Acto de VOX en el Palacio de Vistalegre

El espectro político. La “ultraderecha”

Adryan Rex
El rincon de pensar

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Recientemente, el 7 de Octubre se ha dado el acto del partido político “de ultraderecha” VOX en el Palacio de Vistalegre en Madrid y, de repente, se ha levantado un temor generalizado debido a la gran acogida y el aplastante éxito del evento.

¿Es VOX de “ultraderecha”?

Aquí hay que hacer muchos y variados matices. En primer lugar, VOX, presidido por Santiago Abascal ex-miembro de PP por el País Vasco, siempre ha admitido abiertamente ser de derechas, hasta ahí no hay problema, cada uno tiene sus preferencias políticas.

La gracia de ésta etiqueta viene dada por el espectro de la izquierda, que tildan de “extremista” la postura del partido por sus inclinaciones donde destacan sobre todo la defensa de la unidad de España, a lo cuál la actual izquierda le tiene bastante alergia.

Empecemos con los matices para empezar a desmentir ciertos tópicos y poner los puntos sobre las íes.

¿Qué significa ser “ultra”?

La definición que nos da la RAE para ultra es:

1. adj. En política, extremista.

Es decir, una persona que actúa con violencia y radicalidad, propagando ideas peligrosas e imponiéndolas por la fuerza (lo que en la lengua común se conoce como “dictador”).

Una vez aclarado éste primer punto, ¿podemos afirmar ya que VOX es un partido “ultraderechista”?

Sigamos matizando. La derecha, en el espectro político ha sido tradicionalmente conservadora, portadora de querer conservar costumbres y tradiciones, al menos, así lo dice la teoría.
Las principales consignas del partido VOX siempre han sido las mismas desde sus inicios:

  • Supresión del Estado de las Autonomías (suponen un gasto público enorme e innecesario).
  • Control regularizado de la inmigración ilegal.
  • Defensa de la unidad de España como nación.
  • Aplicación del art.155 en Cataluña, supresión y detención de partidos separatistas.
  • Derogación de la Ley Integral de Violencia de Género y sustitución por una ley de violencia intrafamiliar que proteja a TODOS los miembros de una familia, independiente de su condición.

Éstos son solo algunos de los muchos planteamientos de VOX, a los que por supuesto, la izquierda ha etiquetado automáticamente y sin mediar palabra de “peligroso, fascista, misógino” entre muchos otros alegres apelativos.

Para alguien que no esté muy puesto en el panorama político, le podría convencer fácilmente la idea de que VOX es ultraderecha y por tanto, habría que frenarlos de inmediato. Pero cuando entras al programa de VOX, y empiezas a analizar sus propuestas una a una y en profundidad, empiezas a darte cuenta que quizás no son tan peligrosas como aparentan.

Partidos como Podemos, no ha dudado ni un sólo instante en tacharlos de fascistas, defensores del franquismo y “un peligro para los pilares de la democracia”. ¿Por qué?, la respuesta es bien simple.

Ley Integral de Violencia de Género

A raíz del feminismo hegemónico impuesto en los últimos años, España ha invertido millones de euros en luchar contra la violencia machista, esa violencia tan “arraigada” en España.

Los 200 millones de euros destinados del pacto de estado contra la violencia machista no les parece suficiente a las asociaciones feministas españolas más radicales, como pueden ser la Asociación de Mujeres Juristas Themis, la Federación de Mujeres Progresistas o la Federación de Mujeres Separadas y Divorciadas, solo por nombrar a algunas.

Lo gracioso e hipócrita del asunto es cómo aplican una doble vara de medir según les conviene en ciertos momentos.
La mayoría de las asociaciones feministas se declaran abiertamente abolicionistas y anticapitalistas, lo cual es claramente incoherente con pedir una subvención de 200 millones al Estado, puesto que estás traicionando tus propios principios. Pero el principal punto de la tiránica LIVG, no es tanto su financiación como las terribles consecuencias que ésta conlleva, como son claramente la pérdida de la presunción de inocencia, uno de los derechos fundamentales que garantiza un Estado del bienestar, haciendo que se invierta la carga de la prueba en un juicio, pasando de “inocente hasta que se demuestre lo contrario” a “culpable hasta que se demuestre lo contrario”.

Sin comerlo ni beberlo, se ha condenado a la mitad de la población española para poder “proteger” a la otra mitad, privándola de derechos tan básicos como la presunción de inocencia (algo de esto le gustaba a la Alemania nazi), y declarando incapaces de protegerse a sí mismos a esa mitad que tanto desean proteger, porque claro, “son una minoría oprimida”.

Un pequeño inciso. Ser una minoría oprimida implica que existe un grupo de estatus superior que ejerce un claro ejercicio de poder respecto al oprimido, haciendo que el segundo no tenga representación visible en la sociedad. No es el caso de las mujeres.

Control de la inmigración ilegal

Centrándonos en otros temas, VOX ha propuesto un mayor esfuerzo en la regularización de nuestras fronteras para evitar altercados tan graves como los de valla de Melilla, donde la Guardia Civil está desprovista de recursos y abandonada a su suerte por el gobierno frankenstein de Pedro Sánchez, el cuál no piensa mover un dedo. Y es que lo que no es lógico es que en pleno 2018 un país tenga una política de fronteras abiertas donde cualquier persona pueda pasar impunemente, solo hace falta mirar hacia Suecia.

No se trata de ese falso odio hacia los extranjeros como profesan muchos, si no un firme control de fronteras a nivel de ilegalidad para evitar altercados, no es demasiado difícil de entender.

Aquel inmigrante que vaya con todos sus papeles en regla puede viajar sin dificultades a donde quiere, ergo, si en países como el Líbano, donde los “refugiados” emplean tanto dinero en las mafias para ser recogidos, dedicaran ese dinero a sacarse documentación, sería una película muy distinta, ¿dónde está ahí el extremismo?

En general podemos deducir que, VOX, lejos de ser extremista, propone una serie de medidas que pocos partidos políticos están dispuestos a tomar ya que en su agenda tienen la prioridad de parecer mas amables e inclusivos que hacer que su país funcione de una manera más eficiente, y es por eso por lo que se acusa a este partido de ser “ultraderecha”, por querer aplicar medidas que, aunque tienen algún aspecto conservador, demuestran ser eficaces, y eso a la gente no le gusta, porque le daría la razón a VOX, así que la mejor manera de echar por tierra su programa es tacharlos de todo menos de bonitos.

En conclusión, VOX, lejos de ser ultraderecha, podemos decir que es la derecha tal cual, ni extrema ni reinventada, es la derecha simplemente, en todo el sentido de la palabra.
No es extremista, sino realista, y eso asusta a la gente, porque estamos criando una generación incapaz de aceptar algunas realidades crudas del mundo, por lo que la respuesta obvia en su caso es atacar, lo que hace que queden retratados como la “falsa democracia”.

Como conclusión final decir que el creer que si votas a VOX eres algún tipo de terrorista, machista, xenófobo, etc no es más que el miedo de la izquierda hablando por ellos por temor a que se levante el telón de su teatro, así que si alguien quiere apoyar a éste partido, que se sienta libre de hacerlo sin temor a represalias.

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Adryan Rex
El rincon de pensar

Opinador disidente, escritor de fantasía épica, desarrollador web titulado y amante de los videojuegos clásicos. Fan absoluto de AC⚡DC.