De MVP a MVT: Un Cambio de Foco

Sebi Palatnik
El Riesgo Es No Cambiar
3 min readOct 12, 2015

¿El producto es la persona o lo hace la persona? Un cambio de paradigma.

Pixar Minimum Viable Team.

Un gran producto. Un gran equipo. ¿Qué fue primero?

El huevo y la gallina, ¿Qué fue primero? La pregunta del millón que cientos han buscado responder, con teorías interminables que terminan en creer o reventar. A la hora de crear un startup, ¿qué va primero? ¿El equipo? ¿El producto? ¿Dónde poner el foco?

El MVP se define como la versión del producto con más retorno de inversión y con menor riesgo. Promueve el desarrolo de las funcionalidades principales y no más que ellas. El MVP tiene como objetivo ser probado en los early adopters de un negocio, obtener feedback y tener la mayor cantidad de información con el mínimo esfuerzo. El hecho de mínimo no se refiere a un producto pequeño sino a una estrategia para aprender rápido. Steve Blank es el primero en acuñar este término y lo define como: “You’re selling the vision and delivering the minimum feature set to visionaries, not everyone”. Luego Eric Ries toma este concepto como uno de los pilares para el modelo Lean Startup, transformando esta idea en un primer paso para cualquier emprendimiento.

Sin embargo, la industria de los emprendimientos continuó creciendo y grandes MVPs fueron desarrollados para urgir grandes empresas. Entre ellos, algunos fueron un éxito. El caso Dropbox es muy conocido: una landing page que sumó millares de usuarios interesados en una promera aún sin minutos de programación. Por otro lado, algunos startups no lograron llegar a buen puerto. Entre los principales motivos de fracaso de estos productos mínimos viables hay algunos que llaman la atención: el primero considera la idea de que las funcionalidades elegidas no eran las adecuadas; en segundo lugar, no se trabajó adecuadamente con los early-adopters sino que se salió a vender a un segmento más reticente; en tercer lugar, el equipo no era el indicado para implementar esta estrategia.

En 2011, Dharmesh Shah escribe en el sitio onstartups.com un artículo que sugiere buscar el cofundador mínimo viable. En el mismo sugiere 6 puntos que se deben tener en cuenta para esta elección:

  1. Confías en ellos.
  2. Deben ser brillantes construyendo o vendiendo.
  3. Están comprometidos con la empresa, no solo con la idea.
  4. Ellos hacen, no solo hablan sobre hacer.
  5. Trabajan duro, full time.
  6. Son razonables, realistas y racionales.

En lo personal creo que a estos puntos le falta un punto esencial: el equipo será el que deba llevar el MVP al siguiente nivel… y al momento de elegir un cofundador, no contamos aún con el MVP. Pues, ¿Cómo podemos saber que este cofundador sea el indicado para hacerlo? ¿Que sucede si elijo y luego el MVP “le queda grande”? ¿Cómo equilibramos la elección del equipo con la implementación del MVP?

Lo que sucede es lo que algunos inversores como Mar Hershenson de Pejman Mar Ventures menciona a la hora de elegir un emprendimiento en el cual invertir: la importancia del equipo es superior al producto. El foco en las personas más que en el producto ya que serán las personas las que logren que el producto tenga éxito o, caso contrario, los que deban tener las capacidades para iterar rápido. Es entonces cuando el concepto de MVT (Minimum Viable Team) toma relevancia por sobre el MVP.

Las personas son el foco. Las personas son el producto.

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