Deep Web

A que esta no se la sabía.

Ácrata y Banquero
En el borde de la navaja.

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Entonces usted conoce muy bien internet y sabe como vender o comprar cualquier cosa, tiene sitios sofisticados de música, colecciones aquí y allá. Fotos con filtros hipsters, un sitio dónde puede darle gusto a su egolatría, una enciclopedia libre y no se le escapa una noticia porque usa un buscador cuyo nombre tiene una letra repetida.

Usted sabe usar Internet. ¿Se acuerda de esta película? La invitación ahora la hago yo.

El suspenso.

Si llegó hasta acá es que quiere saber que hay más allá. Perfecto, le cuento entonces qué pasa. Cómo le decía antes usted tiene una cantidad de sitios (que en realidad son archivos guardados en computadores muy grandes) que le gustan y qué están buenos. Usted sabe que ellos existen porque alguien le cuenta; usualmente se llama Google. Google es un buscador, piense en el índice de un libro. Cuando usted busca una página, busca en qué lugar del mundo está sentado el archivo que usted quiere leer. Entonces, ¿se ha preguntado usted qué pasa cuándo alguien decide no avisarle al índice dónde está su archivo? En teoría, desaparece. El archivo está en algún lado; que usted no lo pueda ver no quiere decir que no exista. Ese espacio negro de archivos renegados se llama Deep Web. 485 personas de cada 500 que navegan en internet sólo verán el 5% de la red.

Tomada de: http://marcianosmx.com/wp-content/uploads/2012/08/deepweb.jpg

¿Qué cree que hace la humanidad cuando existe un callejón oscuro? Lo corrompe y lo inunda. Como pasa en ciudad Gótica o Nueva York, estos callejones heden a crimen: drogas, sexo y muerte. Piense que existe un índice oculto que por obvias razones, resulta ser más grande que el visible. Usted se asombraría de lo que es estar en un mundo que se caracteriza por “no” existir, un mundo fantasma, bien lo diría Jean Baudrillard, cuándo algo no tiene su equivalencia con lo que se pueda intercambiar, está obligado a reproducirse infinitamente. Le adjunto el índice de la Wikipedia de ese otro mundo.

Esta esa es la oficina del crimen mundial.

Cómo llegar (geek)

Antes: Cómo le decía, ese mundo es por decirlo fácil ilegal. Por ende, al igual que el mundo real todo callejón turbio tiene sus riesgos. Aquí se trata de todos contra todos. Las autoridades lo consideran su enemigo. Los delincuentes, también. Básicamente aquí todos se ocultan para no ser reconocidos. Las autoridades están por ahí merodeando porque saben que alguien que baja hasta allá, sabe a qué va. Los criminales en realidad están ansiosos de lucrarse con usted. Esto va mucho más allá de robarle los números de sus tarjetas de crédito.

¡Que viva la anarquía!

El tema es sencillo. En un mundo de anónimos, uno simplemente no puede llevar un cartel que diga su nombre y gritar su dirección.

  1. Tiene que ser invisible.
    Para eso tiene que ir a buscar a Tor. Tor es un programa que se encarga de hacerlo invisible, que nadie sepa cómo se llama ni quién es. Pasa que la IP se puede rastrear hasta unos metros de su casa. Sólo haría falta cruzar su nombre con una lista de usuarios y sería suficiente para indetificar con nombre y documento de identidad. Cómo le decía, Tor es como si se tratara de una persona en la esquina de su casa que despista a cualquiera que trate de seguirle el rastro.
  2. Tiene que ser silencioso.
    Imagínese que usted maneja un auto en estado de embriaguez. Si pretende no llamar la atención, lo mínimo que debe hacer es no ir con la música en alto ¿no? Lo mismo pasa aquí. Uno cierra Youtube, Facebook, Twitter, etc. El único canal abierto con el mundo debe ser el programa Tor. Pongale lógica. Si en la misma cuadra de Tor está su tía, su mamá y su hermano, es más difícil despistar.

Cuénteme si se llega a encontrar con estos.

Ahora, la duda que finalmente me asalta es ¿por qué si sabemos que esta gente existe y si sabemos que hay personas que en realidad implican un peligro para la sociedad, el mundo insiste en que el terrorismo se esconde en mensajes de texto?

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