El efecto apple
Recuerdo uno de mis profesores que decía “un 9,90 es mejor que un 10, así tiene Ud. margen de mejora”.
El caso es que esa educación y ese enfoque de mejora continua también tiene un lado oscuro.
Lo perfecto es enemigo de lo bueno. Voltaire
¿Cuántas cosas son perfectas?. Probablemente ninguna, y sin embargo, nos obsesionamos tanto con la perfección que hacemos, deshacemos y rehacemos, una y otra vez, intentando que ese trabajo, correo o informe sea redondo.
Escribes unas páginas, vuelves a leerlas, cambias unas pocas frases, añades alguna nota, amplias el contenido con una ilustración, quizá un esquema para resumir o aclarar conceptos… y así, hasta el infinito y más allá, en un ciclo de Deming interminable.
Y en esa búsqueda de la perfección, sin darnos ni cuenta, perdemos la noción del tiempo y los plazos de entrega se dilatan. La frustración se dispara mientras invertimos más y más recursos. Y olvidamos, que trabajar más en algo, no lo hace necesariamente mejor.
Si el primer paso es el más difícil, aceptar que nunca será perfecto nos permite poner foco en la tarea, sentir cada avance y disfrutar de cada progreso, por pequeño que sea, a medida que nos acercamos al final.
Sólo haz el trabajo. No será perfecto pero estará hecho. Y hecho es mejor que perfecto, ¿no? 😉
¡Feliz semana!
