teri para acompañar a Manzur aportarían algo más de volumen a las visibles fugas del oficialismo de 2013 para acá.

No obstante, se trata de elecciones locales que tienen lógicas y dinámicas propias. Cómo se terminen definiendo los acuerdos entre cada una de las fuerzas será el último punto antes de que comience la competencia. Claro que también éstas son susceptibles de la influencia que puedan tener los resultados de todos los distritos que precedan a la presentación de alianzas (el 22 de mayo) y la oficialización de candidaturas y acoples (el 17 de julio) en Tucumán.

La “primera vuelta” empezó en Salta; siguió con Mendoza y Santa Fe el domingo pasado; ahora llegan los turnos de C.A.B.A y la elección general de Neuquén. La maratón nacional seguirá hasta Octubre.

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tuQmano
El pago y la rosca

Politólogo. Nacido en Freiburg im Breisgaü. Criado como tuQmano. Educado como porteño. 4 años de chilango. De regreso. www.tuqmano.com