5 cosas que viví en el juego Pumas vs Chivas

Oswaldo Olivas
EL PITCH
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3 min readJul 20, 2016

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El domingo pasado fui al Estadio Olímpico de Ciudad Universitaria al juego Pumas vs Chivas dentro del marco de la Jornada uno de la Liga Bancomer Mx. Aquí algunas apreciaciones.

Tremendo solazo
Es la primera vez que asisto al estadio de los Pumas y desde hace tiempo se les ocurre jugar los domingos a 12 mediodía. Soy de tierras calurosas pero aún así está cabrón vivir dos horas bajo los rayos del sol. Aunque durante algunos minutos algunas nubes viajeras hicieron el favor, terminé con la piel bronceada. Tal vez debí comprar uno de esos sombreros de cartón que venden a diez pesos.

Un espectáculo religioso, con ganadores y perdedores
Era un Pumas — Chivas, los seguidores del equipo de Guadalajara abarrotaron la zona sur del estadio, mientras que el resto, como a un 85 por ciento, era de fanáticos del equipo de la UNAM. Durante gran parte del juego, antes de que uno de sus jugadores metiera un autogol, el fervor religioso de los rojiblancos era impresionante. Volvió a encenderse cuando marcaron un penal a su favor pero la montaña rusa de emociones terminó en accidente cuando lo falló el “Gullit” Peña.

Es un crimen el dejar de vender cerveza
Esto ya me lo habían contado y es real. Por ahí del minuto 60 o 65 todos los vendedores de cerveza desaparecen. ¿La organización de Pumas cree que sus aficionados son unos animales sin control cuando toman “chelas” todo el partido? Todo indica que sí. Esto es: la última media hora de juego, sin cerveza, en pleno sol, es difícil.

Llegar es fácil, salir es complicado
Al estadio de C.U. se puede llegar en un metrobús que no va tan lleno, caminar un poco y listo, de pronto estás entre los vendedores de tacos y cervezas en el estacionamiento. Salir, eso es muy complicado. Miles de personas escapan al mismo tiempo, los Pumas borrachos de poder y las Chivas con la simpatía que da la derrota. Todos quieren alejarse y todos los medios de transporte y vías de comunicación se saturan. Después del juego dormí una media hora arriba de un Uber.

El espectáculo se ve bien, pero de lejos
El estadio de la Universidad, que aún no me queda claro si la institución privada llamada Pumas paga renta o tiene casa gratis gracias a nuestros impuestos, tiene la particularidad de ser olímpico, es decir, tiene una pista alrededor del campo de futbol que provoca que los jugadores se vean lejos y sólo distingas a los de cabelleras exóticas o a los porteros.

Hasta el momento conozco dos estadios de la Ciudad, el Azul y el Universitario. Al Azteca le haré una visita en los próximos meses, en un juego de la Selección.

Por cierto, no soy fan de Pumas ni de Chivas. ¡Arriba el Atlas! Aunque gane.

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