Peleando contra la desinformación de la vacuna del COVID-19

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4 min readApr 22, 2022

John Rodríguez, un hombre dedicado a concientizar a la comunidad sobre la vacuna contra el COVID-19.

Por Lucy Cabrera

John Rodriguez entregando pruebas gratis en Open Door Family Medical Center en Port Chester, NY. Foto por Lucy Cabrera.

Hace dos años, el mundo entero fue golpeado por la pandemia del coronavirus. Nadie podía salir de sus casas, nadie podía ni siquiera sentir tranquilidad. El mundo entró en pánico cuando se vio atrapado por un virus desconocido que estaba matando todos los días a miles de personas alrededor del mundo. Pero con esta pandemia, llegó también el virus más dañino para el cerebro del ser humano, la misinformación (información errónea), la desinformación y la mala información.

Estas tres categorías son parecidas, pero se riegan en la comunidad de distintas maneras. La malformación es por errores sin intención, la desinformación es manipulada con malas intenciones y la mala información son publicaciones de información privada con cambios intencionales.

Aquí es donde entra en acción John Rodríguez, quien trabaja en Open Door Family Medical Center desde hace cinco años. Open Door brinda atención médica; primaria, dental, salud conductual, nutrición clínica, manejo de enfermedades crónicas, programas de bienestar y servicios de apoyo continuo asequible para la comunidad independientemente de su capacidad para pagar.

“Lo que más me preguntan es por qué se enferman si ya están vacunados contra el COVID-19? Es muy difícil hacerle entender a la gente que la vacuna solo los protege de una hospitalización ”, dijo Rodriguez.

Open Door creó este rol alrededor de ocho meses atrás para que Rodríguez pueda conectarse con las comunidades locales en general y brindarles información precisa y confiable sobre el COVID-19. Además de responder las preguntas más urgentes de la comunidad y vincular a los pacientes con las pruebas y la vacunación, el rol de Rodríguez es generar confianza y conectarse con los pacientes de una manera significativa y efectiva.

Open Door Familia Medical Center. Foto por Lucy Cabrera.

John Rodríguez nació en Guayaquil, Ecuador y llegó a Estados Unidos junto a su familia hace 50 años más o menos. Estudió en Mercy College y luego de pasar por varios trabajos llegó a Open Door para trabajar en el departamento de Prevención de VIH. Al ver que la comunidad no confiaba en las vacunas, Rodríguez tomó las riendas de su nuevo cargo como “outreach specialist”, para pelear la misformación que rodeaba las vacunas contra el COVID-19.

“Tomé esta posición al ver que la comunidad latina necesitaba educación sobre el COVID y al ver que no se querían vacunar por cosas que escuchaban o veían en las redes sociales”, dijo Rodríguez.

Rosseni Sandoval, gerente senior de Outreach y supervisor de Rodríguez manifestó sentirse satisfecho con el trabajo de Rodríguez. “Él es el indicado para este puesto por sus años de experiencia y por su trato con la comunidad”, acotó Sandoval. Rodríguez y Sandoval trabajan en conjunto por las comunidades más vulnerables, con un enfoque en apoyar a la comunidad latina en todo el condado de Westchester. “Con John le damos seguimiento a los pacientes para que no dejen de atenderse por miedo al virus y sepan que la salud es un derecho”, aseguró el mexicano.

Rodríguez se dedica de corazón a la comunidad latina porque como inmigrante se siente identificado con ella, y entiende la desconfianza y las dudas que puede generar un comentario de una persona mal informada. “Les explico porque son efectivas las vacunas, hablo con los pacientes, ya sea en persona, por teléfono o en eventos de salud donde les mostramos presentaciones y repartimos información importante para que se informen de como está actualmente la pandemia y los efectos que puede tener no vacunarse”, aseguró el ecuatoriano.

Rodríguez habla con pacientes todos los días y les impulsa a no creer en falsas noticias y publicaciones que puedan ponerlos en duda sobre la vacuna. Es importante que los niños se vacunen, que los que ya están vacunados se pongan el refuerzo y que los no vacunados cambien su manera de pensar para protegerse de una hospitalización.

“Me siento con el deber de ayudarlos, y cuando logró cambiarle la mentalidad a alguien me siento feliz”, confiesa sonriendo Rodríguez.

Las misinformación se riega como el mismo virus, y las personas tienden a creerle más a un amigo o a un familiar que su propio médico.

Rodriguez entregando pruebas gratis. Foto por Lucy Cabrera.

“Es muy difícil cambiarle la mentalidad a una persona, pero de un gran grupo de personas que logremos que se vacunen cinco ya es un gran logro y una ganancia para la salud”, dijo Rodríguez. Él asegura que la pandemia está muy viva para las personas que no están vacunadas.

“Me siento muy a gusto que puedo ayudar a las personas”, cuenta el experto que hace unos días logró que una familia de tres miembros que no estaban seguros de vacunarse hayan decidido hacerlo después de que hablaron media hora con él. Rodríguez siente que su labor está funcionando y que puede desmentir los mitos falsos de la vacuna.

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