A/B tests y modelos mentales: nuestro cerebro, ese gran cartógrafo

Parafraseando al científico Alfred Korzybski, el mapa no es el territorio y, por ende, el camino para salir de él y descubrir no puede depender de este mapa o del conocimiento actual del territorio. Este concepto es aplicable a muchas áreas de la vida, y en este caso lo aplicaremos a la experiencia de usuario.

Alfonso de León
El Product
4 min readMar 17, 2021

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Tal y como adelantábamos en nuestro artículo anterior sobre los tests A/B extremos, una de las razones de que nos interese aplicar este tipo de pruebas es el descubrir oportunidades / hipótesis que no formulamos por estar fuera de “nuestro mapa mental”.

Permitidme contar una historia: Cuando estudiaba en la universidad, era un fanático de las motos, me gustaba que fueran rápidas y modernas.

El tercer año entre como becario en un laboratorio de vehículos históricos, mi interés en estos vehículos era… bajo. Un día vino al laboratorio un Volkswagen antiguo, que me recordó al coche que todavía conducía mi abuelo. Poco a poco mi interés en estos coches creció y pasé de querer conducir una super moto de última generación al coche de más de 30 años que conducía mi abuelo. Si alguien me hubiera dicho que mi coche de diario sería la “antigualla” que conducía mi abuelo, me hubiera resultado gracioso cuanto menos. De esta historia saco dos puntos:

  1. Estuve expuesto a un escenario diametralmente opuesto a mis preferencias.
  2. Lentamente fui descubriendo partes de este nuevo escenario, que era un nuevo territorio de mi mapa mental.
Imagen de Gordon Johnson en Pixabay

Entrando en materia y partiendo de que estamos de acuerdo en que las siguientes son las principales etapas de un test A/B:

  1. Investigación
  2. Formulación de una hipótesis
  3. Creación de “A” y “B”
  4. Ejecución de la prueba
  5. Análisis de los resultados

¿Cuales creéis que están influenciadas por el mapa mental de los profesionales que las trabajan?

¿Ya lo tienes? Solución tras la imagen……………….

Imagen de Gordon Johnson en Pixabay

Solución: Todas :-). (Pero a nosotros nos interesan sobre todo las primeras tres; ¿Por qué? Porque en las primeras tres es donde más impacto tienen las limitaciones del terreno o plano mental.)

El objetivo principal es identificar patrones ocultos o tendencias en vías de desarrollo, porque será donde más podamos influir y donde es más difícil encontrar la oportunidad, debido a nuestro propio entendimiento.

Con el fin de arrojar algo de luz en cómo funciona el reconocimiento de patrones y entender su relación con “el mapa no es el territorio”, podemos enumerar sus principales fases:

  1. Adquisición de datos
  2. Extracción de características
  3. Toma de decisiones

Es muy fácil relacionar los dos primeros puntos con la vida de los usuarios de negocio y usuarios finales. Son las experiencias de la propia vida de cada persona las que definen que datos extraerá su mente, qué características escogerá de esas vivencias y como todos esos datos procesados y almacenados inconscientemente, crearán el mapa de esa determinada persona, influenciando así el tercer y último punto, la toma de decisiones.

Resumiendo: puntos 1 y 2, crean el mapa, punto 3 se usa para navegarlo.

Imagen de lobsarts en PixaBay

Después de haber leído los párrafos anteriores, ¿estás de acuerdo con las siguientes afirmaciones?

  • El mapa mental de la persona que crea la hipótesis estará muy probablemente limitado y sesgado. Esto no quiere decir que esa persona no sepa hacer su trabajo, ni que las hipótesis que se proponen no funcionen a la perfección, pero es algo que tenemos que conocer para reducir el impacto de este fenómeno en nuestro trabajo.
  • En general las personas tienden al rechazo a cambios bruscos de alcance y funcionalidad: anti-iteración. Siguiendo con la analogía del mapa, si un usuario sigue un mapa hasta que acaba y justo antes de acabar le aparece un nuevo terreno enorme en el mapa, la reacción produce más confusión (o incluso desmotivación) que mostrar un trozo de mapa que represente solo una fracción de ese gran espacio sin descubrir, y así sucesivamente según nos acercamos al siguiente punto de extensión.

Conclusión

Volviendo a la aplicación de lo descrito arriba a los tests A/B: Los cambios deben ser paulatinos e indoloros, pero no pueden limitarse a nuestro mapa mental; los tests A/B extremos son una posible solución a esta limitación. El símil más sencillo es el de un coche que necesita tomar una curva para avanzar y no conoce el resto de carretera: si intentamos coger una curva muy deprisa el resultado probablemente sea malo (o muy malo) al igual que la experiencia , pero si lo hacemos poco a poco y adaptándonos a la carretera mientras la conocemos, el resultado será mejor y mucho más cómodo.

La próxima vez que estéis involucrados en la formulación de hipótesis o tests A/B en general, recordad si no estáis siendo víctimas del cartógrafo interior que define vuestro rumbo.

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