ENTRESACAR

Hugo Molchanvique
El Tiburón
Published in
4 min readSep 30, 2015

--

ANTECEDENTES

Pelos; pelos por todas partes. Yacen tras las orejas y bajo las pantorrillas. Son abundantes y autónomos y no hay tragedia en que se pierda alguno mediante pellizco o cuchilla. Yacen también sintéticos: en bufandas y alfombras y sombreros de paja toquilla. Entonces la hebra ya no es hebra sino objeto; artefacto atesorado por su textura y su palpar. Yacen en abrigos y mochilas y gabardinas, y sobre lomos y nucas y cuellos de sabuesos y caballos y conejos. Pueden ser negros, grises, rojos, rubios; alisados, enrulados, engelatinados. Cuando llega Medusa: viperinos, petrificadores, bífidos. Pero también suelen ser fragantes y relucientes y movedizos, y, si son legítimos, burlan a la guillotina, y después del corte vuelven a aparecer.

Los descaros del hombre y los designios del cosmos por fin han simpatizado en intenciones: el mundo ha de ser afelpado. Ahora están por doquier: están en los troncos de las tarántulas y en los dorsos de las ovejas; en el lavabo y sobre la peinilla.

Pelos; pelos por todas partes.

COMENTARIOS SOBRE LA FAUNA

Los manifestantes se toman las calles y las vallas de las metrópolis y claman que ningún derecho tenemos nosotros, humanos barbáricos, en dar muerte a otros mamíferos con propósitos alimenticios o indumentarios u ornamentales. Que enhorabuena y gracias, abuelos de las cavernas y que hey, es por alguien que habremos evolucionado; sin embargo, ahora es necesario un reajuste. Que no hay necesidad de cueros y dorsos como abrigos: todos los equivalentes sintéticos hoy ya pueden asegurar que nadie se muera de frío. Que no hay porqué glorificar las carnicerías contra jaguares y dientes de sable, y que la evolución que nos corresponde llegará a través de la prudencia, la empatía y la biósfera bien guarecida.

Mientras tanto, una muchacha palpa una prenda de vicuña por primera vez. Al frente suyo está el Pacífico y nunca ha sentido tan suave.

Un poco antes, los migrantes siberianos cruzan el Estrecho de Bering y descubren América. El frío ha sido inclemente y ha enterrado a miles de guerreros, y la supervivencia de los peregrinos ha dependido de la nutrición y el abrigo que ha provisto la caza y la fauna muerta. Pero hoy celebrarán: por la muy delgada hebra de tierra que burló a los abismos, por el continente virgen que sucederá a las ventiscas y por el hombre, de superioridad tan manifiesta después de la proeza, que ya no temerá nunca a ninguna bestia.

Lo que dice Wikipedia: “Pelaje se refiere a la piel del animal mamífero, con excepción del ser humano”.

Una escena de Sábado, de Ian McEwan: “Finalmente ella se da la vuelta a encararlo. Mientras se besan imagina a los ojos verdes que buscan a los suyos. Este ciclo habitual de quedarse dormido y despertar, en oscuridad, bajo cubierta privada, junto a otra criatura: un mamífero suave, tierno, pálido, y poner las caras juntas en un ritual de afección, brevemente resuelto en las necesidades eternas del abrigo, la comodidad, la seguridad y cruzar los brazos y estar más cerca — una consolación diaria, casi demasiado obvia, fácil de olvidar a la luz del día. ¿La habrá escrito algún poeta? No la ocasión, sino su repetición durante los años”.

A mí también me parece que somos muy mamíferos todavía.

LAS CHICAS Y SU CABELLO: UN TESTIMONIO

“Nunca me gusta tenerle igual. Por eso siempre le cambio. Era largo y me pinté. Luego me rapé la mitad. Luego me hice melena. Luego me pinté de nuevo. Luego volví a raparme la mitad. Luego me corté chiquito. Luego me rapé a ambos lados y me dejé una colita. Luego creció y ahora está creciendo y ya estoy pensando en qué hacerme. No sé de qué dependa. Algunas sufren con ir a la peluquería porque tienen miedo de que les corten mucho. Su pelo siempre es igual”.

OTRO TESTIMONIO SOBRE EL MISMO TEMA

Entrevistador: “Así que, Frank, tienes un cabello muy largo. ¿Eso te hace una chica?”

Zappa: “Tú tienes una pierna de madera. ¿Eso te hace una mesa?”

ACTIVIDADES COMPLEMENTARIAS

Sobar mamíferos en praderas. Recordar episodios embarazosos en peluquerías y jactarse de haber aprendido la lección. Constatar el ondular parcialmente accidental al caminar y al conversar. Ruborizarse, o electrocutarse, inclusive, y que los vellos se levanten y luego se vuelvan a acostar. Despeinar al besar. Aullar en las noches de luna llena y siempre recordarse licántropo y quizás y nadie dice que algún día no vaya a pasar algo.

UN VERSÍCULO

Jueces 16, 17

Entonces Sansón le descubrió su corazón, y le dijo: Nunca a mi cabeza llegó navaja; porque soy nazareo de Dios desde el vientre de mi madre. Si fuere rapado, mi fuerza se apartará de mí, y me debilitaré y seré como todos los hombres.

Pelos. Son tan poderosos y tan inquietantes y hoy en día están por todas partes.

--

--