Qué bonito es el snorkeling

Oswaldo Olivas
EL PITCH
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2 min readSep 13, 2018

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No sé nadar. Ese hecho ha marcado la relación que he tenido con el mar y las albercas durante toda mi vida y me había mantenido fuera de lo hondo, en los límites de la seguridad.

Por eso, esnorquelear tuvo un gran impacto para mí. Semanas atrás tuve el privilegio de visitar Cozumel, isla del Caribe Mexicano que es famosa por contar con decenas de sitios para practicar el snorkeling.

Las primeras veces que me puse el equipo de esnórquel (tubo, visor, aletas y flotador) fue en la playa frente a la casa en la que nos hospedamos, al norte de la isla justo donde termina la ciudad, y pude ver dos pequeñas rayas amarillas descansando en la arena.

Al día siguiente vi una barracuda en la orilla de la paradisiaca Isla Pasión, uno de los sitios más bonitos que existen.

El primer acercamiento con una cantidad importante de peces fue en la playa del hotel El Cozumeleño, que cuenta con un pequeño arrecife en el que decenas de especies se acercan sin miedo a los bañistas. Aquí, fue mi debut en el snorkeling de profundidad, al recorrer la superficie encima de unos cuatro metros sobre el fondo.

Lo anterior fue la preparación para un tour de snorkeling, de la compañía Fury Catamaran, que nos llevó a un par de arrecifes donde la profundidad superaba los diez metros. El impacto es grande, es como estar volando a la altura de un edificio de tres pisos. Aquí se ven menos animales marinos pero la experiencia es extraordinaria.

El esnorqueling me abrió un nuevo mundo y es ahora una de mis actividades favoritas, después de pasear en bicicleta y caminar, y ya quiero visitar otro destino mexicano para poder asomarme hacia el mar… lo más probable es que sea en el Pacífico o el Golfo de California.

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