El Madrid escondido
Está ahí, a la vista de todos, pero nadie lo ve
Ya llevo un tiempo escribiendo en este medio y es inaceptable que aún no haya escrito sobre mi ciudad, a la que admiro como si fuera de mi familia y a la que considero parte de mi.
Pues hoy es el día; pero no pienso escribir sobre el edificio Metrópolis, de la foto de portada, ni sobre el palacio real, ni sobre el nuevo Ayuntamiento (aunque viejo edificio), ni siquiera sobre la Plaza Mayor (y mira que me gusta…). Pretendo dar una vista diferente, mostrar algunos de esos edificios que están ahí, alguno de esos increíbles edificios que llenan Madrid pero que no aparecen en las guías de viajes, ni en las postales, pero que están ahí. Y a ver si con eso le descubro alguno a alguien.
Uno: El palacio de los duques de Liria
O de los actuales duques de Alba, que es lo mismo. Hay que decir que es un poco difícil de ver, y que eso hace que “la residencia particular más grande de Madrid”, con más de 3500 metros cuadrados, pase casi inadvertida en el número 20 de la calle Princesa. Su interior es un auténtico museo, con varias obras de Francisco de Goya, Rembrandt, Rubens, Sorolla, Renoir, Picasso… además de una increíble arquitectura neoclásica de principios de siglo XVIII.
Debido a su condición de particular hay muy pocas fotografías en la red del mismo. No obstante, el palacio ha saltado a la popularidad recientemente porque la miniserie televisiva sobre la duquesa de Alba fue rodada en su interior. Desde hace poco tiempo se puede visitar los viernes de 11:00 a 13:00 excepto en verano, con lo cual esperemos que la red se vaya llenando de documentos gráficos al respecto. Y si la suerte nos acompaña, visitarlo.
Dos: El palacio Longoria
Este palacio es, probablemente la máxima expresión del movimiento modernista en Madrid. Fue construido en 1902 en la hoy calle de Fernando VI, y actualmente es la sede de la Sociedad General de Autores y Editores.
A este edificio sí que he tenido la oportunidad de entrar y de ley es destacar la increíble cúpula de cristal central con las vidrieras de la prestigiosa casa Maumejan. Se puede entrar sin cita previa prácticamente a cualquier hora en horario de oficina, pero en la página oficial se organizan visitas guiadas.
Tres: Cuartel General de la Armada y Museo Naval
Este espectacular edificio neogótico de principios de siglo XX en el paseo del Prado, casi llegando a Cibeles vive la cruz de competir, y compartir calle con el Palacio de Comunicaciones, y eso le genera una sombra que le hace pasar totalmente desapercibido.
Como edificio de carácter estratégico nacional, el acceso está bastante restringido, pero se puede entrar (aunque yo no haya entrado nunca), incluso con visita guiada como parte de la visita al museo naval, que por cierto, alberga el primer mapa de las Américas jamás dibujado, de Juan de la Cosa.
Cuatro: La parroquia de la Concepción
En la esquina de la calle Goya con Núñez de Balboa encontramos la espectacular torre de esta parroquia neogótica totalmente contrastante con el resto de edificios de la zona.
Incluso pudiendo presumir de tener bastante bagaje de iglesias y catedrales europeas a mis espaldas, he de admitir que la aguja de esta parroquia me sorprende, no siendo parecida a ninguna otra que recuerde.
Cinco: Las ermitas gemelas de San Antonio
En el paseo de la Florida, cerca de Príncipe Pío se encuentran dos pequeñas ermitas prácticamente iguales que, si bien no son nada espectaculares en su exterior, una de ellas guarda un increíble techo abovedado con frescos de Francisco de Goya, además de guardar sus restos mortales.
Los frescos de esta ermita (foto de Sergio Moral) fueron uno de los primeros encargos de Goya como pintor de cámara, pues este edificio formaba parte de los terrenos Reales en Madrid, y parece ser que fue orden expresa de Carlos IV su lavado de cara.
Seis: Basílica Rusa de la Magdalena
Una recién llegada, y por ello más desconocida si cabe. Inaugurada en Marzo de 2013 en el distrito madrileño de Canillas, en el número 48 de la Gran Vía de Hortaleza, se levantan imponentes y rompiendo con todos los cánones occidentales las cinco cúpulas doradas de esta iglesia ortodoxa, única en España, de momento.
Siete: El casón del Buen Retiro
Un caso similar al número tres. Un increíble edificio a la sombra de otros muy conocidos: en este caso, escondido tras la parroquia y monasterio de San Jerónimo el Real y del propio edificio Villanueva, del Museo del Prado, aunque es más antiguo que éstos, y formaba parte del complejo del Palacio del Buen Retiro, del que sólo quedan los jardines.
El edificio hoy es parte del complejo del Museo del Prado, dando cobijo a algunas exposiciones itinerantes y en su momento, llegó a albergar durante un tiempo el Gernika, de Picasso, antes de ser trasladado definitivamente al Museo Reina Sofía.
Por hoy declaro suficiente estos siete edificios, que espero que hayan sido descubrimientos para más de uno, espero en el futuro haber descubierto alguno más digno de aparecer aquí y poder escribir otro artículo al respecto. Se aceptan sugerencias en forma de comentarios.
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