Cuando los “Privilegiados” se comportan como “Los Miserables”.

Injusticia en plena opulencia.

Raúl Baz S.
En Los Espejos De Un Café

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Me encantaría poder decir que lo que observan en la fotografía de portada es un hecho aislado… ¡Pero no!

Siempre he sido un curioso del comportamiento social y, gracias a mi trabajo, he tenido la oportunidad de viajar y analizar diferentes “costumbres” y culturas, aclarando que lo visto hoy en la República Dominicana, ES UNA TRISTE REALIDAD DE LA GRAN MAYORÍA DE LOS PAÍSES LATINOAMERICANOS, en los que hay GRAN desigualdad social.

Al estar esperando una mesa en uno de los restaurantes ubicados dentro de un lujoso centro comercial de la capital dominicana (Santo Domingo), que alberga a las marcas más costosas del mundo como Cartier, Rolex, entre otras, fui testigo de como unas personas que se consideran “privilegiados” y/o de la clase “élite”, mostraron ser como “Los Miserables”.

Mucho se podrá deducir de la fotografía mostrada, pero no hay duda que ninguna de esas deducciones es positiva.

Analicemos.

  • La fotografía muestra a una mujer que, por su uniforme, podemos intuir que es una “nana” (empleada de una familia que tiene a su cargo cuidar niños).
  • La nana está sentada en el suelo, justo afuera del restaurante.
  • A su alrededor, además de las múltiples botellas de vino y de champán que están en la “cava” detrás de la mujer, podemos ubicar otras marcas de lujo como Louis Vuitton y Vilebrequin.

No debatiré sobre si “sus patrones” estaban almorzando o estaban de compras, mientras ella estaba sentada en el suelo… Aquí el tema es que un ser humano estaba sentado EN EL SUELO, mostrando una enorme falta de criterio, educación y sensibilidad humana de quienes “le pagan” por cuidar a sus hijos.

Al ver dicha situación, procedí a preguntarle a la encargada del restaurante si eso que estábamos presenciando era una práctica común, respondiéndome -con cara de nostalgia- un simple “SI”.

Muchos son los pretextos que “Los Miserables” darían para justificar tener a su empleada sentada en el suelo, y a todo eso yo les respondo de la siguiente forma:

Si NO tienen la cortesía y sensibilidad humana para darle un trato digno a su “empleada”, mientras usted está de compras o almorzando, claramente usted está escaso de los valores más elementales de educación.

  • Hoy comprobé, una vez más, que tener dinero NO significa tener educación.
  • Hoy comprobé que, en pleno siglo XXI, aún hay quienes se comportan como si estuvieran viviendo en la época de la esclavitud.

Hoy comprobé que SÍ hay ciudadanos de primera y de segunda:

Los de primera son quienes trabajan para ganarse la vida de forma honesta, mientras que los de segunda son quienes son incapaces de darle un trato digno a sus empleados.

Artículo en 140:

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Raúl Baz S.
En Los Espejos De Un Café

Abogado en mi vida pasada, Comunicólogo + Mercadólogo + Periodista Digital + Psicólogo en esta, y personaje de ficción en la próxima.