Desmintiendo el patriarcado

y por qué no existe en 2019

Adryan Rex
El rincon de pensar
4 min readMar 8, 2019

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Si somos objetivos, podemos afirmar que antiguamente SÍ existió lo que las feministas llaman “patriarcado”. Nadie duda de que hace escasos cincuenta años, las mujeres apenas podían hacer nada sin el permiso de su marido, todo lo contrario ahora, donde básicamente son los seres más libres que habitan el planeta, al menos en la inmensa mayoría de países del mundo.

Pero no es oro todo lo que reluce. Y el feminismo, a pesar de haber logrado alcanzar las metas por las que luchaba en un principio, se dieron cuenta de que si ya no tenían a ese terrible enemigo contra el que luchar que era el patriacado, el dinero se acabaría, así que salía bastante rentable mantenerlo vivo aunque fuera con una pantomima, justamente lo que está pasando ahora mismo en 2019.

En plena vorágine de locura del feminismo (en el mal sentido), todo es señalado como machismo, todo es sexista, todo es fóbico y por tanto hay que denunciarlo todo y gritar bien fuerte a los cuatro vientos lo oprimidas que el patriarcado mantiene a las mujeres a pesar de que tienen todos sus derechos conquistados y blindados según las leyes y la Constitución.

Pueden comprarse una casa, abrirse su cuenta de banco, comprarse un coche, casarse con quien quieran, mantener relaciones con quien quieran, acceder al mercado laboral, a la universidad, y todo ello sin necesidad de que haya alguien detrás vigilando a ver qué es lo que están haciendo.

Pues al parecer, todo esto no es suficiente para el colectivo feminista que, lejos de ver la igualdad, ven mas opresión allá por donde pasan.

Cuando nos ponemos a analizar estas “opresiones” que nos comentan, nos damos cuenta de que parece que estuviéramos escuchando un monólogo de Luis Piedrahita en El club de la comedia.

No es de extrañar, puesto que no tiene ni pies ni cabeza el hecho de denunciar como machismo (o micromachismo) el hecho de que un hombre le abra la puerta a una mujer para que pase; se llama educación.

Un ejemplo muy claro de que el feminismo se ha desbocado completamente, abogando por la radicalidad (en su acepción de extremismo) lo podemos ver en el último vídeo del youtuber Experto en Igualdad, donde podemos apreciar unas imágenes de la actuación de la policía donde las mujeres son las agresoras y las que abusan, pero lejos de esperar que se actúe de manera lógica procediendo a la detención de éstas, observamos que se sigue tratando a la mujer como la eterna víctima.

¿Has agredido a tu novio el cual necesita puntos de sutura? Pues nada, a dormir tranquilita que mañana será otro día.

El vídeo original puede visualizarse en el canal de Experto en igualdad, el cual os dejo a continuación para que podáis verlo por vosotros mismos y dar créditos al autor por su gran trabajo explicando y recopilando éstos casos:

Lo que podemos sacar en claro de estas actuaciones de la policía frente a una clara situación donde la agresión ha sido perpetrada por una mujer, es que se sigue teniendo una actitud paternalista con éstas, negado casi sistemáticamente el hecho de que una mujer pueda ejercer violencia contra un hombre.

No solo eso, si no que, lejos de la realidad, a pesar de ser el chico quien ha sufrido una agresión, además de necesitar asistencia médica, éste es cacheado como si de un criminal se tratase para buscar cualquier indicio de “violencia de género” y poder seguir actuando según el protocolo.

¿No es curioso que incluso en una situación tan clara, donde además la agresora confiesa que le ha agredido más de una vez, la policía minimice éstos actos y las excusen como si las mujeres fueran niñas pequeñas que han hecho una travesura propia de un niño de 5 años, además de señalar el acto como “discusión” en lugar de “agresión”?

Sí, estamos ante una clara ejemplificación del “ser de luz”. Aquel el cual es imposible que albergue el más mínimo atisbo de maldad y por tanto, es completamente imposible que realice un acto tan punible como es una agresión contra otra persona.

Las conclusiones que sacamos de observar este tipo de situaciones es que, a pesar de que España está calificado como el 5º mejor país del mundo para ser mujer, lejos de aplicar el artículo 14 de la Constitución española que especifica que:

Los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social.

Han conseguido crear víctimas de primera y segunda categoría, debido al miedo irracional e institucionalizado de ciertos sectores a ser señalados como “machistas” e “intolerantes”; además del plus de que el pacto de estado contra la violencia de género promueve unas subvenciones más que cuantiosas que permiten a las miles de asociaciones feministas del país (Mujeres juristas Themis, Federación de Mujeres Progresistas, Federación de Mujeres Separadas y Divorciadas, etc) poder seguir lucrándose de éstas víctimas y por tanto, seguir proclamando que hay que luchar contra el patriarcado.

¿No es irónico que, en un país donde tienes todos tus derechos blindados y toda la maquinaria del estado se pone a tu disposición con una simple denuncia, clames al cielo alegando que te oprimen por tu simple condición de mujer?

Esto se llama demagogia, y por desgracia, está tan arraigada en nuestro gobierno que es muy difícil deshacerse de esa ideología extremista que pretende deshacer el camino que ya está hecho.

Aún nos queda mucho camino por recorrer, pero un primer y adecuado paso para avanzar hacia una sociedad mejor sería empezar a dejar de pensar que las mujeres son inválidas y que la violencia no tiene género.

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Adryan Rex
El rincon de pensar

Opinador disidente, escritor de fantasía épica, desarrollador web titulado y amante de los videojuegos clásicos. Fan absoluto de AC⚡DC.