Un Ser querido No Humano
Dudé mucho antes de volver a escribir cualquier cosa; no tenía ganas, ni siquiera quería escribir acerca de no tener nada de qué escribir… Sencillamente no era mi deseo hacerlo. Sin embargo, anoche soñé que un sujeto revisaba uno de mis escritos… casi destrozándolo. Decidí tomarlo como señal y heme aquí. Espero le des lectura pues no sólo escribo para mi, en ese caso me quedaría con todos mis remedos de pensamientos bien guardaditos en mi cabezota.
El anterior fin de semana, mi familia y yo fuimos a pasar un par de días en la playa, justo antes de que mis hermanos ingresaran al nuevo ciclo escolar. Por la noche uno de mis hermanos regresó a casa, avisándonos con un mensaje al teléfono de su llegada, pero el contenido era angustiante…
En el mencionaba, que nuestro perro Máximo (un maravilloso pastor alemán) sangraba incesantemente por la nariz… Mi padre le dio algunas instrucciones por teléfono, pero mi hermano seguía avisándonos que no había progreso…
Ahí estaba yo, nosotros… a horas de casa… a horas de un ser querido que nos necesitaba… un ser querido no humano… Con cada mensaje y cada llamada, sentía que se nos daría la fatídica noticia…
Comencé a pensar lo peor, mientras la impaciencia, impotencia, frustración, incertidumbre y angustia se apoderaban de mi cuerpo, que en ese momento sentía tan tremenda y absolutamente frágil…
Decenas de pensamientos venían a mi mente, entre ellos uno que me perturbaba en demasía…
Hacía algunos días, habíamos puesto veneno para rata en un área de la casa a la que los perros no tenían acceso, pero el día de nuestro paseo familiar… abrimos el acceso a esa parte de la casa para que pudieran hacer sus rondines con libertad…
Mi madre había limpiado muy bien cada rastro de veneno, pero… ¿Y si había quedado algo? ¿un trozo escondido quizá? ¿Y si lo consumió y ahora moría lenta e inevitablemente…?
JAMÁS PODRÉ TRANSMITIRTE CABALMENTE TODO LO QUE SENTÍ EN ESOS MOMENTOS, a través de letras y palabras sólo puedo darte algunas ideas… retazos por aquí y por allá, No se puede escribir de todo… No se puede transmitir todo… Sería como si a través de una pantalla también se nos transmitiesen aromas… Aquí sólo te doy un fragmento insulso de lo experimentado…
Me sentía inútil, me sentía estúpido por estar ahí… Me sentía… me sentía totalmente vulnerable… y aún así, no se trataba de mi… se trataba de él… de nuestra mascota… nuestro amigo… nuestro compañero…
Al escribir esto, casi quiero volver a llorar… Y yo te comparto esto… a un completo extraño a quien ni siquiera le importa ni mi gente ni yo… Para que te entretengas un rato… No vale la pena. A partir de aquí, escribo para mi, no para ti.
En aquellos eternos minutos, sentía que con cada segundo se le iba la vida… con cada gota de sangre saliendo por su nariz… Pensaba que ya nunca coagularía… Que ni siquiera estaría allí para despedirme de él…
Nada más me importaba, ni mis “logros”, ni elogios, ni los mentados “problemas”, ni la cantidad de leídas… ni mis correos… ni mis miedos… Nada… Todo era infinitamente pequeño comparado con ese sentimiento aplastante…
El resto es historia, mi padre y yo regresamos a casa en plena medianoche, y tras cuatro horas de camino, llegamos a casa… con él, y con mi hermano…
La hemorragia se detenía a ratos… dándonos, dándole más tiempo… hasta que un veterinario pudo examinarlo y así iniciar el tratamiento adecuado.
Hoy está en el patio… cuidándonos, mientras cuidamos de el…
Esos momentos tan horripilantes que puede vivir cualquier persona en cualquier momento y en cualquier lugar, llegan de varias formas… A veces puede enfermar gravemente un familiar… un amigo en forma de mascota o tu mismo… Quizá tu hijo, tu novia o esposa… A veces no se trata de enfermedades, sino de momentos insoportablemente desagradables causados por el crimen, o por accidentes…
Cuando se está sumergido en profunda y dolorosa angustia… Todo nuestro esfuerzo y energía se ubica en el presente… en el dolor que sentimos… En ese justo y preciso momento…
Todo lo demás pareciera vano e insignificante… insípido o hasta estúpido…
También nos olvidamos de los buenos momentos con esos seres queridos… No importa que tan bien o mal la hallamos pasado con ellos, en situaciones así, sólo nos importa el momento presente y el desgarrador sentimiento…
Estando parado en esa piedra… No te importan tus sueños, metas, aspiraciones… miedos, dudas,nada… Sólo el amor y el dolor…
No se trata de lo que puedas aprender… no se trata de lo que puedas “crecer”, ni madurar… ni experimentar… No se trata de ti… Aún con todo ese dolor… Se trata de ese otro ser… De esa otra persona…
Acabo de resumirte horas y horas de angustia en algunas insípidas lineas que ni siquiera pueden compararse en absoluto con el dolor que puede sentir cualquier persona en ninguna de las situaciones que se presentan en la vida del día a día…
Recuerda cada que puedas, o quieras… lo insoportablemente frágiles que somos…
En momentos eternos como esos… Cada cual redescubre lo que es importante para sí mismo…
