Abril

Un recuerdo en pleno Junio.

Cesar Jordán
Escribiendo en español

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Le llamábamos Abril pero podíamos encontrarla también en Mayo. En ocasiones se colaba por un Julio o un Agosto pero nunca llegaba hasta Septiembre. Era efímera como las estaciones que duran tanto. Otoño era su Diciembre favorito. Usaba sus mejores tangas y cobraba sus peores precios. Era diestra en el amor.

Jamás le pregunté si había en su parada algún marido, un hijo, o una mujer. El favor del misticismo era mutuo. nunca me pidió usar condón. La rutina nunca se volvió aburrida, siempre disfrute con su placer. Una hora por 500 pesos, yo pague el hotel. La siguiente vez ya fue en mi casa, ella preparó el mezcal. Hablamos y cogimos por dos horas, para la tercera ya no me alcanzó.

Andaba siempre en sus peores fachas, hablaba como trailero y olía a una dulce mezcla de Cigarros Delicados con orín. Yo juntaba lo de mi paga, cada viernes a las 8 llegaba sin falta para perdernos por ahí. Le gustaban las flores frescas y la juventud marchita. Me gustaban sus piernas flacas y su sexo puesto a hervir. Estaba como enamorada de mí. Nunca le correspondí.

Un día llegó Febrero en un carro de lujo. Un año me duró el dolor. La encontré en Octubre, traía un rebozo a cuestas pero no miré que llevaba para no sufrir. Me dijo que ya no fumaba y tampoco olía a mezcal. Platicamos por un rato y la dejé partir. Alguien lloró, estoy seguro de que no fui yo. A lo lejos vi que se sacó una teta, me di la vuelta y me fui de ahí.

Escribo esto en pleno invierno. No para ella, para mí. Hace mucho que no la he vuelto a ver, supe que tuvo más hijos y que llegó virgen al altar. Pero nunca olvidaré aquel Marzo, cuando aún andando sin dinero, ella supo hacerme tan feliz.

C.L.J

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