En la CDMX puedes vivir con comida gratis y abundante, si quieres.
En mi ruta diaria al trabajo, paso por un puesto de tortas llamado “Tortas El Tigre II” (ignoro por completo si existe un Tigre I, ni dónde se encuentre).
El Tigre II se ubica junto al Soriana en la esquina de Franklin y Revolución, en la colonia San Miguel Chapultepec, y en la parte posterior de su puesto de lámina de metal además del clásico rótulo de tortas calientes, El Tigre II ostenta una categórica leyenda que reza: No son las más chingonas del mundo, pero sí las más perronas del rumbo.
La verdad lo ignoro y es muy probable que sea alguno de ustedes quienes tengan la oportunidad de comprobarlo, hace tiempo que me prometí quererme un poquito más y cuidarme, y rechazo comer en puestos callejeros donde además de las condiciones deplorables de higiene en las que se encuentran, te obligan a comer de pie. Creo que la comida, vivas donde vivas, debe ser un momento para también relajarte un poco y disfrutar el rato, vayas solo o acompañado, entiendo cómo todo esto se complica y se desmadra cuando vives en una ciudad tan caótica como la capital mexicana, pero puedes intentarlo, hay opciones siempre.
En fin, el caso es que no sé si sean las más chingonas del rumbo, si alguien lo sabe, comparta su experiencia. De esa misma retaguardia del lugar donde sucede la magia, cuelga una pequeña pancarta que anuncia:
“Si te comes una Salvaje en menos de 15 minutos es gratis,
si no, pagas el doble.”
ALV
Buscando en internet, encontré que el precio de una torta salvaje de El Tigre II, oscila en los $100, así que si no puedes con ella vas a pagar $200 pesos por un pan con carne, por lo que tenemos un reto de dignidad, orgullo y presupuesto, más allá de un reto de capacidad de almacenaje estomacal.
Eso me llevó a la idea de pensar cuántos otros puestos de comida tendrán promociones o retos similares. Con eso en mente, llegamos a la conclusión de que si tienes realmente muchísima hambre y no has comido en muchas horas y no tienes dinero, puedes ir a darle en la madre a alguno de estos 5 establecimientos:
- Tortas “El Tigre II” — Cto. Interior Mtro. José Vasconcelos 124, San Miguel Chapultepec
¿Cómo comer gratis? Pide una “Salvaje” y si te la comes en menos de 15 minutos, ya chingaste.
¿Se puede? Sí, de hecho no representa mayor problema. De hecho no sé por qué diablos se arriesgan de esa manera. De hecho prácticamente regalan comida todo el tiempo.
Aquí unas fotos extraídas de su perfil de Facebook, sí es una atascón, pero con muchísima hambre puedes acabar con ella en menos de 15 minutos.
Bueno, la verdad sí está muy pasada de verga.
2. Tortas “El Recreo” — Avenida del Recreo 81, Iztacalco
¿Cómo comer gratis? Elige la torta jumbo del menú (6kg de peso, 13 ingredientes), cuesta $600 pesos. Si te la acabas es gratis, no hay límite de tiempo.
¿Se puede? No mames. $600 pesos no valen la congestión estomacal crónica de tragarte esa mierda. Creo que incluso podrías morir o tener problemas realmente graves en tu salud. Pero todo se puede.
Aquí unas fotos para que midan y consideren:
No.
3. Los Milanesos — Av. Toluca y Glaciar (frente al Club Casablanca), Olivar de los Padres.
Por fin taquitos.
¿Cómo comer gratis? Cómete 12 tacos, sin límite de tiempo, y no pagas.
¿Se puede? A simple vista sí, pero la leyenda cuenta que llevan 3 años sin que alguien pueda cumplir el reto.
12 de estos:
4. El Cuadrilátero — Luis Moya 73, Centro Histórico CDMX
Otra vez tortas.
¿Cómo comer gratis? A diferencia de la Lucha Libre que permea el alma del lugar, aquí sí hay límite de tiempo. Te acabas una “Gladiador” (1.3kg de peso) y tu día está resuelto.
¿Se puede? Tal vez. Pero implica lágrima, de seguro.
El dueño del lugar y creador del concepto es el mismísimo Súper Astro, dicen que a veces anda por ahí atendiendo las mesas.
5. El Burrito Norteño — Prol. Canal de Miramontes 2053, Amsa
Soy norteño y esos no son burros, hay de suadero, bistec, además les ponene lechuga… *sigh*
¿Cómo comer gratis? Tienen una versión que mide 2 metros de largo, si te lo terminas y además lo empujas con 5 refrescos, todo en menos de una hora, ya fue gratis.
¿Se puede? Cinco refrescos es un chingo de líquido y gas, ahí está la trampa de un challenge que a la vez te sabotea. Pero sí se puede.
Si bien sabemos que cualquiera de los “retos” antes mencionados podría causarnos daños irreversibles en nuestro sistema digestivo, incluso a nivel cardiovascular o en el órgano hepático, es bueno enterarse de opciones para no gastar en comida cuando no hay dinero.
O solo tragar por gula, porque la comida viene en tu sabor favorito: GRATIS
