God save the King
La letra de los Sex Pistols dicta: “She (Reina) ain’t human being…”, pero el rey al que me refiero volvió mostrar lo que (también) es: un humano extraordinario y a la vez común; con llanto cargado de incertidumbre por saber cuándo le dará un festejo mayor a su país.
En que lío está metido Messi. Su debacle con Argentina lo ha mandado al fondo este domingo, tanto cuando se volcó en lágrimas ante el mundo (del futbol y de quienes no vimos GoT), y después que espetó: “Se terminó para mí la selección. No es para mí”.
Ángel Di María, Sergio “Kun” Agüero, Javier Mascherano –que carga con 5 finales perdidas en Argentina–, Ezequiel Lavezzi, Ever Banega, y Lucas Biglia –ese que falló el último penal vs. Chile– se reporta que también “brincarían del barco” para seguir a su capitán.
3 años al hilo de derrotas en la final y 4 subcampeonatos con la selección mayor + sin gol ni asistencia en estos juegos parecen el combo que aniquiló los deseos patrióticos de Messi; hay quienes hasta olvidan el Mundial Sub-20 o la medalla de oro que se colgó en el evento deportivo (¿más patriótico?) del orbe: los Juegos Olímpicos.
Y es que tras otra final perdida –el último título argentino (de selección mayor) fue la Copa América sobre México en 1993–, Jorge Valdano apuntó:
“Messi no juega para ganar, juega ser perdonado”.
Pide perdón pese a que sus 29 años es: ¡máximo goleador (55 tantos en 110 partidos) en la historia de la albiceleste, nadie haya ganado más de sus 5 balones de oro y nos dé muestras constantes de lo paranormal que es con el balón en los pies!
La micha (27) de sus 55 goles han sido en 37 amistosos.
Lionel sigue jugando como en el barrio un deporte que es cada vez más industrializado; la empresa del balón dicta que este debe rodar donde se vea el dinero y sin importar que haya o no pasión a su alrededor.
Debemos estar alerta eh. Mi GRAN duda es: ¿cómo se llega a una presión en la que el más virtuoso se niega a recibir la bola con la camiseta de su país? Así no, Leo.
A Messi parece que ni el arropo de dioses de los Seven Kingdoms lo salvará. Aunque soy un confiado en que volverá (casi tanto como Adidas lo pre$ionará), quizá por eso es que empiezo a familiarizarme con la primera versión del himno británico:
God save the King:
Send him victorious,
happy and glorious.
