La ovejas negras cambiarán el mundo.

Rodrigo Pineda
Español de todo tipo
2 min readApr 25, 2014

Vivimos en una era en la que cualquier persona que tenga a su disposición una PC, Laptop o un dispositivo móvil conectado a Internet, puede acceder a una cantidad (casi) ilimitada de información. El siglo XXI nos da la oportunidad de aprender algo nuevo todos los días, de cuestionar nuestros conocimientos e indagar más a profundidad sobre todas aquellas cosas que, según las tradiciones y la costumbres, tomamos como verdad. Soy de la opinión que todo es cuestionable, y que no debemos aceptar tan fácilmente todas aquellas creencias que la sociedad nos ha impuesto. Vivo en un país tercermundista (lamentablemente) en el que el pensamiento y la consciencia de las personas parecen estar atrasado por siglos, suelo llamar a esto: una sociedad medieval del nuevo milenio, esto viene acompañado de una serie de problemas sociales realmente lamentables: falta de educación, violencia, corrupción, drogadicción (punto negativo o positivo, dependiendo de la perspectiva, hablaré en otra publicación a cerca de esto), en fin, todo aquello que se considera un cáncer para la sociedad está presente aquí, en éste pequeño país de Centro América llamado Guatemala.

El verdadero problema no radica en la corrupción y negligencia del gobierno, ni en la pobreza, ni en la violencia, etc. El verdadero problema está en la mente de cada uno de los habitantes de este país (y del mundo entero).

Los verdaderos culpables de esta situación lamentable somos nosotros mismos, porque, en una era en la que la información está a unos cuantos clicks de distancia, el querer seguir con una mentalidad atrasada y manipulada, seguir con esa misma holgazanería intelectual y comodidad espiritual otorgada por los medios de (des)información y comunicación y la religión (uno de los principales males de la humanidad), es una opción para cada uno de nosotros.

Las grandes revoluciones comienzan en la mente de los individuos de una sociedad y no es casualidad que los gobernantes no se preocupen por incentivar a las personas a cuestionar el statu quo, a buscar el conocimiento por su propios medios o por inculcar la lectura, por el contrario, cualquier persona que se atreva a pensar diferente es rápidamente señalada como una persona con falta de cordura, como un loco. Yo digo: si amar la literatura, tener una mente abierta a la posibilidad del todo y de la nada, no apegarme a ninguna creencia religiosa, sino más bien, buscar mi propio camino espiritual, dejar el fanatismo a un lado (por su naturaleza ridícula y contraproducente), optar una posición neutra en la política, no seguir la moda, cultivar mi mente con arte, practicar meditación, encontrar la divinidad en un amanecer o un ocaso, si todo esto es estar loco, entonces, no hay mayor felicidad que la locura y ser una oveja negra para la sociedad. Las ovejas negras cambiarán al mundo.

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