Entrevista: Korior
Los ex La Miseria de Tu Rostro editaron Origen, su primer y demoradísimo álbum
De la avanzada de bandas de Chile de hace 10 años atrás, La Miseria de Tu Rostro era una de las más destacadas. Los que pudimos verlos en vivo en los tres recitales que dieron alla por 2009 dimos cuenta del potencial que tenían y de la brutalidad de su sonido, entre Converge, Botch y el hardcore metal de fines de los 90s. Por eso muchos lamentamos su abrupta separación luego de la gira europea de 2012 y con su último álbum Jauría apenas editado.
Pero tanto Ale (batería) como Raúl (Bajo y voz), decidieron no quedarse de brazos cruzados, y emprendieron Korior, sumándole más d-beat a lo que ya venían trayendo de su ex banda y generando un sonido muy actual e instalado en el primer mundo, pero todavía bastante germinal en el hemisferio sur. Después de mucho tiempo de recitales y otros proyectos personales, sale finalmente Origen, un álbum que por líricas y música merece ser escuchado por cualquiera que tenga debilidad por la música pesada.
Me gustaría que arranquen contando como se iniciaron en la música y el Punk
Mis orígenes en la música parten en el subterráneo de un antigua casa familiar, ahí fue donde por primera vez pude hacer amagos de tocar unos cajones de madera que asimilaban el sonido de una batería,instrumento que siempre me llamó la atención por su fuerza; fue ahí también donde con el pasar del tiempo, invité a unos amigos a meter ruido con una guitarra eléctrica y un amplificador Crate, y armé por primera vez una banda llamada Chivo Ateo,una mezcla punk-metal, todo era muy garage. Entonces eso me llamaba la atención, que no había reglas ni vergüenza a la hora de expresarse. La gente con la que me crié en el barrio escuchaba metal y grunge, con estética incluída; aprendí mucho en esa línea, dos bandas que me marcaron bastante fueron Black Sabbath y Nirvana, por los años 90.
El punk me llegó más desde el lado escolar, no me di cuenta y ya tenía en mis manos unos K7 de La Polla Records, Todos Tus Muertos, 2 minutos, Ramones y bastantes compilados (Territorio Punk: cero en conducta / Código Punk) donde salían bandas con nombres muy graciosos.
Después de la separación de La Miseria… ¿cómo fue el proceso que terminó con el inicio del proyecto Korior?
No pasó tanto tiempo luego de la separación, recuerdo que fue en el 2012. En un par de meses ya estábamos ensayando. La premisa más importante siempre va a ser la amistad, a veces las cosas toman un rumbo distinto al que uno se imagina y proyecta, por ende, cuando dijimos podríamos “armar otra banda” fue porque no queríamos detenernos en la inquietud de crear y buscar nuevos lenguajes desde la música. A título personal, LMDTR significó un crecimiento muy profundo en cuanto a la forma de concebir la música y el trabajo colaborativo. No son experiencias que se olvidan o descartan antojadizamente, están o quedan en el ADN, pero Korior es otra inquietud. De la experiencia anterior me quedo con la constancia y descarto el doble pedal.
¿Qué fue lo que paso que tardaron tanto tiempo en sacar el disco?
Son varias cosas, pero te ordenaré el panorama de la siguiente manera: Por un lado acumulamos durante varios años, una especie de cansancio en el modelo de gestión interno de la banda, algunos miembros no estábamos dispuestos a tomar esa posta, entonces el peso quedaba en una sola persona y eso hacía más difícil el diálogo, por otro lado el factor económico nos jugó una mala pasada, y no encontrábamos el punto de equilibrio en ello. Además queríamos editar en físico y eso al menos acá en Chile es costoso. Siento que nos vimos pillados en este modo de hacer las cosas justo en un momento de transición cuando ya veíamos que las bandas tenían sus trabajos editados no en físico sino en digital y en plataformas streaming.
Contame de donde surge ese interés por las culturas precolombinas chilenas, que se pueden ver desde el mismo nombre de la banda, hasta en la gráfica y las letras.
Principalmente el interés por las culturas precolombinas viene de una conversación donde nos preguntábamos sobre la cultura pagana que evidencian algunas bandas de black metal europeo y cuál era el valor simbólico que ello traía consigo para sus respectivas escenas; me refiero a los rostro pintados, los simbolismos anticristianos, los bosques y paisajes grises,etc. Espontáneamente surgió una especie de investigación antropológica sobre las culturas indígenas que habitaban o habitan, de norte a sur este territorio llamado Chile; y la que nos llamó la atención por su forma mágica de llevar sus rituales fueron los Selknam, una cultura que vivió en el extremo sur del continente americano, en la Patagonia o tierra del fuego, así denominada por el colonizador europeo.
Encontramos ahí un poder simbólico muy lindo, desde los rituales, sus pinturas corporales y su forma de convivir con la naturaleza. Justamente a eso refieren las letras de nuestro disco. El trabajo de arte posterior es un Collage de grabado, donde utilizamos distintos elementos como la serpiente (regeneración), la montaña (trascendencia), el fuego (poder) y la naturaleza en general. El disco Origen es eso, un concepto que cuenta una historia, humana, mágica y sangrienta.
¿Cómo compusieron el disco, siguieron un método que ya habían usado en la miseria o cambiaron la forma?
Fue algo totalmente nuevo, porque estábamos experimentando tocar un estilo, que si bien nos gusta mucho que es el d-beat, crust y por esas líneas, queríamos entender un poco el sonido y la fuerza de él; es decir, estudiar cómo un gran número de bandas suecas que cultivan ese estilo, suenan parecido a una “bomba atómica”. Entonces nos juntábamos a escuchar música y luego a tirar ideas, que quedaran registradas en algún compu y volvíamos a ellas en la sala de ensayo, donde finalmente sabíamos si era o no lo que buscábamos. Experimentamos también con el tema de los pedales y es ahí donde conocimos el famoso Boss Heavy Metal HM-2, su historia que es entretenida y luego, cuando grabamos en el estudio Audiocustom de Sebastián Puente (guitarra de Nuclear) dio la casualidad que él lo tenía ahí, in situ, y probamos a tope y el resultado fue ensordecedor.
¿Qué referencias musicales o líricas tenían presente al componerlo?
Victims, Wolfbrigade, Ursut, Martyrdöd, Disfear, Skitsystem, Anti Cimex, Entombed, At the Gates, todas desde lo musical. Las líricas van en la línea conceptual que te comenté.
¿Lo llegaron a tocar en vivo al disco? ¿Les hubiera gustado tocarlo más?
Sí, un par de veces en Santiago y alcanzamos a realizar una mini gira por el sur de Chile, de la cual tenemos algunos registros audiovisuales en Youtube. Quizás faltó darnos un par de vueltas más.
¿Cómo siguen con Korior? ¿Quedará como un proyecto de estudio?
Es un proyecto que no tiene apuro. Los tiempos los manejamos en la medida que tengamos ganas de proyectarnos, por ahora sólo será de estudio y luego ya veremos si la vida nos logra reunir.
¿Qué cosas interesantes están pasando en el hc punk de allá? ¿Podrías recomendar bandas actuales para escuchar?
No podría responder esa pregunta, no estoy enterado de lo que pasa en la movida hc punk ahora. Pero sí he estado escuchando una banda que se llama Montoyas y me ha llamado la atención. En otra estilo hablar de Nuclear, banda que me gusta muchísimo, tanto por su ejecución, valor humano y constancia con su trabajo, que lleva años en el ruedo.
¿En que otros proyectos musicales o no musicales están actualmente?
De música, en ninguno. De otro tipo sí, ligados al audiovisual, diseño gráfico y la enseñanza.
Por último, quisiera que me pinten el panorama social de Chile con la crisis social que explotó en 2019 y con la pandemia ¿Que perspectivas tienen a futuro de lo que pueda pasar?
Es una pregunta que da para un capítulo completo, pero en términos generales y en perspectiva lo que se venía gestando con la revuelta popular, hasta el confinamiento por el virus, era algo hermoso, una re-actualización de luchas pasadas, un ánimo constante que dejaba en evidencia la crisis del sistema imperante en nuestro país, de la decadencia capitalista en las relaciones humanas y la forma en que nos vendieron el cuento de un país próspero, de los cómplices de esas mentiras (izquierda y derecha) cuando la realidad dice otra cosa. Me atrevería a decir que fue un desahogo de años acumulados, por ende la espontaneidad fue bastante punk, unos por aquí dejando la cagada, en enfrentamiento con la policía, otros por allá en charlas y teorías, otros tocando, otros vendiendo, etc. una especie de autogobierno que ayudó a levantar espacios más solidarios de convivencia, que quizás siempre tuvimos pero por ceguera y comodidad abandonamos. Esta revuelta seguirá, sin lugar a dudas.
Korior elige cinco discos
Wolfbrigade — The Enemy: Reality
King Gizzard & The Lizard Wizard — Flying Microtonal Banana
Fredag Den 13:e — Dystopisk Utsikt
Mastodon — Cold Dark Place
Flemita — Underpunk
