El Pelé del beisbol
No te pierdas el increíble menosprecio de Grandes Ligas al pelotero más imparable (¿completo?) en la historia.
Ichiro Suzuki no levanta pesas, ni tiene Twitter o página (propia) de Facebook; parece irreal cómo pasa desapercibido hasta en el beisbol, ese deporte que alguna vez fue rey en México.
Pero es tan neta lo anterior como el hecho de que será el primero –quizá único– con 3 mil hits en menos de 18 temporadas de Grandes Ligas.
10 Guantes de Oro
+600 infield hits
+500 bases robadas
10 All-Star
10 campañas (seguiditas) con más de 200 hits
A este monstruo con look enclenque no “le hace justicia la revolución”. Jugó en el mejor equipo más ganador de Grandes Ligas pero así le alcanzó, porque tuvo su peor momento en los Yankees más bajos de últimos tiempos.
El japonés atrajo esta semana un poquititito de la atención que se merece, porque pegó su hit 4257 como profesional. A partir de este miércoles –sorry, Pete–, no hay pelotero con más imparables en el beis. El récord (4256) de Pete Rose caducó a los 30 años de existencia. Así como se le relaciona a Pelé con el gol se debe hacer con Ichiro y el hit.
Derek Jeter, Mariano Rivera y David Ortiz son algunos de los peloteros con una temporada de despedida –o desfile– en cada estadio ante miles de fanáticos; Ichiro Suzuki ni siquiera fue abrazado por compañeros al romper la marca de más hits en la historia.
Pero Ichiro no aparece en la lista de más hits en la historia porque sus primeros 1278 fueron en la Liga de Japón. Sus 9 años iniciales en la pelota fue con el Blue Wave de Orix, en donde descosió la pelota con 1278 hits (promedio de bateo de .355).
Japón es ese país que contrata peloteros con talento pero sin la confianza para estar en Grandes Ligas. El único torneo en que se acerca a confrontar el nivel de peloteros del mundo es el Clásico Mundial de Beisbol, algo así como el Mundial del fut (también se hace cada 4 años), pero no ha sido posible un duelo de Estados Unidos con nipones porque EUA no ha llegado a la final, instancia a la que el cuadro asiático ha llegado y ganado en las dos veces que se ha jugado.
No me vengas con que se hace “chiquito” en los momentos apremiantes. Si el problema es que no lució en postemporada hay que ver que jugó solo 19 partidos y bateó 27 hits. La cuestión se carga más a los Marineros, equipo en el que tuvo sus mejores años, pero en Seattle se es especialista en desaprovechar estrellas (Griffey Jr., A-Rod, Félix, etc).
El pasatiempo norteamericano fue irrumpido en 2001 por un japonés de 27 años con una mecánica de bateo tan peculiar como irrepetible. Lo que realmente luce imposible es repetir una campaña como esa en la que ganó: Jugador Más Valioso, Silver Slugger, Guante de Oro y Novato del Año.
Tres años después marcó para siempre el beisbol con la máxima cantidad de hits (262) en una temporada, esto es en 147 años de existencia de Grandes Ligas.
El “problema” del nipón es que hace las cosas (muy) bien, pero no de forma popular. Nunca pegó más de 15 cuadrangulares en un año, tampoco firmó contrato por 20 millones de dólares por año, ni polemizó con declaraciones.
Estamos ante los últimos _ _ _ turnos de un pelotero cuyas prácticas y costumbres hace indicar que se ajustarían a cualquier época. Un hombre que a sus 42 años batea .349 con Marlines de Miami, en donde levanta un poco más su .314 de por vida.
Por esto y más es que es una lástima que Grandes Ligas se dio cuenta muy tarde de lo chingón que fue (en su prime), este escrito bien sería del beisbolista más completo en la historia (con el respaldo de las stats de MLB).
