Descomputarizadome
Lima, 19 de Julio del 2015
Siempre es bueno encontrar el balance
Como parte inevitable de este mundo constantemente cambiante se ha revalorizado nuevamente los productos hechos a mano, la palabra es “artesanal”.
Y lo que me parece irónico en todo esto es que en los últimos años de dedicarme a la ilustración, he sido “víctima” de este fenómeno de alguna manera. Hace varios años cada vez intentaba trasladar mi trabajo de dibujo a la computadora, ya sea a tráves de tabletas gráficas como Wacom o programas especializados como Manga Studio, sin embargo por alguna razón siento que las horas que invierto con estos aparatos o programas no son “reales” es decir, si estuviera en medio de un dibujo al que dediqué media hora y se corta la luz eléctrica todo se iría al tacho y que en realidad nada de lo que hice fué “real” sino un montón de datos y números.
En cambio al usar las manos y materiales para dibujar es otra la sensación, siento que de verdad es real lo que estoy creando, puedo acercarme a verlo, girar el lienzo y tenerlo siempre a la mano literalmente.
Lo genial también son las imperfecciones. Creo que a todos nos llega a un momento en el que la exactitud de los trazos de computadora llegan a frustrarnos, luego de ello comenzamos a utilizar texturas y herramientas que simulan ser como la vida real.
Ahora, este no es un speech anti-tecnología ni nada por el estilo, sigo utilizandola en muchos aspectos de mi carrera pero también quiero aprender a balancear la precisión de lo digital con la calidez de lo artesanal, ahí estamos.
