Cómo Kevin Durant arruinó desde Oklahoma hasta el “verano perfecto” de Harrison Barnes
“Si no puedes con el enemigo, únete a él”, retumbó en los oídos de Kevin Durant, el agente libre del basket más asediado desde LeBron James, y que este lunes desestabilizó la liga con su huida a California.
Oklahoma City (OKC) es una de las ciudades con amor único a su equipo, corrijo, amor por su único equipo. No cuenta con otra escuadra en el deporte profesional (relevante) de Estados Unidos, ni al soccer de la MLS llega, pero sí alberga tres equipos de flat track roller derby.
Quizá es por esto que en esta ciudad tomo auge el hashtag #IhatetheWarriors. La ida de Kevin Durant de OKC es –casi– un adiós a la esperanza de ser campeón.
Lo peor es que esa ilusión había sido renovada tras la forma en que el cuadro de Billy Donovan estuvo a minutos de eliminar a Warriors en los pasados playoffs . El feeling fue todavía mejor hace una semana, por el cambio más chingón para un equipo –el Thunder– en lo que va de esta agencia libre (y varias más).
Y es que a cambio de Victor Oladipo, Ersan Ilyasova y los derechos de Domantas Sabonis (el heredero del exNBA Arvydas), Oklahoma se despidió de UNO: Serge Ibaka (que está a un año de ser agente libre y, por lo menos, duplicar su salario).
Pero a ‘Durantula’ se le olvidó su tuit de 2010 y argumentó: “Lo primero que me propuse […] he decidido que voy a fichar por los Golden State Warriors”.
La bronca es que no hay palabras para resarcir la ilusión que Durant esfumó en Oklahoma. Inclusive las apuestas volteaban al Thunder a la par de Spurs y Warriors (y por encima de Cavaliers), hasta que KD publicó:
El cambio es de tal magnitud que ni siquiera los Warriors se van libres de ser afectados. ¡¿Qué?! ¿El cambio de Durant también le pega a Golden State? Yeap, porque acordaron pagarle 54.3 millones de dólares por dos temporadas a un jugador que tomará el lugar de Harrison Barnes.
Hay muchas más razones de peso para qué Barnes no renueve con los Warriors. Basta con recordar su debacle en la pasada NBAFinals en que metió 50 puntos en los primeros cuatro juegos (3–1 GS), para luego anotar 15 en las siguientes tres batallas (todas ganadas por los Cavs).
El delantero perdió la confianza nivel: “dejo de lanzar pese a contar con el tiro más fácil en la duela”. Devastador.
Pero Harrison debe levantar cabeza, sobre todo porque en unos días firmará un contrato que ronde los 95 millones de dólares por 4 años. Ah, también irá a las playas de Copacabana como parte de la Selección de EUA para Rio 2016. Que no sufra mucho HB, quien se habría quedado en Oakland si Durant no llegase a California.
Hay otros cuadros (más) afectados como Spurs y Celtics. Ambos tuvieron pláticas con KD y el jugador pasó de sus ofertas, aunque los dos han apalabrado premio de “consolación” en hombres grandes: Pau Gasol y Al Horford, respectivamente.
Y escribo “otros cuadros (más) afectados” porque realmente todos los equipos de la NBA se perjudican con este cambio en el que Kevin Durant, poseedor del tercer mejor promedio de puntos por juego (27.40) en la historia de la liga, se une a Warriors de Golden State, el dueño del mejor récord (73–9) en los 66 años de existencia de la NBA.
