Yo SÍ quiero que le vaya bien a AMLO.
Reflexión “post electoral” de un mexicano.
Confieso que estoy feliz de que el proceso electoral en México haya llegado a su fin… duró demasiado y fue sumamente desgastante, sobre todo para los ciudadanos que fuimos víctimas de los bombardeos de los candidatos que, lejos de ser propuestas sólidas, solo fueron ataques entre ellos.
Ya fue declarado Andrés Manuel López Obrador (AMLO) como el vencedor…y SÍ, se cumplió aquello de que “la tercera es la vencida”.
Hoy, México está polarizado, SÍ… Pero no debemos perder de vista que en la democracia gana aquel que tiene más votos y -sin lugar a dudas- AMLO los tuvo.
Al analizar “las conversaciones” en las redes sociales, veo que muchas personas afirman que AMLO va a destrozar a México y que su intención es convertir al país Azteca en parte de la revolución bolivariana.
No soy Nostradamus, por lo que NO voy a tratar de predecir el futuro y afirmar cómo estará México en seis (6) años, pero soy un mexicano que quiere que su país prospere, y si AMLO tiene la capacidad de lograrlo, le aplaudiré a él de la misma forma en que lo haría a cualquier otra persona que logre resolver los problemas del país.
Hay quienes están anhelando el fracaso de AMLO, con la simple intención de poder decir “se los dije”…
Por mi parte solo puedo decir que espero -de todo corazón- que AMLO logre lo que tanto nos ha prometido y por lo que -FINALMENTE- fue elegido.
Le dimos la oportunidad al PAN con Fox y Calderón, y luego se la volvimos a dar al PRI con Peña Nieto y -claramente- las cosas NO funcionaron.
Hoy AMLO tiene la oportunidad de demostrarle al país (y al mundo) que NO es una copia de Hugo Chávez y que va a lograr todo lo que ha venido prometiendo desde el 2005.
Ahora bien, pensar que el cambio de un país depende de un solo hombre es un cuento de hadas…El cambio depende de todos.
Ya es hora que todos nos subamos al mismo barco y naveguemos en la misma dirección, dejando atrás las campañas de desprestigio y enfocándonos en que México sea aquel país que todo anhelamos.