Palabras con poderes
Hace unos meses hablamos del poder de las palabras. Hoy es el turno de las palabras con poderes. Resulta que el lenguaje y las palabras que utilizamos tienen poder para cambiar nuestra realidad. Hasta hay una ¿ciencia? conocida como PNL o programación neurolingüística que trata de ello.
Hay palabras mágicas, como “gracias”. Fíjate en la cara de las personas cuando se la dices, ¿cuántas veces das las gracias cuando alguien hace algo por tí?. Piénsalo, ¿das las gracias cuando te ponen un café en el bar?. Ya sé que forma parte del trabajo del camarero o camarera de turno, pero prueba a hacerlo y veras la magia, lo que antes era una mera transacción comercial se transforma en una relación más cercana y personal.
Ya ni te cuento si acompañas el gracias con su nombre, porque el nombre es música para nuestros oídos. No falla, prueba unos días y veras el resultado. Resulta que el camarero ya no es camarero, ahora es Juan o Pedro, cuando entras en su local, ya no tienes que pelearte para llegar hasta la barra porque Pedro te ha visto o ha reconocido tu voz y empieza a ponerte tu café con dos nubes, el que pides todos los días, y te lo acerca a la mesa con una sonrisa de lado a lado.
Cuando haces algo por otra persona te sientes bien, mejora nuestro ego y somos más felices. Imagina ahora como haces sentir a esa otra persona y cuesta tan poco, ¿por qué no hacerlo?
Es tiempo de amabilidad, cambiando nuestro lenguaje, cambiamos nuestra actitud, y con actitud cualquier cosa es posible. ¿Te lo crees?
¡Feliz semana!
Entrada publicada originalmente en beBee
