Sororidad y colaboración: los condimentos en nuestra alimentación

El comedor colaborativo ELLA fue el espacio de reunión. El Banco de Alimentos y la solidaridad en nuestra cocina fueron las bases para la alimentación de las participantes nacionales e internacionales.

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Entre guiso y guiso se armaron redes, se planificó el próximo Paro Internacional de Mujeres, se pasaron contactos, se hicieron entrevistas y se habló de los desafíos de la revolución feminista. Nuestro Comedor Colaborativo en UniValle fue la sede que albergó desayunos, almuerzos y cenas para las 800 participantes de ELLA. El menú: comida típica caleña en formato vegetariano, porque creemos en una alimentación consciente.

Pero sin la colaboración esto no se podría haber logrado: el Banco de Alimentos de Cali nos dio el beneficio de apoyo eventual y nos permitió ingresar con 30 canastillas para obtener los alimentos deseados de las posibilidades que tenían en inventario en ese momento. La mayoría de los productos obtenidos fueron frutas, algunas verduras, avena y galletas.

Así mismo, organizaciones locales hermanas se sumaron con su apoyo en utensillos para completar las necesidades del comedor colaborativo.

Los números dan cuenta del esfuerzo colectivo:

750 desayunos servidos, 1200 almuerzos servidos y 1550 cenas servidas con un total de 2950 Kg de alimentos consumidos. Pensar estas cifras en encuentros similares a ELLA es una señal de que la potencia de la colaboración rompe barreras y hace posible lo imposible.

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